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El '''ciclo del cuero''' (1820- | El '''ciclo del cuero''' (1820-1850) representa la primera etapa de integración de la economía argentina a la economía mundial. Se llama así porque durante la misma el principal producto de exportación fueron los cueros vacunos. Esta apertura argentina al mercado mundial fue posible gracias a la independencia del país respecto a [[España]], y temporalmente coincide con el período de la historia argentina conocido como [[autonomías provinciales]] (1820-1852), el cuál está marcado por la inestabilidad política producto de las guerras civiles. | ||
Los cueros exportados tenían como destino los mercados del atlántico norte. A cambio de la exportación de este bien de poco valor agregado, Argentina importaba productos terminados de consumo final, principalmente de Inglaterra. De esta forma, se empezaba a configurar el orden neocolonial que marcaría la historia posterior del país. Por otro lado, en el orden interno, el ciclo del cuero tuvo un impacto desigual, siendo Buenos Aires la principal beneficiaria del mismo y acentuándose la distancia económica entre esta y las provincias del interior. | Los cueros exportados tenían como destino los mercados del atlántico norte. A cambio de la exportación de este bien de poco valor agregado, Argentina importaba productos terminados de consumo final, principalmente de Inglaterra. De esta forma, se empezaba a configurar el orden neocolonial que marcaría la historia posterior del país. Por otro lado, en el orden interno, el ciclo del cuero tuvo un impacto desigual, siendo Buenos Aires la principal beneficiaria del mismo y acentuándose la distancia económica entre esta y las provincias del interior. |
Revisión actual - 04:32 2 dic 2024
El ciclo del cuero (1820-1850) representa la primera etapa de integración de la economía argentina a la economía mundial. Se llama así porque durante la misma el principal producto de exportación fueron los cueros vacunos. Esta apertura argentina al mercado mundial fue posible gracias a la independencia del país respecto a España, y temporalmente coincide con el período de la historia argentina conocido como autonomías provinciales (1820-1852), el cuál está marcado por la inestabilidad política producto de las guerras civiles.
Los cueros exportados tenían como destino los mercados del atlántico norte. A cambio de la exportación de este bien de poco valor agregado, Argentina importaba productos terminados de consumo final, principalmente de Inglaterra. De esta forma, se empezaba a configurar el orden neocolonial que marcaría la historia posterior del país. Por otro lado, en el orden interno, el ciclo del cuero tuvo un impacto desigual, siendo Buenos Aires la principal beneficiaria del mismo y acentuándose la distancia económica entre esta y las provincias del interior.
Causas y efectos[editar | editar código]
Causas: Apertura comercial, demanda internacional y ventaja comparativa[editar | editar código]
El incentivo principal para la expansión del sector del cuero en Argentina vino dado por el aumento de los precios internacionales de dicho renglón; y estuvo posibilitado por la recién ganada capacidad del país de exportarlos directamente:
- Apertura comercial: Con la eliminación del sistema mercantilista colonial (por el cual la metrópoli forzaba a la colonia a venderle a esta a precios bajos productos que luego pasaba a revender al resto del mundo a precios superiores); Argentina ahora podía vender directamente productos como el cuero a precios superiores a los países compradores finales, accediendo así a mercados internacionales más dinámicos en el Atlántico Norte.[1]
- Aumento de la demanda (y precio) internacional: El rápido aumento de la demanda internacional de cuero ayudó a su vez a incrementar los precios de este producto en el mercado internacional. Este aumento en la demanda se debió a que la Revolución Industrial en Europa y Norteamérica a finales del siglo XVIII y principios del XIX provocó un incremento en la demanda de materias primas, incluyendo el cuero. En particular, este era utilizado como materia prima en la producción manufacturera de diversos bienes como: calzado, vestimenta, accesorios y maquinaria (correas de transmisión, etc.). La demanda de estos productos de consumo final se encontraba a su vez en expansión debido a la urbanización y el crecimiento de la población.[1]
En la región pampeana existía en abundancia el principal factor productivo para la producción de cueros: grandes extensiones de pastos donde criar el ganado.[1] Además de esto, la producción de cuero requería de poca inversión de capital; y de poca mano de obra y de baja cualificación.
Causas: Impulso estatal[editar | editar código]
El estado argentino, con sede en Buenos Aires, jugó un papel importante en el desarrollo del ciclo del cuero, principalmente a través de su política fiscal. A diferencia del período colonial, donde el estado se enfocaba en la economía minera, tras la independencia, el estado se apoyó en el sector exportador para obtener ingresos. Los impuestos a la importación y exportación se convirtieron en la principal fuente de ingresos del estado, permitiéndole construir una burocracia robusta y financiar su expansión.
Efecto: Surgimiento de un patrón de intercambio comercial desigual[editar | editar código]
En esta primera inserción en la división internacional del trabajo de la Argentina independiente se continuaba la profundización del carácter dependiente de su economía por otros medios. Si bien ya no se establecía su dependencia económica por medios políticos como el sistema mercantil colonial, ahora se profundizaba por mecanismos económicos que actuaban de forma autónoma: el cuero se exportaba sin elaborar, en forma de cueros crudos y pesados, para luego importar bienes manufacturados de todo tipo, incluyendo calzado y vestimenta de cuero. La producción ganadera en ese entonces se caracterizaba pues, por un escaso nivel tecnológico, que limitaba la elaboración de productos de mayor valor agregado. En particular, los productos de cuero eran demandados por los mercados del Atlántico Norte, especialmente Estados Unidos; mientras que las importaciones de bienes manufacturados a precios bajos provenían de Europa, especialmente de Reino Unido, lo que transformó los patrones de consumo en Argentina.
Efecto: Tendencia a la concentración de la tierra en manos de grandes estancieros[editar | editar código]
En lo relativo a la propiedad de la tierra, este ciclo se caracterizó por el predominio de grandes estancias ganaderas junto con empresas familiares más pequeñas. La expansión de la ganadería impulsó la demanda de tierras en la región pampeana, lo que se reflejó en un aumento sostenido de los precios del suelo a partir de la década de 1840.
Aunque se implementaron diversas políticas con respecto al acceso y la propiedad de la tierra, marcando una transición hacia un sistema capitalista; la existencia de vastas extensiones sin explotar y la persistencia de formas de apropiación del suelo diferentes a la propiedad privada impidieron la consolidación de un mercado de tierras propiamente dicho durante la primera mitad del siglo.
Las élites revolucionarias buscaron establecer un nuevo orden legal y territorial para impulsar el crecimiento económico basado en la propiedad privada destacando las siguientes iniciativas:
- Pensadores revolucionarios como Manuel Belgrano y Juan Pablo Vieytes abogaron por la modernización agraria y la pequeña propiedad rural. En este sentido, la Asamblea del Año XIII (1813) decretó la conversión de las tierras de la corona en tierras públicas, sentando las bases para su posterior distribución. También se eliminaron instituciones coloniales como los mayorazgos, facilitando la subdivisión de la tierra.
- Inicialmente, se implementó un sistema de donaciones de tierras para financiar la guerra de independencia y fomentar el poblamiento. Sin embargo, la enfiteusis surgió como la figura legal predominante para acceder a la tierra. Este sistema, que permitía el arrendamiento a largo plazo con la opción de compra, fue impulsado por Bernardino Rivadavia en la década de 1820.
- Sin embargo, la enfiteusis, aunque teóricamente buscaba la "felicidad" de los labradores, conllevó abusos y desalojos. Durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas (1829-1852), la política de tierras se enfocó en fortalecer la propiedad privada y obtener recursos fiscales, lo que condujo a la liquidación de la enfiteusis. Rosas además otorgó tierras como premios militares y políticos, favoreciendo la concentración de estas en manos de grandes estancieros.
De esta forma la enfiteusis, si bien en un principio fue vista como una herramienta para democratizar el acceso a la tierra, finalmente contribuyó a la concentración de la propiedad en manos de grandes terratenientes. Hay que señalar además, que la implementación de estas políticas estuvo marcada por conflictos con las comunidades indígenas, cuyas tierras fueron objeto de apropiación por parte de los colonizadores.
Impacto regional desigual en el país[editar | editar código]
Buenos Aires[editar | editar código]
El ciclo del cuero tuvo un impacto regional desigual a lo largo del país, siendo Buenos Aires la provincia más beneficiada por el mismo debido a las ventajas geográficas, históricas y política de las que gozaba por sobre el resto de las provincias:
- Ventajas geográficas:
- Tierras aptas para la ganadería: las llanuras pampeanas...
- Posición estratégica: por su ubicación en la desembocadura de los ríos Paraná y Uruguay, Buenos Aires contaba con un puerto natural que la convertía en el nexo ideal entre la región pampeana y los mercados del Atlántico Norte. Esta ventaja geográfica se vio reforzada por la tecnología de transporte marítimo de la época, que favorecía a los puertos con fácil acceso al océano.
- Ventajas históricas: La ciudad heredó de la era colonial una poderosa comunidad de mercaderes con experiencia, recursos y conexiones internacionales. Esta elite comercial, junto a la creciente llegada de comerciantes extranjeros, consolidó a Buenos Aires como el principal centro de importación y exportación del país, controlando la mayor parte del tráfico comercial
- Ventajas políticas: Durante la época de hegemonía rosista, el dominio de Buenos Aires sobre las provincias del interior se manifestó en el plano económico de las siguientes maneras que le permitieron obtener un mayor beneficio del ciclo del cuero a expensas de las demás provincias:
- Cierre de los ríos interiores: Rosas mantuvo el cierre de los ríos interiores al comercio exterior, lo que beneficiaba directamente a Buenos Aires al concentrar la actividad comercial en su puerto. Esta política perjudicaba a las provincias del litoral, impidiéndoles exportar sus productos directamente y obligándolas a comerciar a través de Buenos Aires.
- Control de las aduanas: Al ser Buenos Aires el único puerto habilitado para el comercio exterior, controlaba las aduanas y los ingresos generados por los aranceles. Esto le daba una ventaja económica significativa sobre las demás provincias, que dependían de los recursos que Buenos Aires decidía distribuir.
Litoral[editar | editar código]
En las provincias del litoral, el impacto del ciclo del cuero y la apertura comercial fue desigual aunque en general positivo:
- Entre Ríos: La provincia experimentó un crecimiento significativo gracias a la ganadería, convirtiéndose en el segundo distrito ganadero del país. Sin embargo, su desarrollo se vio limitado por la dependencia del puerto de Buenos Aires para el comercio exterior. La expansión de la gran propiedad ganadera y la concentración de la riqueza en manos de una élite terrateniente generaron desigualdad social y conflictos por la tierra.
- Corrientes: La apertura comercial tuvo un impacto negativo en la producción de tabaco y yerba mate, que enfrentaron la competencia de la oferta brasileña. La economía correntina, caracterizada por el arcaísmo y la persistencia de estructuras productivas tradicionales, no logró integrarse plenamente al mercado atlántico.
- Santa Fe: La provincia experimentó una transformación económica significativa, impulsada por el crecimiento de Rosario como centro comercial y portuario. La expansión de la agricultura, especialmente del trigo, en las colonias agrícolas del sur de Santa Fe, contribuyó a su rápido desarrollo económico y demográfico.
Interior[editar | editar código]
En las provincias del interior, donde las economías tenían un carácter más tradicional y limitado con altos costes de transporte terrestre, el desarrollo producto del ciclo del cuero y la apertura comercia fue en general limitado y dificultoso:
- Provincias del noroeste: La crisis de la minería en el Alto Perú tras tras independencia afectó negativamente a las provincias de esta región que perdieron su principal mercado. Algunas provincias buscaron alternativas comerciales con Chile y Bolivia, pero la falta de una infraestructura de transporte adecuada limitó su crecimiento.
- Córdoba: Esta provincia logró reorientar su economía hacia el mercado atlántico, impulsada por la ganadería y la producción textil. Sin embargo, su desarrollo fue más modesto que el del litoral.
Cronología[editar | editar código]
- 1810: Apertura al comercio internacional. La independencia de Argentina y la consecuente ruptura del monopolio comercial español permitió el acceso a nuevos mercados, principalmente en el Atlántico Norte, generaron una creciente demanda de cueros vacunos a precios más elevados dando inicio al ciclo del cuero impulsando la expansión de la ganadería bonaerense y su integración a la economía global.
- 1830: Comienza a caer el precio del cuero. A partir de 1830, el precio del cuero en los mercados internacionales experimentó una tendencia a la baja, lo que afectó la rentabilidad del sector. Si bien la apertura comercial seguía siendo beneficiosa, la caída de las cotizaciones del cuero marcó el inicio de la transición hacia un nuevo ciclo económico centrado en la producción de lana.
- 1838-1840: Bloqueo Francés. Este conflicto diplomático y militar, que implicó el cierre del puerto de Buenos Aires, interrumpió el comercio exterior y afectó la rentabilidad del sector ganadero. Si bien las exportaciones de cuero se recuperaron tras el fin del bloqueo, este evento puso de manifiesto la vulnerabilidad de la economía argentina a las presiones externas.
Véase también[editar | editar código]
- ↑ 1,0 1,1 1,2 Roy Hora (2010). '2. La apertura al comercio atlántico y la expansión ganadera' en Historia económica de la Argentina en el siglo XIX. Buenos Aires: Siglo Veintiuno Editores. ISBN 978-987-629-128-6 [LG]