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Que los jóvenes sean combatientes de vanguardia fieles sin límites a la causa revolucionaria del Songun del Partido  (Kim Jong Un)

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Mensaje a los participantes en la IV Conferencia de Dirigentes de las Organizaciones de Base de la Unión de la Juventud Socialista Kim Il Sung. 18 de septiembre del año 103 de la era Juche (2014)

Que los jóvenes sean combatientes de vanguardia fieles sin límites a la causa revolucionaria del Songun del Partido
AutorKim Jong Un
Escrito en18 de septiembre de 2014
Fuentehttps://archive.org/details/la-republica-popular-democratica-de-corea-y-la-ospaaal/page/388/mode/2up?view=theater

Con motivo del decimoquinto aniversario del histórico del mensaje del gran compañero Kim Jong Il a los participantes en la Conferencia de Activistas de las Organizaciones de Base de la Unión de la Juventud, todos los jóvenes del país lo añoran en lo hondo de su corazón y reafirman su decisión de seguir invariablemente al Partido. En este momento se celebra la IV Conferencia de Dirigentes de las Organizaciones de Base de la Unión de la Juventud Socialista Kim Il Sung.

Felicito calurosamente a los asistentes a este evento y otros activistas de las organizaciones juveniles de base de todo el país que, en cumplimiento con la idea del Partido de dar importancia a la juventud, trabajan con abnegación en el fortalecimiento de la Unión de la Juventud y la preparación de los jóvenes como vanguardias infinitamente fieles al Partido.

Los grandes compañeros Kim Il Sung y Kim Jong Il amaron a los jóvenes más que a nadie y prestaron profunda atención y dedicaron grandes esfuerzos a la labor con ellos a lo largo de toda su vida.

El gran Líder Kim Il Sung, quien emprendió temprano sus actividades revolucionarias mezclándose con los jóvenes para aglutinarlos en un destacamento combativo como compañeros que compartirían las penas y alegrías, creó la original idea de dar importancia a la juventud y la puso en práctica, preparándola como poderosa vanguardia de la revolución, como reserva confiable del Partido. Fiel continuador de esta idea, el General Kim Jong ll les entregó a los jóvenes la antorcha de la revolución, hizo que la Unión de la Juventud se honrara con el nombre del gran compañero Kim Il Sung y la condujo con entusiasmo para que cumpliera plenamente su misión y deber asumido ante la época y la revolución.

En virtud de la sabia orientación y amor paternal de estas eminentes figuras, los jóvenes han recorrido una gloriosa trayectoria engalanando los años de la revolución con méritos heroicos y triunfos enorgullecedores.

La primera generación juvenil de nuestra revolución enalteció al compañero Kim Il Sung como Sol de la nación y realizó la histórica gesta de liberar al país librando cruentos combates contra el imperialismo japonés, proceso en que creó un brillante ejemplo de la defensa del Líder a costa de la vida.

Después, los jóvenes preparados por el Líder, gritando “¡Viva el General Kim Il Sung!”, lograron el triunfo del 27 de julio en combate heroico, Guerra de Liberación de la Patria que decidía el destino de la nación. En el período de postguerra de la construcción socialista, se pusieron a la vanguardia para hacer realidad el proyecto del Partido y el Líder y exhibieron el espíritu heroico de la Corea de Chollima, acumulando proezas que admiraron al mundo en el cumplimiento de todas las tareas difíciles. Durante la “Marcha Penosa”, la forzada, período difícil sin precedentes, nuestros fidedignos jóvenes, con la férrea decisión de compartir hasta el fin el mismo destino con el gran General Kim Jong Il, manifestaron el invencible poderío de la Corea del Songun en la batalla para la defensa del socialismo y la confrontación con el imperialismo estadounidense.

Las perdurables hazañas realizadas por los jóvenes en los severos períodos de la revolución dejaron escrita en la historia la valiosa verdad de que respaldar al Líder y seguir fielmente su ideología y dirección es el camino que garantiza la victoria de la revolución, la prosperidad del país y la vida digna de los jóvenes. La tradición de hasta morir en defensa del Líder y de la lucha heroica, creadas y aplicadas en las diferentes etapas de la revolución, son un precioso patrimonio revolucionario y la eterna bandera de la victoria que nuestros jóvenes deben heredar y enarbolar de generación en generación.

Hoy vivimos una época de lucha enérgica, nueva época de la revolución del Juche en que bajo la dirección de nuestro Partido se libra una ofensiva por la victoria definitiva de la revolución con la bandera del kimilsungismo-kimjongilismo en alto. Con redoblado ímpetu, nuestros militares y civiles, monolíticamente unidos en torno al Partido, están marchando a pasos firmes hacia la cima de un Estado socialista poderoso y próspero, logrando saltos e innovaciones en todos los frentes de la revolución y su construcción.

Nuestro Partido desea que los jóvenes, continuadores de la revolución del Songun, se pongan a la vanguardia de esta histórica marcha de la nueva época. La Unión de la Juventud es la patrulla digna de confianza, el destacamento de flanco de nuestro Partido en la revolución del Songun. Los jóvenes de nuestro tiempo asumen el sagrado y honroso deber de portar hasta la victoria final de la revolución la bandera roja que lleva impregnados la preciosa sangre y el sudor de los mártires revolucionarios y refleja su sublime deseo.

Cuando los jóvenes, crecidos al amparo de los grandes Líderes y del gran Partido y forjados férreamente en el fragor de la revolución del Songun, toman la delantera abriendo el camino adelante, podemos vencer cualquier dificultad y alcanzar cualquier meta.

Los jóvenes, que siempre han respondido con el corazón apasionado al llamado del Partido y la revolución y al de la patria, deben dedicar toda su fuerza, inteligencia y entusiasmo a la actual marcha histórica cumpliendo plenamente su misión de vanguardia al servicio del Partido.

“¡Qué los jóvenes sean combatientes de vanguardia infinitamente fieles a la causa revolucionaria del Songun del Partido!”, esta es la consigna combativa que nuestros jóvenes deben enarbolar.

Los jóvenes deben seguir con fidelidad la dirección del Partido. La orientación del Partido es, para los jóvenes, como la vida. Solo bajo su guía pueden heredar el linaje del Paektu y continuar la causa revolucionaria del Juche y cumplir impecablemente su misión y deber honrosos como vanguardia juvenil de la época del Songun.

Con la fe inconmovible de reconocer solo a nuestro Partido, tienen que confiar en él y seguirlo con el alma pura y marchar a pasos firmes por el camino señalado por el mismo.

Serán baluartes y escudos que protegen a nuestro Partido. Imitando el noble ejemplo de los antecesores revolucionarios que sacrificaron sin vacilación la juventud y la vida en bien del Partido y el Líder, dedicarán cada momento de su vida a la defensa del Partido.

Se desempeñarán como combatientes de vanguardia en la lucha por materializar la idea del Partido y por defender su política. Considerarán como su fe la idea y política del Partido, pensarán y actuarán donde sea y cuando sea, solo según el pensamiento y voluntad de este y materializarán sus orientaciones hasta las últimas consecuencias con el espíritu de aceptarlas como absolutas y cumplirlas incondicionalmente. Aprendiendo del espíritu y el coraje de los soldados del Ejército Popular, quienes ejecutan de una vez y en el máximo nivel la orden de su Comandante Supremo, cumplirán a cabalidad las orientaciones del Partido hasta la fecha y a la altura que él señala.

Los jóvenes deben ser defensores a muerte de la patria socialista.

La defensa de la patria es la máxima expresión de patriotismo y el deber más sagrado de los jóvenes. Todos aquellos que viven la época del Songun han de considerar como mayor orgullo empuñar el fusil para defender la patria en la primera línea y cumplir a cabalidad su misión ante la patria, como los triunfadores de la gran época en que aniquilaron a los invasores norteamericanos dedicando la única juventud a su única patria.

Los miembros del Ejército Popular en servicio activo, como soldados del Comandante Supremo, se dedicarán con gran entusiasmo al entrenamiento como lo hicieron los guerrilleros del monte Paektu y, armados firmemente con nuestra original idea militar, se prepararán como valientes combatientes capaces de vencer cada uno a cien enemigos. Siempre deberán estar alertas pensando en el combate, con el dedo en el gatillo, y manifestarán sin reservas el coraje de la juventud de la Corea del Songun en la batalla decisiva contra el enemigo.

Los jóvenes establecerán siempre un ambiente de amar el fusil y dar importancia a los asuntos militares. Sus corazones arderán con la voluntad a aniquilar a los enemigos, participarán conscientemente en el ejercicio militar y perfeccionarán los preparativos de emergencia para defender con firmeza sus calles, aldeas, fábricas, granjas y escuelas. Practicarán asiduamente el deporte militar, manifestarán plenamente el espíritu de ayuda al ejército y exhibirán las más bellas cualidades de respetar y ayudar a los veteranos de guerra y los ex militares minusválidos.

Los jóvenes tienen que rechazar resueltamente la infiltración ideológica y cultural de los imperialistas. Actualmente los enemigos, con el propósito de enfermar ideológicamente a nuestros jóvenes y apartarlos del Partido, inyectan en nuestro seno venenos de toda índole, introduciendo vídeos y publicaciones perversos. El blanco principal de sus maniobras es precisamente la nueva generación. Enredarse en esta campaña es traicionar al Partido y la revolución y ayudar al enemigo. Bien conscientes de la esencia y peligrosidad de la infiltración ideológica y cultural del enemigo, los jóvenes jamás caerán en esas tentaciones, mantendrán los ojos bien espabilados para percibir tendencias anormales y las aplastarán resueltamente desplegando una lucha recia. Deberán hacer frente y rechazar categóricamente todos los fenómenos no socialistas, incluyendo los desafueros que mancillan el socialismo de nuestro estilo y que carcomen nuestro régimen.

Los jóvenes serán la vanguardia y miembros de la brigada de choque en la edificación de un Estado socialista poderoso y próspero, digna labor destinada a hacer más rica la patria salvaguardada a costa de la sangre y realizar el hermoso ideal del pueblo. Hacer méritos en esta empresa constituye el mayor honor y orgullo de los jóvenes de nuestra época.

Es aconsejable que los jóvenes sean abanderados en crear la velocidad de Corea en la construcción de una potencia económica. Se lanzarán decididamente a los sectores duros y difíciles y abrirán brechas para el avance. Acelerarán la construcción de la Central Hidroeléctrica Juventud Songun Paektusan y la reconstrucción y reparación de los ferrocarriles de la zona septentrional y levantarán sus obras monumentales en varios frentes como las de geotransformación y las construcciones de envergadura. Cumplirán infaliblemente sus planes de la economía nacional, considerándolos como misiones de combate que les asigna la patria, y avivarán la llamarada de la emulación por el aumento productivo para crear sin cesar nuevas normas y nuevos récords.

Los jóvenes deben ser precursores en el empeño por alcanzar la más alta cúspide de la tecnología de punta. Con la ambición de superar el nivel mundial como los científicos que con el lanzamiento del satélite manifestaron el poderío de la Corea del Songun, desplegarán fuertemente la batalla de la inteligencia y la tecnología, e impulsarán enérgicamente la construcción de un país poderoso y próspero con sus excelentes logros científicos y técnicos. Tomarán parte en la marcha científica y tecnológica de la juventud y, de esta manera, mostrarán plenamente su inteligencia y talento creadores, dominarán la tecnología de su rama y serán maestros de la invención.

Además, participarán activamente en las actividades masivas como el Movimiento por la Obtención del Premio Antorcha Juventud del Songun, el de la Brigada de Choque Juvenil y el de la Brigada Juvenil para manifestar sin reservas la inteligencia y valentía de la juventud.

Los jóvenes deben ser los primeros en abrir una era de prosperidad del Estado socialista civilizado.

Los jóvenes del sector de la literatura y el arte han de desplegar vigorosamente las actividades creativas revolucionarias realizando gran cantidad de obras maestras que representen la época y gocen de la aceptación del pueblo. Aprendiendo de la cultura revolucionaria de los militares, establecerán un noble estilo de vida cultural y estética, y vivirán siempre llenos de optimismo y júbilo, desplegando vigorosas actividades culturales y artísticas de masas. Serán activos en hacer del deporte un ejercicio de las masas y parte de su vida y, en cumplimiento del proyecto del Partido de construir una potencia deportiva, sudarán mucho más en los entrenamientos para glorificar la patria con medallas de oro. Responsables de la tarea de implantar la cultura en la producción y la vida, acondicionarán sus centros de trabajo como palacios y convertirán sus calles y aldeas en hermosos parajes socialistas.

Enarbolando la consigna que los convoca a ser talentos científicos y técnicos, los jóvenes deben aprender con aplicación las ciencias y la tecnología, para ser así dignos dueños de la época de la economía del conocimiento. La lectura será para ellos parte de la vida y un hábito. Con gran entusiasmo y dedicación, leerán muchas obras del Partido, libros de la educación revolucionaria, de las ciencias y la técnica y de otras esferas. Es preciso leer todos los números del diario Chongnyon Jonwl.

Los jóvenes estudiantes son protagonistas de la futura Corea poderosa y próspera, que será una potencia de las ciencias y la tecnología, país de talentos. Con la gran ambición de ser a los 20 y 30 años científicos y doctores competentes que asombren al mundo, tienen que estudiar con mucho empeño y prepararse bien como talentos revolucionarios teórico-prácticos que dominen varias materias mediante la participación activa en la práctica productiva y otras acciones socio-políticas.

Para lograr que los jóvenes cumplan con éxito su misión como fuerza de vanguardia del Partido en la nueva época, resultan muy importantes la posición y el papel de las organizaciones de base de la Juventud.

Son centros de la vida política de los jóvenes y unidades principales de trabajo que aglutinan a las masas juveniles en torno al Partido y las orientan y movilizan en la materialización de la política del Partido. Su capacidad organizativa, unidad y combatividad son precisamente las de la Unión de la Juventud. Pero ahora ellas no están cumpliendo satisfactoriamente su papel acorde a su importante posición y misión como organizaciones políticas de los jóvenes. Algunas no prestan primordial atención a su tarea principal, la dirección de la vida ideológica y organizativa de sus miembros, ni desarrollan su trabajo apropiadamente como agrupaciones juveniles, teniendo en cuenta el sentimiento, la psicología y la percepción de los jóvenes.

Vigorizarlas y elevar su papel constituye el primer paso para el fortalecimiento de la Juventud y el eslabón clave para el desarrollo del movimiento juvenil. Por esta razón, nuestro Partido le atribuye gran importancia a la presente Conferencia y espera que este evento sea una oportunidad de trascendencia para preparar firmemente a los jóvenes como vanguardia fiel a la dirección del Partido sobre la revolución mediante el Songun, fortaleciendo las organizaciones de base de la Juventud.

Los participantes en la Conferencia y otros dirigentes de las organizaciones de la Juventud a todos los niveles, bien conscientes de la importancia de su labor y la expectativa del Partido, se empeñarán en elevar decisivamente las funciones combativas y el papel de las organizaciones de base, para así crear una nueva era de prosperidad del movimiento juvenil en la época del Songun.

Las organizaciones de base de la Juventud tienen que fortalecer la vida organizativa e ideológica de sus integrantes, de acuerdo con la demanda de la revolución en desarrollo.

Preparar o no a la juventud como vanguardia de la revolución del Songun que continúan la marcha iniciada en el monte Paektu, del brazo y hombro con hombro con el Dirigente, depende enteramente de cómo se lleva a cabo y dirige la vida ideológica y organizativa de los jóvenes. Primero, segundo y tercero, las organizaciones juveniles deben dedicar primordial fuerza a esta tarea.

Ante todo, les compete desplegar dinámicamente la educación ideológica de los jóvenes.

En el momento actual lo importante en este trabajo es intensificar la educación en el patriotismo de Kim Jong ll, en la fe, en las clases y en la moral.

El patriotismo de Kim Jong Il es el elemento nutritivo más valioso para formar a las nuevas generaciones como genuinos hombres que aman a la patria y al pueblo, y la fuerza motriz que impulsa enérgicamente a los jóvenes a la construcción de una patria próspera y poderosa. Las organizaciones de base de la Juventud tienen que inculcar en los jóvenes, a base de los datos vivos, las hazañas inmortales del gran General, quien dedicó toda su vida en aras de la patria siempre con el amor al país y el pueblo, de manera que ellos, imbuidos del patriotismo de Kim Jong Il, sean verdaderos patriotas que aprecien su tierra natal y su puesto de trabajo y se sacrifiquen sin vacilación en bien de la patria y el pueblo.

La revolución se hace con convicción, y quien no la tiene no puede ser revolucionario. Solo quien tiene firme confianza en la revolución puede dedicarse a ella invariablemente y sacrificarse por la patria y el pueblo. Las organizaciones de base de la Juventud intensificarán entre sus miembros la educación encaminada a darles a conocer profundamente que la causa de nuestro Partido es justa y que nosotros triunfaremos infaliblemente, de manera que todos ellos, con firme fe y voluntad, se empeñen en la victoria de la causa revolucionaria del Songun. Organizarán regularmente el recorrido y la visita a los antiguos campos de combate y lugares históricos de la revolución, de manera que sean motivos significativos para conocer profundamente la grandeza del Líder y sus perdurables méritos, aprender del noble ejemplo de fidelidad hacia él de los precursores revolucionarios y coronar su vida con lealtad tan inmaculada como el jade blanco hacia sí mismo y el Partido.

En la actualidad la nueva generación, que conoce de oídos de la explotación y opresión y que no ha sufrido las pruebas de la guerra, constituye la principal fuerza de nuestra revolución. Esto exige intensificar más la educación en las clases. En correspondencia con esta situación y la exigencia de la revolución, las organizaciones de base de la Juventud intensificarán a base de los principios, la educación en las clases para que los jóvenes odien sin límites a los imperialistas y otros enemigos de clase y, con la disposición a combatir a muerte a los enemigos, defiendan firmemente las conquistas de la revolución que tanta sangre nos han contado.

Intensificar la educación en la moral socialista es un imperativo acucioso para consolidar la unidad monolítica de las filas de la revolución y establecer en toda la sociedad un ambiente de vida revolucionario y sano. Ahora algunos jóvenes no observan correctamente la ética en el habla, el respeto y la cortesía pública y deterioran el sano ambiente social y el orden de vida, lo cual se debe a que las organizaciones juveniles no realizan bien la educación en la moral. Las agrupaciones de base de la Juventud tomarán esta educación como su tarea importante y la impulsarán constantemente para que los jóvenes tengan en alta estima a los precursores revolucionarios, respeten a sus maestros y mayores y observen a conciencia las reglas éticas.

Hace falta que la educación ideológica se haga con varias formas y métodos y sustancialmente.

Urge poner en funcionamiento de manera regular y sustancial los sistemas de estudio para aprender del General Kim Jong Il, de conferencias y de otras materias establecidas en la unión juvenil. La escuela de la juventud, centro de la educación de los jóvenes, será un lugar concurrido a todas horas por la organización de sesiones de estudio y de otras reuniones con fines educativos.

La educación ideológica se desarrollará verídicamente al compás de la era en progreso, de manera que pueda impresionar a los jóvenes y orientarlos correctamente. No se realizará para cumplir la exigencia de efectuarla con determinada frecuencia ni en detrimento de la psicología de los jóvenes de nuestra era, con fórmula y molde extemporáneos, sino que se mejorarán continuamente su forma y método.

Las organizaciones de base de la Juventud deben intensificar decisivamente la vida orgánica de sus miembros.

Les darán a conocer correctamente lo valiosa que es la organización, de modo que la amen y respeten y se esfuercen a conciencia para recibir su educación y control. Orientarán a todos ellos a que conozcan bien las exigencias contenidas en los Estatutos de la Unión y las normas de vida interna, se desempeñen y vivan según sus postulados y cumplan en tiempo oportuno e infaliblemente las resoluciones y las tareas de la organización. El balance de la vida de la Unión se efectuará sustancialmente de manera que los militantes se forjen como revolucionarios en el crisol de las actividades orgánicas.

Al dirigir la vida orgánica de los miembros de la Juventud no se apelará solo a su conciencia, sino que se aplicará una rigurosa disciplina interna. En la actualidad algunos de los miembros de la Unión de la Juventud se separan de la vida orgánica, lo cual se debe a la falta de una rigurosa disciplina en sus organizaciones. Las organizaciones de base de la Juventud serán cada vez más exigentes con sus miembros, fortalecerán la disciplina y lograrán que todos ellos participen en la vida orgánica.

Las organizaciones de base combinarán estrechamente la dirección sobre la vida orgánica de sus miembros con el cumplimiento de sus deberes específicos, de manera que los jóvenes trabajadores sobrecumplan las tareas de la innovación técnica y el plan de la economía nacional y los escolares estudien con aplicación para elevar su nivel académico.

Desplegarán activamente el movimiento por la conquista del título del comité de base ejemplar Vanguardia Juvenil, la organización de base ejemplar Vanguardia Juvenil y la clase ejemplar Vanguardia Juvenil, cuya justeza y vitalidad se ponen de manifiesto en la realidad.

Es preciso que los dirigentes de base de la Juventud eleven el sentido de responsabilidad y su papel.

En fiel acatamiento a la dirección del Partido sobre la revolución mediante el Songun, orientarán como la locomotora a los jóvenes a que avancen derecho en pos del Partido.

Con inagotable y gran entusiasmo y vigor, realizarán todas las labores a la manera de la juventud. Programarán de manera innovadora el trabajo, lo desarrollarán en una dimensión asombrosa y lo terminarán de una vez.

A la cabeza de sus militantes los conducirán con su ejemplo práctico. Dar su propio ejemplo es el método más eficaz de la movilización de masas. Los dirigentes de base serán los primeros en emprender los trabajos duros y difíciles. Persuadirán a sus militantes y los convocarán a la lucha y a las proezas no con palabras sino con acciones. Tanto en el trabajo como en otros aspectos de la vida serán espejo para sus miembros.

Los dirigentes de base de la Unión de la Juventud apreciarán y amarán a los militantes a su cargo como si fueran sus hermanos y trabajarán y vivirán con ellos en una misma voluntad. Serán los primeros en advertir sus más ocultas penas, atenderán cada detalle de su vida y labor y les servirán de apoyo a su preparación y desarrollo. Sufrirán como si fueran suyos los errores de los militantes y los educarán de manera constante hasta que todos se conviertan en excelentes jóvenes de vanguardia. Siempre los tratarán con amabilidad y cortesía, apelarán a su inteligencia y fuerza para vencer las dificultades que enfrentan y compartirán con ellos las penas y las alegrías para lograr la plena armonía en las organizaciones de base.

Los dirigentes de la base deben poseer una buena preparación política y profesional.

Deben armarse firmemente con el gran kimilsungismo-kimjongilismo, conocer claramente las concepciones y la política de nuestro Partido sobre el movimiento juvenil y asumirlas con fe plena. Les atañe dominar los asuntos relacionados con la labor de la Unión de la Juventud, conocer bien sobre las teorías políticas y las modernas ciencias y tecnología, estar al tanto de la evolución de la situación y poseer conocimientos de diferentes temas. Deben saber cantar, bailar, tocar instrumentos de música y pronunciar discursos de agitación que conmuevan el corazón del público, así como mezclarse sin cumplidos con otros jóvenes y ponerlos en acción.

Los comités de la Unión de la Juventud de todos los niveles asumen la responsabilidad de dirigir y ayudar de manera activa a las organizaciones de base.

Ahora algunos de esos comités conceden demasiada importancia a diversas actividades y campañas económicas y prestan poca atención al trabajo con las organizaciones de base. Hay funcionarios de la Unión que pierden el tiempo en las oficinas con llamadas telefónicas o papeleos o instan a las organizaciones de base a que les entreguen esto y lo otro. Si los comités menosprecian la labor con las organizaciones de base, estas perderán la combatividad y no podrán cumplir sus funciones, acarreando la ulterior decadencia de la Unión de la Juventud en su conjunto.

Les compete eliminar totalmente su viejo esquema y estilo de trabajo oficinesco con las instancias de base y reforzar decididamente la dirección y apoyo a ellas. Hay que destacar la necesidad de fortalecer el papel de los comités de ciudades y distritos, últimas instancias de dirección de la Unión que trabajan principalmente con las organizaciones de base.

Sus miembros se habituarán a ir y ayudar regularmente a la base. Analizarán detenidamente su situación, les resolverán los problemas pendientes, estimularán y ayudarán con sinceridad a sus dirigentes.

Es preciso fortalecer cualitativamente las filas de dirigentes de base de la Unión. Para esa responsabilidad serán elegidos los que son fieles al Partido, sanos en lo espiritual y moral y ejemplares en la vida orgánica y el cumplimiento de las tareas revolucionarias. Además, se esmerarán en la labor para elevar su nivel de preparación.

Hace falta intensificar la dirección del Partido sobre las actividades de la Unión de la Juventud.

Nuestro Partido concede a la labor de la Juventud la misma importancia que a sus propios asuntos. Darles importancia a los jóvenes es su invariable orientación y línea estratégica.

Las organizaciones del Partido deben tomar firmemente la labor con la Unión de la Juventud como una parte de su misión. Analizarán regularmente lo que hace la Unión, rectificarán sus desviaciones y resolverán bajo su responsabilidad los problemas que enfrenta.

Es necesario otorgar mayor independencia y creatividad a las organizaciones de base de la Unión de la Juventud. Se les harán llegar a tiempo las orientaciones del Partido para cada período, de manera que sus dirigentes puedan trazar con iniciativa los planes de trabajo y cumplirlos acorde con la voluntad del Partido. A las organizaciones del Partido les corresponde darles tareas importantes a las instancias de base de la referida Unión, estimularlas a que las cumplan infaliblemente con sus propias fuerzas, apoyar plenamente iniciativas creadoras de los jóvenes y ayudarlos a llevarlas a la práctica. También crearán condiciones que propicien las actividades independientes de la Juventud.

Igualmente les corresponde tener en alta estima a los dirigentes de nivel primario de la Unión de la Juventud, de suerte que estos sientan gran orgullo y honor por su misión, y contactar con ellos frecuentemente para educarlos en la conciencia revolucionaria y forjarlos constantemente en la práctica. Asimismo, deben admitir en el Partido y formar como sus funcionarios a los mejores de ellos, que sean ejemplos en el trabajo.

Contando con un gran destacamento de reserva que actúa según el propósito y la voluntad del Partido y lo sigue con pasos firmes por el camino recto, rodeándolo como una muralla, no tenemos nada que temer ni nada irrealizable y llegaremos sin falta a la victoria final.

Estoy convencido de que todos los jóvenes, guiados por el Partido, demostrarán sin reservas el espíritu heroico como vanguardia en la misión histórica para la culminación de la causa de la revolución del Songun.