Biblioteca:Historia Antigua y Medieval. 7mo grado/Parte I: La comunidad primitiva. La vida de los hombres en la primera sociedad humana

Con esta parte iniciarás el estudio de la Historia Universal; comenzarás por la primera forma de sociedad humana: la Comunidad Primitiva.

Conocerás cómo era la vida de los hombres primitivos, su forma de organizarse, su difícil lucha por la supervivencia y cómo se iniciaron en el dominio de las fuerzas de la naturaleza.

Capítulo 1: La Comunidad Primitiva

1.1 La vida de los hombres en la Comunidad Primitiva

Características de los hombres primitivos. Importancia del trabajo. Aparición del lenguaje

Hace cientos de miles de años los hombres eran muy diferentes al hombre actual. Su cara era chata, con grandes mandíbulas, apenas tenían mentón, sus brazos eran largos y peludos, y sus piernas muy cortas. Esto lo sabemos por los restos fósiles de hombres primitivos, que se han encontrado en muchas partes del mundo.

La vida de nuestros antecesores era una penosa lucha por la existencia; estaban amenazados por animales feroces: tigres, lobos, osos y otros grandes mamíferos, que habitaban en las zonas boscosas.

Además, tenían que enfrentarse a profundas transformaciones en el clima; a periodos templados, le sucedían fríos intensos. Estos cambios determinaron modificaciones en las especies animales y vegetales. La Tierra se cubrió de una espesa capa de hielo.

Para poder sobrevivir en las nuevas condiciones, comenzaron a utilizar sus extremidades superiores en la búsqueda de alimentos y en el enfrentamiento a otros animales, por lo que fueron desarrollando la capacidad de andar en posición cada vez más erecta, la cabeza llegó a erguirse sobre los hombros, las piernas se fortalecieron y se alargaron en relación con los brazos.

El primer ser verdaderamente humano vivió hace aproximadamente tres millones de años. Este era capaz de hacer lo que ningún animal ha conseguido jamás: construir instrumentos como hachas de piedra, de madera o huesos; cuchillos, raspadores, martillos, etcétera.

Cuando nuestros antecesores comienzan a trabajar el palo y la piedra para fabricar sus instrumentos y dejan de utilizar lo que les proporcionaba la naturaleza, comienzan a independizarse de esta.

Con el trabajo el hombre primitivo se convierte, cada vez más, en un ser pensante, pues su cerebro se desarrolla al tener que planear cómo y con qué elaborar sus instrumentos.

El trabajo permitió, con el uso diario, que las manos cada vez se hicieran más diestras, ágiles; los pulgares se independizaron y los dedos se hicieron más hábiles, hasta alcanzar el desarrollo actual. El trabajo realizado por las manos resultó determinante en el proceso de humanización (lám. I0).

En la vida diaria, la relación entre nuestros antecesores era cada vez más necesaria, pero ¿cómo lograban comunicarse? Lo hacían utilizando su cuerpo, a través de gritos y gruñidos y mediante gestos que llamaran la atención de los demás.

Pero, las crecientes necesidades del grupo exigían un tipo de comunicación más eficiente, así, conjuntamente con el perfeccionamiento de la laringe y las cuerdas vocales, se fue desarrollando el cerebro. La cooperación en su vida diaria, así como el mejoramiento de su alimentación, favorecieron la capacidad de pensar y razonar en aquellos hombres; comenzó de esta forma el desarrollo del lenguaje, que,a su vez, era producto de un mayor perfeccionamiento del cerebro.

¿Cómo podían transmitir sus habilidades, sus experiencias?

Era indispensable comunicarse. El lenguaje era necesario para trabajar en común, intercambiar las experiencias y dar a conocer las costumbres. Trabajar, pensar y comunicar sus ideas son características propias y exclusivas del hombre.

Las primeras actividades económicas: recolección, caza y pesca. Los instrumentos de trabajo. Sus características

Para vivir, nuestros antecesores tenían necesidad de buscar alimentos; con este fin, en los primeros tiempos, competían con los animales. La recolección era la fuente esencial de su alimentación; más tarde, añadieron la caza y la pesca.

Para realizar estas actividades tenían que trabajar muy duramente. Recolectaban todo lo que la naturaleza les brindaba: plantas, frutas y pequeños insectos.

Además de comer las raíces, las cortezas de los árboles y los huevos de aves que encontraban, comenzaron a cazar pequeños animales y a pescar con instrumentos muy rudimentarios, como eran; los anzuelos hechos de las espinas de los peces o de ciertas plantas, y los arpones con puntas encorvadas.

Todo esto explica por qué los primeros grupos humanos eran nómadas, o sea, iban desplazándose hacia aquellos lugares donde podía haber alimentos. La imperiosa necesidad de satisfacer las más elementales necesidades, daba una enorme fuerza y unión al grupo.

La piedra les sirvió de gran utilidad a aquellos hombres que diariamente se enfrentaban a las grandes dificultades de la vida.

Los instrumentos de trabajo fueron mejorando, pues para cortar y cavar, el hombre primitivo necesitó piedras con filo, las cuales tuvo que aprender a fabricar por medio de golpes, es decir, por percusión; esta técnica consistía en sacarle pequeñas lascas a la piedra hasta obtener el filo o la punta deseada. Así, se hicieron los primeros instrumentos cortantes y punzantes. Este importante paso, hizo que, por primera vez, el hombre comenzara a transformar la naturaleza en su provecho, aunque aún dependía de ella (fig. 2).

Más adelante, las hachas de piedra se fueron perfeccionando. Se generalizó el uso de hachas de piedra con mango de madera y las lanzas de madera con punta de piedra, las que comienzan a utilizar en la caza, aunque corrían el peligro de tener que acercarse al animal para darle muerte. Pero el hombre, ser pensante, no tardó en idear la trampa hoyo, la que le permitió no tener que exponerse tanto al peligro durante la caza.

Más tarde, apareció una nueva técnica para cazar: la del rodeo. El siguiente relato, te permitirá conocer cómo se efectuaba la caza.

Al descubrir una manada de caballos, los cazadores, ocultos entre los árboles, se acercaban sin hacer ruido. Así, un gran cerco de cazadores iba cerrándose alrededor de la manada.

De pronto, ante la señal acordada, una lluvia de lanzas caía sobre las bestias penetrando en el cuerpo de los animales. Los gritos de aquellos hombres enfurecidos, asustaba a la manada que relinchaba salvajemente y, aterrorizada, emprendía una carrera ciega hacia la única salida que le habían dejado: el precipicio.

Así, los caballos desbocados llegaban al borde del abismo sin poderse detener y como una catarata, sus cuerpos caían por el despeñadero.

Esta técnica aseguraba la vida de los hombres primitivos al garantizar la alimentación y la subsistencia del grupo.

Los que más se habían destacado en la caza por su habilidad y mayor fuerza, comenzaron a controlar y a dirigir en lo adelante todas las actividades; poco a poco, estos guías se convirtieron en los jefes del grupo.

De todas las técnicas e instrumentos empleados en la caza ninguno fue tan importante como el arco y la flecha. Miles de años necesitaron los hombres para fabricar una flecha, después de confeccionar agudas puntas con cuernos de ciervo o colmillos de mamú. Esto hizo al hombre más fuerte, ya no perseguía y alcanzaba a un solo animal, sino cazaba rebaños enteros; ahora obtenía mayor cantidad de alimentos (lám.I1).

En aquellas regiones del mundo, donde las comunidades habitaban cerca de los mares, lagos y ríos, los hombres primitivos aprendieron a tejer redes sencillas de las fibras de los vegetales con las cuales pescaban. Además, llegaron a tejer cestas de fibras y a fabricar cañas de pescar. Algunos unieron troncos para hacer balsas, otros construyeron botes rudimentarios, formados por una armadura de madera cubierta con pieles o cortezas, los cuales manejaban con remos.

Todos estos adelantos en los instrumentos y las técnicas de la caza y la pesca, permitieron que las mujeres se quedaran más tiempo en la comunidad y se ocuparan de la recolección, amamantaran y cuidaran a los niños y, además, cosieran y tejieran con pieles y fibras. Así, las mujeres que aseguraban el sustento de la comunidad, desempeñaban un papel decisivo dentro del grupo y contribuían a mantener su unidad.

El proceso evolutivo del hombre durante la Comunidad Primitiva duró millones de años. Las experiencias pasaban de un grupo a otro o se trasmitían de una generación a otra, por lo que los instrumentos se fueron perfeccionando. Se produjeron punzones, martillos, cuchillos, serruchos, raspadores, perforadores, hachas y, la más importante, la cuña que servía para rajar la leña.

Con mucha habilidad trabajaban el pedernal, piedra de gran dureza en las que tallaban sus instrumentos, aunque estos continuaban siendo rudimentarios.

El uso del fuego. Su importancia

Piensa en aquellos hombres primitivos agotados por la caza, caminando sobre la nieve. El viento frío soplando fuertemente y ellos, solo cubiertos por una capa de piel sin curtir. ¡Qué alivio encontrarían al llegara la caverna y poder calentarse en una fogata!

La utilización del fuego y el descubrimiento de cómo producirlo constituyeron un gran avance en la lucha de los hombres por dominar la naturaleza.

(...) su presencia es deliciosa; vence la crudeza de las noches frías, es un descanso en la fatiga y convierte en invencible la debilidad de los hombres.

...

Parecíale el fuego la vida soberana del mundo (...)

Con el uso del fuego, el hombre fue capaz de comer todo lo que le brindaba la naturaleza, pues llevaba a la boca alimentos más elaborados, lo que facilitaba el proceso digestivo. Cada vez los alimentos se hacían más variados y de mayor calidad, sobre todo, el consumo de la carne, ahora cocinada, ofreció al organismo elementos esenciales que brindaron mayor fuerza y contribuyeron a modificar su constitución física. Pero donde más influencia tuvo fue en el cerebro humano pues propició su desarrollo.

Los hombres primitivos también usaban el fuego para cazar animales. Arreaban la manada hasta el pantano y le prendían fuego a las hierbas de la orilla, así impedían la huida de los animales que eran presa segura. Además, lo utilizaron para endurecer las puntas de las lanzas de madera y para hacer fogatas y protegerse del frío.

¿Cómo lo obtuvieron?

Al principio de un modo accidental, al incendiarse los árboles por la caída de un rayo o al ser arrojado el fuego por los volcanes en erupción. Cuando lograban obtener fuego lo cuidaban como un tesoro en las cuevas y lo alimentaban con ramas y palos para que no se extinguiera, y si el grupo se trasladaba, llevaba ascuas, para hacer fogatas. La acumulación de experiencias en el trabajo diario, les hizo observar cómo al frotar dos palos bien secos, se producía el calor suficiente para encender la madera. ¡Había hecho un gran descubrimiento!

La aparición de la agricultura y la ganadería

Mientras los hombres cazaban o hacían los instrumentos de trabajo, las mujeres se dedicaban a la recolección de frutas, yerbas y raíces. Es posible que durante la recolección, cayeran a la tierra algunos granos o semillas de cualquier fruto o cereal y al cabo del tiempo, naciera una planta. La observación de este fenómeno, permitió que los hombres primitivos se dieran cuenta de cómo nacían, crecían y se reproducían las plantas.

Así, estas comunidades pasaron de la recolección a la práctica de la agricultura. A partir de este momento, los hombres tuvieron un mejor control sobre el abastecimiento de sus alimentos, aunque continuaban dependiendo, en gran medida, de las condiciones naturales. Los jefes desempeñaron un papel decisivo dentro de las comunidades, pues comenzaron a reunir bajo su autoridad, un mayor número de familias y se formaron las tribus.

¿Recuerdas cómo nuestros primitivos habitantes sembraban yuca y maíz, utilizando la coa?

Los hombres primitivos también utilizaban la coa para sembrar; con esta abrían huecos en la tierra en los que depositaban las semillas. Con la práctica de la agricultura, el hombre aprendió a seleccionar las mejores semillas y a obtener mejores cosechas. Ya empezaba a actuar sobre la naturaleza. A este proceso se le llamó selección artificial. Gracias a la cual el hombre logró, desde muy temprano, obtener mejores variedades, con mayores rendimientos para abastecer a mayor cantidad de personas, por lo que la vida pasó a ser más sedentaria.

Pero, ¿podría realizarse la agricultura en todos los terrenos o en todas las regiones?

Por supuesto que no. En aquellos tiempos, como tú debes conocer, no existían abonos o fertilizantes para el terreno, ni tractores o cualquier otra maquinaria que permitiera transformar el medio geográfico, como existen hoy.

En las regiones no favorables para la agricultura, muchas comunidades hicieron de la cría de animales, su actividad económica fundamental; se dedicaron a la domesticación de algunas especies como ganado vacuno, caprino (ovejas, cabras) y a la cría de cerdos, lo que les aseguraba una fuente de pieles, carne y leche, y con ella una alimentación rica en proteínas.

Con la domesticación de animales, los hombres combinaron la caza y la cría de animales. Así nació la ganadería, aunque continuaban practicando la caza y la pesca.

Cuando la agricultura y la ganadería comienzan a ser las actividades económicas fundamentales dentro del grupo el predominio de la mujer comienza a ser sustituido por el del hombre, el que empieza a desempeñar el papel decisivo en el trabajo y en la conservación de la familia y la comunidad.

Además de la agricultura y la ganadería, hubo grandes avances en la producción de instrumentos de piedra, ahora además de tallarla la pulimentaban. En este proceso surgieron nuevas técnicas alimentarias, como la de hacer queso, alcohol, y vinagre.

También surgieron otras actividades como la cerámica y el tejido, que constituyeron los primeros oficios.

La cerámica representó otro paso hacia el dominio de la naturaleza por el hombre. Fabricaban ollas para cocinar, tinajas para guardar reservas de agua. En las vasijas de cerámica tapadas podían proteger y conservar los cereales y otros alimentos.

Los tejidos, los hacían con fibras y cortezas vegetales, con los que también confeccionaban el hilo, de forma manual, con ayuda del huso.También utilizaban telares muy simples que servían para fabricar las telas que usaban para vestir; además, fabricaban sogas y cordeles para pescar y perfeccionaron la construcción de botes, de chozas y de útiles de madera.

Con la aparición de la agricultura y de la ganadería, el perfeccionamiento de los instrumentos de piedra, las nuevas técnicas alimentarias y el surgimiento de los oficios, los hombres fueron transformando sus relaciones con la naturaleza, comenzaron a independizarse y a actuar, cada vez más, para modificarla y conquistarla.

La cooperación. Propiedad colectiva y distribución equitativa

El hombre es incapaz de vivir aislado de vivir sin necesitar de otros hombres. El hombre es un ser social que necesita una estrecha relación con los demás hombres, que necesita vivir en sociedad.

Piensa cómo sería tu vida si te vieras en medio de un bosque o de un desierto rodeado de múltiples peligros, con un clima sumamente frío y solo con la ropa que traes puesta que seguramente al cabo de un tiempo se volverían harapos, ¿podrías resistir por mucho tiempo? Claro que no.

Nuestros antepasados vivían agrupados para poder satisfacer sus necesidades y subsistir en un mundo lleno de peligros. Solo mediante el trabajo colectivo podían, con sus toscas armas y herramientas, enfrentarse a las duras condiciones de la vida. La cooperación era necesaria en la caza, en la excavación de la tierra para hacer las trampas hoyos, en la defensa contra las fieras, en la recolección y en la conservación del fuego. Todo lo que obtenían era propiedad del colectivo, era de todos por igual. Así, una vez realizado el trabajo en cooperación, los alimentos eran repartidos entre todos en forma equitativa, es decir, en partes iguales. Solo unidos en grupo, podían asegurarse su alimentación y subsistir en un medio tan difícil.

La cooperación se mantuvo aún cuando las mujeres producían separadamente de los hombres, ¿recuerdas que mientras las mujeres recolectaban o se iniciaban en la agricultura, los hombres domesticaban animales o realizaban otras labores? También los niños cooperaban en el trabajo, con lo que contribuían a la subsistencia del grupo.

La vida en la comunidad requería, cada vez más, la ayuda de todos para talar los bosques, cosechar y cuidara los animales. El hombre era miembro de un colectivo en el que se compartían las labores y se repartían entre todos a partes iguales, todo cuanto producían.

Las cosechas y el ganado eran de la comunidad. Los campos para la caza y las parcelas para cultivar, eran distribuidas entre todos por igual.

Las actividades de cada comuna eran organizadas por los jefes; estos, además, participaban en todo el trabajo de la colectividad como uno más; el resto de los miembros, al igual que ellos, recibían su parte de los bienes producidos, es decir, existía la igualdad social.

El arte y la magia como expresión de la vida de los hombres primitivos

Nuestros antecesores ya habían iniciado el dominio de la naturaleza, pero: ¡qué largo era el camino que aún tenían que recorrer! Ellos no distinguían el mundo fantástico del real: tenían que vencer el miedo a los truenos, a los relámpagos, a la tempestad, a las sequías, a las enfermedades, a las hambrunas, y a la muerte. Para ellos, si la caza era improductiva, se debía a que un espíritu maligno lo había querido así. Se sentían débiles y desamparados, en poder de fuerzas desconocidas.

Pero, ¿cómo enfrentarse a esos fenómenos? Ellos no sabían explicarlo científicamente.

Ante esos fenómenos, pintaban, practicaban danzas, ritos y otras ceremonias, pensaban que esto los ayudaría a dominar la naturaleza, a obtener una buena recolección o una buena caza, a protegerse contra las enfermedades. Así aparecen unidas a las actividades económicas las primeras manifestaciones del arte y la magia, que cada grupo adaptaba a sus necesidades más inmediatas.

A los animales que adoraban los pintaban en las paredes, en el techo de las cuevas o sobre las rocas; por eso, se le llama pintura o arte rupestre. El hecho de que aparecieran estos dibujos dentro de las cavernas se supone fuera la forma de tener a este animal mágicamente aprisionado: por eso, los caballos, ciervos, bisontes y otros animales que reproducían en las paredes de sus cuevas, aparecían siempre atravesadas por flechas. Con ello pensaban que podían asegurar, con eficiencia, buenos resultados en la caza (lám. I2).

Ante estos dibujos, ejecutaban danzas y ceremonias. Para nosotros la danza es una diversión o un arte, pero para ellos era un rito de hechicería, mágico, dirigido por un brujo.

De acuerdo con los datos que nos han podido brindar los científicos, te damos a conocer el relato de un rito mágico.

Un grupo de hombres danzan, son cazadores. Cada uno de ellos tiene puesta una piel de bisonte o una máscara con la cabeza y los cuernos que lo representa. En sus manos sostienen un arco o una lanza. Cuando algunos de estos hombres se fatiga, hace la pantomima de que cae: entonces otro hombre suelta contra él una flecha de su arco, el hombre disfrazado de bisonte está herido. Lo arrastran por las piernas fuera del círculo y le pasan por encima sus cuchillos; luego lo dejan y su lugar enseguida es ocupado por otro, también con máscara de bisonte.

Con sus extraños movimientos, el hombre danza, hace hechizos para que la caza sea afortunada. El brujo junto al resto del grupo está convencido de que la danza debe ayudar en esa tarea. Esta actividad se prolonga, a veces, por dos o tres semanas, sin interrumpirse por un minuto.

Los hombres primitivos también grabaron diseños, fundamentalmente de animales, sobre cuernos, huesos, armas y herramientas.

Entre las más antiguas obras artísticas se encuentran las estatuillas de mujeres desnudas. Estas esculturas femeninas parecen simbolizar la maternidad, se identifican con el culto a la fecundidad de la tierra, de la cual obtenían, mediante la agricultura, importantes productos para su alimentación. Además, modelaban con arcilla y fabricaban con diferentes minerales las pinturas que utilizaban en sus dibujos.

Comprueba lo que has aprendido

1. Explica cómo influyó el trabajo en las características de los hombres primitivos.
2. ¿Cuáles fueron las principales actividades económicas de nuestros antecesores?
3. Basándote en lo que explica el libro de texto, describe cómo cazaban empleando la técnica del rodeo.
4. El hombre primitivo convirtió las piedras en sus primeros instrumentos.
   1. a) ¿Cómo las usaba?
   2. b) Describe dos de los instrumentos de trabajo utilizados por el hombre primitivo, compáralos y llega a conclusiones.
5. El uso del fuego fue un paso de avance en la lucha del hombre por dominar la naturaleza. Argumenta esta afirmación.
6. ¿Qué beneficios le reportaron a los hombres primitivos la práctica de la agricultura y la ganadería?
7. Explica las causas de la aparición del arte y de la magia.
8. La Comunidad Primitiva es el primer régimen social que aparece en la historia de la humanidad. ¿Cuáles son sus características fundamentales?

1.2 La desintegración de la Comunidad Primitiva

El uso de los metales. Su importancia

Un paso decisivo dentro de la Comunidad Primitiva fue el uso de los metales.

En algunos lugares los hombres encontraron el oro, cuya obtención era más fácil por la forma en que aparece en la naturaleza. Pronto aprendieron a apreciarlo y quizás buscando el oro encontraron el cobre y aprendieron a darle forma golpeándolo cuidadosamente. Por primera vez el hombre se encontraba con una sustancia de fácil transformación para realizar los más diversos objetos.

Otros hombres descubrieron que el estaño era más blando que el cobre y vieron cómo, con la acción del fuego sobre ambos se podían fundir en uno solo; aparece así el bronce que es de una dureza mucho mayor y más resistente al desgaste. Este descubrimiento permitió la fabricación de instrumentos de trabajo mucho más eficaces y duraderos.

Ya los hombres no solo buscaban pastos o mejores tierras, sino comenzaban a buscar minas y canteras.

Pero, ¿cómo obtenían los metales?

Los hombres entraban en las galerías subterráneas, que eran iluminadas con antorchas; calentaban las rocas a las que luego arrojaban agua fría para resquebrajarlas. Otras veces, utilizaban cuñas de madera humedecida. Una vez que desprendían los trozos de rocas, los metían en sacos de piel y dentro de ellos los desmenuzaban, golpeándolos con sus martillos de piedra. Luego, fundían el mineral en hornos muy rudimentarios de piedra y barro.

El metal, ya fundido, se echaba en moldes echos de piedra para obtener los más diversos utensilios y objetos de adorno.

En los primeros tiempos solían imitar las formas de los utensilios de piedra, pero, poco a poco, fueron adquiriendo características adecuadas y propias.

En algunas aldeas habían descubierto el hierro, pues este metal abundaba en su tierra; sin embargo, en otros lugares conocían solo el cobre o el estaño.

Con el uso del hierro en la fabricación de instrumentos de trabajo, la vida se transformó. Este metal, que apareció más tarde que el cobre y el bronce, le permitió al hombre primitivo contar con armas y útiles muy superiores a los que hasta entonces habían usado, impulsándolo a luchar por conquistar las zonas donde existían esos metales y dominar sus vías de comunicación.

Sin embargo, no todas las civilizaciones aprendieron a utilizar los metales, pero usaron otras técnicas para lograr aumentar su producción.

Aparición del excedente

Cuando los hombres comenzaron a emplear mejores instrumentos y técnicas, la producción de alimentos para las comunidades aumentó considerablemente; de esa forma, era posible obtener los alimentos indispensables para el consumo de la comunidad, más una parte que no era consumida por los habitantes de la tribu. Estos productos que no eran consumidos por ellos, era el excedente o sobrante.

Los jefes se fueron apropiando, cada vez más, de ese excedente, el cual desde su surgimiento permitió el intercambio; por ejemplo, cereales, frutas y otros productos agrícolas, por leche, lana y cuero.

Surgimiento de las diferencias sociales dentro de la Comunidad Primitiva

¿Recuerdas cómo aparecieron los jefes? No solo eran los más destacados en la cacería, sino también aquellos que por su inteligencia y valor podían llevar a los guerreros de sus tribus a la victoria sobre las tribus vecinas o los brujos y hechiceros, a quienes se suponía poseían poderes sobrenaturales.

Los jefes, con el tiempo, se valieron del prestigio de que gozaban en la tribu para imponerle su dirección y decisiones y de esta forma exigir la entrega de pieles y otros bienes.

Así, comenzó a destacarse una minoría formada por los jefes y hechiceros, que no trabajaban y vivían del trabajo de los demás. A medida que aumentaba el poder de este grupo minoritario, iba desapareciendo la igualdad entre los miembros de la comunidad; comenzaba a desintegrarse la Comunidad Primitiva.

Pero el principal factor que contribuyó a la desintegración de la Comunidad Primitiva fue el surgimiento del excedente, producto de las actividades agrícolas y ganaderas y del empleo de técnicas más desarrolladas. Los jefes comenzaron a apropiarse del excedente que producían las comunidades, tomándolo para su enriquecimiento personal y para intercambiar por otros productos. Así, la distribución dejó de ser equitativa y como consecuencia surgieron las diferencias sociales.

Comprueba lo que has aprendido

1. Relata cómo el hombre obtuvo los metales.
2. Explica cuáles fueron las causas de la aparición del excedente.
3. Dentro de la Comunidad Primitiva comenzaron a surgir las diferencias sociales. Argumenta esta afirmación

1.3 Rasgos distintivos de la Comunidad Primitiva

A lo largo del estudio de este capítulo, has conocido cómo el hombre fue desarrollándose desde una fase puramente animal, donde se encontraba en total dependencia de la naturaleza, a expensas de lo que esta le brindaba, hasta que más tarde comenzó a controlarla e, incluso, a dominarla y modificarla.

¿Recuerdas cuáles fueron las primeras actividades realizadas por nuestros antecesores?

Estos se enfrentaban a un medio hostil, se valían solo de sus manos o de las piedras tal y como las hallaban en la naturaleza. Pero a partir de que los hombres comienzan a trabajar, se inicia su desarrollo ascendente; fabrican sus instrumentos, afilan las puntas de las piedras, las tallan y logran darles la forma deseada y las transforman en punzones, hachas, cuchillos, etc; ya piensan antes de actuar y reproducen el pensamiento mediante el lenguaje. Se alejan así definitivamente del resto de los animales.

Sin embargo, su existencia seguía siendo difícil por lo que estaban obligados a vivir y trabajar unidos; solo de esta forma podían sobrevivir ante la constante amenaza de las enfermedades, los peligros y las privaciones.

Los escasos alimentos obtenidos eran divididos entre todos equitativamente. No había ni explotados ni explotadores; todo era propiedad común.

En su lucha ante un medio tan adverso, el hombre realizó una conquista fundamental para el género humano; el descubrimiento y uso del fuego, el cual contribuyó a hacerlo más fuerte. Era la primera fuerza de la naturaleza que dominaba, poniéndola a su servicio.

El desarrollo del hombre prosiguió; mejoró sus instrumentos y técnicas; construyó lanzas, arcos y flechas, hondas; mejoró la pesca; pero, necesitaba producir sus alimentos.

Un paso trascendental en el desarrollo de esta sociedad fue el desarrollo de la agricultura y la ganadería. Aunque no abandonó la caza y la pesca, el hombre comenzaba a ser productor de sus alimentos; este fue un paso decisivo, pues dejó de depender de lo que la naturaleza le ofrecía.

Con el cultivo de plantas y la domesticación de animales, el hombre garantizaba sus reservas alimenticias, lo que le permitía abandonar su vida errante, se convirtió en un ser sedentario, en un transformador consciente de la naturaleza.

No obstante necesitaba continuar unido al resto del colectivo, pues el hombre es un ser social.

Al desarrollo alcanzado en la agricultura y la ganadería se unió el de otras actividades como el hilado, el tejido y el uso de la cerámica.

Posteriormente, con el uso de los metales y el perfeccionamiento de los instrumentos y las técnicas, apareció el excedente. Los grupos comenzaron a diferenciarse, lo que dio paso a una nueva organización social que estudiarás en el próximo capítulo.

Todo ese largo tiempo durante el cual el hombre recorrió y superó, gracias a su trabajo y al desarrollo de su pensamiento creador diferentes etapas, está enmarcado en la primera organización económico social: la Comunidad Primitiva.

Has podido apreciar que, a pesar del lento desarrollo de la humanidad, en la Comunidad Primitiva existió un evidente progreso, que va desde el palo y la piedra, hasta el arado; desde la total dependencia, hasta el comienzo de la transformación de la naturaleza.

El progreso existió a todo lo largo de la Comunidad Primitiva y fue lo que permitió el paso a otra organización social superior: la esclavista.

Comprueba lo que has aprendido

1. Elabora un cuadro donde resumas las características fundamentales de la Comunidad Primitiva.
2. Investiga cómo se pusieron de manifiesto las características de la Comunidad Primitiva en Cuba.
3. ¿Por qué podemos afirmar que en la Comunidad Primitiva se hizo evidente el progreso?