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Biblioteca:Lecciones de Economía Política del Capitalismo. Tomo I/Introducción al estudio de la Economía Política

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1. Objeto de estudio de la Economía Política

La Economía Política marxista-leninista y a burguesa se diferencian fundamentalmente por el método y el objeto de estudio.

La adecuada selección del objeto de estudio y del método a aplicar están en íntima relación con la autenticidad científica del cualquier investigación.

La concepción filosófica del desarrollo de la sociedad creada por Carlos Marx y Federico Engels y su conocimiento de todo lo valioso del pensamiento precedente les permitió determinar con gran rigor científico el objeto de estudio de la Economía Política y convertirla en una auténtica ciencia.

El objeto de estudio de la Economía Política marxista-leninista es el sistema de las relaciones sociales de producción y las leyes que determinan su desarrollo en las diferentes etapas del progreso social, es decir, en los diferentes modos de producción.

Entiéndase por relaciones sociales de producción las relaciones económicas que establecen los hombres entre sí con motivo de la producción. Estas no se reducen solamente al acto mismo de la producción, sino que por producción se entiende en un sentido amplio, el proceso que contiene la relaciones de producción, distribución, intercambio y consumo de lo producido.

Las relaciones de propiedad con respecto a los medios de producción constituyen la base y la esencia del sistema de relaciones sociales de producción en todas las fases del desarrollo social. Las relaciones de propiedad determinan la situación de las clases y grupos sociales en la producción y consecuentemente sus relaciones en la distribución y en el consumo; así como el contenido de sus intereses económicos.

Las características especiales del objeto de estudio de la Economía Política marxista-leninista determinan la complejidad para clasificarla en el conjunto de las ciencias. Esta ciencia es una ciencia social, económica e histórica y es parte integrante de la concepción científica del mundo marxista-leninista.

El marxismo-leninismo constituye la concepción científica del mundo, es decir, es la concepción de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento. Su contenido lo convierte en la teoría revolucionaria y la ideología científica del proletariado.

Por constituir el marxismo-leninismo una ciencia general, íntegra, de la naturaleza, la sociedad y el conocimiento, en él se sintetizan diversas ciencia particulares y cada una de ellas tiene una esfera específica como su objeto de estudio propio, aunque en la realidad concreta no están desvinculados entre sí.

Como concepción científica de la sociedad, descubre las leyes más generales del desarrollo de la sociedad y las causas que determinan el proceso social único y lógico de sustitución de una formación económico-social por otra, destacando de los diversos campos de la vida de la sociedad el de la economía, destacando de todas las relaciones sociales las relaciones de producción, por ser las fundamentales, las primarias, las que determinan todas las demás. La Economía Política cuyo objeto de estudio es precisamente las relaciones sociales de producción es contenido fundamental de la teoría marxista-leninista y, por otro lado, parte integrante de la misma.

En la sociedad los hombres establecen un conjunto multifacético de relaciones al desarrollar sus actividades materiales y espirituales. Estas relaciones sociales son de índole económica, política, cultural, jurídica, educacional, religiosa, etc. y están vinculadas entre sí de forma dialéctica como parte de un todo único que es la sociedad. Las diversas ciencias particulares consideradas en la denominación general de ciencias sociales -historia, teología, pedagogía, etc.- estudian en un aspecto específico de las relaciones sociales.

La Economía Política al estudiar las relaciones sociales de producción como las relaciones fundamentales que establecen los hombres en la sociedad, como base de la vida de la sociedad, se inserta en las Ciencias Sociales en general; al estudiar las leyes que determinan el desarrollo de las relaciones de producción en las diferentes etapas del desarrollo social, se enmarca en particular como una ciencia Histórica por su propio objeto de estudio; y es ciencia económica porque estudia el aspecto económico de las relaciones de producción.

Por el carácter histórico de su objeto de estudio la definición de Economía Política puede ser considerada en un sentido amplio o en un sentido estrecho.

"La economía política, en el sentido más amplio de esta palabra es la ciencia de las leyes que rigen la producción y el intercambio de los medios materiales de vida de la sociedad humana."[1] Así la definió F. Fngels  y añade: "... la ciencia de las condiciones y las formas bajo las que producen y cambian lo producido las diversas sociedades humanas".[2]

Su clasificación en un sentido estrecho considera que la economía política estudia el sistema de las relaciones sociales de producción que corresponden a cada modo de producción históricamente determinado y lo representa por el sistema de categorías y leyes inherentes a cada modo de producción específico.

En su sentido amplio el objeto de estudio de la economía política es válido para todos los modos de producción que estudia,  pero en su sentido estrecho estudia las relaciones sociales de producción específicas que caracterizan cada modo de producción: socialista, capitalista, feudal, etc.

Las conclusiones de la Economía Política sobre el contenido esencial del sistema de relaciones sociales de producción que caracterizan un modo de producción determinado históricamente son válidas para todo el período histórico de ese modo de producción porque corresponden a su esencia, lo que lo distingue precisamente de otro. Lo esencialmente general a todo el modo de producción a su vez permite distinguir lo especial y particular en sus fases evolutivas conservando la misma esencia, así como sus diferentes formas de desarrollo condicionadas por múltiples factores. Así, por ejemplo, al estudiar el capitalismo, primero se estudia mediante el análisis del capitalismo premonopolista lo general,  esencial,  que lo caracteriza como capitalismo independientemente de su fase de desarrollo histórico. Después se incorpora al análisis lo particular que le distingue como capitalismo monopolista en una fase de su evolución y sus formas de desarrollo según se trate de países desarrollados o subdesarrollados. Esto corresponde a la lógica del proceso del conocimiento y al método materialista dialéctico que aplica la economía política marxista-leninista.

Esta no es una ciencia geográfica, estudia lo general y esencial que caracteriza un modo de producción (feudal, capitalista, etc.)  que está condicionado básicamente por la forma específica de las relaciones de propiedad con independencia del medio geográfico, aunque cada modo de producción en sus orígenes haya comenzado a desarrollarse en una región específica del mundo. Por esta razón la economía política en su sentido estricto se refiere a los modos de producción y no existe la economía política marxista-leninista de países o regiones. Esto le permite -a partir del conocimiento de los rasgos esenciales del modo de producción-  estudiar el desarrollo de un modo de producción en un país determinado o en una región para conocer las particularidades que lo condicionan, sus rasgos peculiares y descubrir las causas de estos.

La Economía Política marxista-leninista del Capitalismo aporta un conocimiento del desarrollo lógico e histórico del sistema capitalista a escala mundial, que constituye la teoría y el método científico indispensable para investigar y demostrar las particularidades del desarrollo del capitalismo en los llamados países del Tercer Mundo.

En los cursos en que se estructuran las asignaturas de economía política marxista-leninista se estudiará, de forma muy sintética los rasgos esenciales de los modos de producción precapitalistas, la Economía Política del capitalismo y la del Socialismo. Es decir, se estudiará la economía política en su sentido estrecho y amplio.

2. Carácter científico y clasista de la Economía Política

El carácter rigurosamente científico de la Economía Política marxista-leninista está relacionado con la definición exacta de su objeto de estudio y su método que le permite penetrar la esencia de los fenómenos económicos y mostrar las conexiones internas más profundas, las manifestaciones externas, la tendencia y las leyes objetivas que lo regulan.

El objeto de estudio de la Economía Política determina su carácter clasista porque las relaciones sociales de producción son relaciones clasistas determinadas por la forma específica de la propiedad con respecto a los medios de producción. Por esto la interpretación y explicación de los fenómenos económicos siempre está condicionada por la posición clasista de sus investigadores. Razón por la cual la economía política se clasifica en varios tipos, como son: burguesa, pequeño-burguesa y proletaria. Se reconozca o no por sus autores, consciente o inconscientemente, las ciencias sociales no pueden despojarse de su condicionamiento clasista.

La Economía Política marxista-leninista es rigurosamente científica fundamentalmente porque representa los intereses del proletariado, la clase más progresista de la sociedad contemporánea y pone de manifiesto científicamente el papel de la clase obrera.

La Economía Política clásica burguesa -predecesora inmediata de la marxista- pudo ser científica porque se desarrolló en una época en que la burguesía industrial era una clase joven que representaba los intereses económicos más progresistas de ese momento histórico concreto y luchaba por liquidar los restos del régimen feudal que frenaban el desarrollo del capitalismo. Aunque el horizonte burgués de sus creadores constituyó una limitación subjetiva a su desarrollo, no impidió el avance en el enfoque objetivo científico. Mucha más importancia tuvieron limitaciones de tipo objetivo, como son: el insuficiente desarrollo de las nuevas relaciones sociales de producción y el insuficiente desarrollo de las ciencias que permitiría elaborar el método de investigación adecuado.

Cuando la burguesía cumplió su misión histórica progresista se convirtió en un freno no solo para el desarrollo de las fuerzas productivas sino también el desarrollo de esta ciencia y es cuando se produce un punto de inflexión en el desarrollo de la Economía Política burguesa y se convierte de científica en vulgar, apologética del capitalismo.

C. Marx analizó que la economía política clásica se encontró en su desarrollo con la siguiente alternativa:

  • Continuar su desarrollo científico para lo que tenía que despojarse de su piel burguesa.  De esta vertiente surge la Economía Política proletaria creada por C. Marx y F. Engels  y continuada por V. I. Lenin, considerados los clásicos de esta Economía Política.
  • Continuar siendo burguesa y perder su carácter científico. De esta vertiente surge la Economía Política vulgar.

El nexo del carácter clasista y científico de la economía política proletaria reviste una importancia suprema para el socialismo.

3. Importancia y funciones de la economía política

La importancia del estudio de la economía política se puede apreciar a través de las funciones cognoscitivas, metodológicas, ideológica y práctica inmanentes a esta ciencia. Estas funciones están concatenadas e interrelacionadas, no obstante se pueden distinguir.

Función cognoscitiva

La Economía Política marxista-leninista estudia el sistema de las relaciones sociales de producción de cada modo de producción para descubrir la esencia de esas relaciones,  sus formas de movimiento y manifestación, contradicciones, leyes y tendencias generales que lo caracterizan en su identidad general como modo de producción histórico-concreto. Por ello esta ciencia se identifica por las relaciones sociales de producción que caracterizan el modo de producción independientemente de su grado de desarrollo y de su lugar geográfico. La función cognoscitiva contiene la dialéctica de lo general y lo particular. El conocimiento de lo general esencial al modo de producción permite distinguir lo particular del sistema de sus relaciones sociales de producción en cada una de las fases de su desarrollo desde que surgen, así como lo peculiar que las caracteriza no por su esencia y grado de desarrollo, sino por su adecuación en que surgen y se desarrollan.

El fenómeno estudiado lo representa valiéndose de un sistema de categorías que elabora para explicar su objeto de estudio. Es decir, elabora la teoría que proporciona el conocimiento científico acerca de cómo y por qué surgen, se desarrollan y se sustituyen los modos de producción; y cómo y por qué el desarrollo lógico e histórico conduce al curso de la historia inexorablemente a la superación de las relaciones de explotación por otras superiores.

La economía política en el socialismo debe ofrecer el conocimiento de lo general de las nuevas relaciones sociales de producción y de lo peculiar inherente al nivel de desarrollo alcanzado por esas relaciones de producción en determinadas condiciones histórico-concretas.

La función cognoscitiva es la básica a partir de la cual la ciencia puede cumplir sus otras funciones. Y al cumplir las restantes funciones se enriquece la teoría que desarrolla la función cognoscitiva.

Función metodológica

El marxismo-leninismo demuestra que las relaciones económicas constituyen la base del conjunto de las demás relaciones sociales de la formación económico-social. Al estudiar la Economía Política el sistema de las relaciones sociales de producción, proporciona la teoría general que sirve de base metodológica para las diversas Ciencias Sociales que estudian esas relaciones (ciencias históricas, jurídicas, etc.).

Especial significación reviste el papel metodológico de la Economía Política para las otras ciencias económicas que estudian los fenómenos concretos de la economía nacional y sus ramas y sectores. Del conjunto de las ciencias económicas, solo la Economía Política estudia el sistema de las relaciones sociales de producción por lo que aporta la teoría general y el método que explica la base, y la esencia, de las contradicciones y leyes que regulan los procesos económicos cuyas formas externas, es decir, al nivel de la manifestación concreta, investigan las demás ciencias económicas: relaciones económicas internacionales, dirección de la economía, economía empresarial, contabilidad, etc.

El desarrollo de estas ciencias a las que sirve de base metodológica a su vez desarrollan la función cognoscitiva y por ende las demás funciones de la Economía Política al aportar el conocimiento científico de los fenómenos superficiales concretos. En el socialismo las nuevas relaciones sociales de producción surgen y se desarrollan de forma consciente por lo que esta función tiene  singular importancia porque aporta la base metodológica para elaborar los principios de la gestación, la dirección, la estrategia y la política económica.

Función ideológica

La teoría sobre las relaciones económicas es el contenido fundamental del marxismo-leninismo que forma una concepción científica del mundo en las masas. La ideología, como parte que es de la superestructura, refleja en última instancia las relaciones económicas. La Economía Política estudia las relaciones sociales de producción que forman la base económica que constituye el fundamento de la ideología por lo que influye en la formación de las convicciones ideológicas, es decir, en el sistema de ideas políticas, filosóficas, morales, etc., de la sociedad. A su vez la ideología de las clases se expresa en la Economía Política convirtiéndose en un  aspecto básico que condiciona su cientificidad.

La Economía Política proletaria demuestra científicamente la necesidad de la lucha de clases, el papel histórico del proletariado en la lucha contra el capitalismo y en la construcción de la sociedad socialista, las bases y el peligro del oportunismo y el revisionismo en el movimiento obrero y comunista. En el socialismo contribuye también a la formación de la conciencia económica.

Función práctica

Al referirse a la función práctica hay que diferenciar la Economía Política burguesa y la proletaria. Como ciencia clasista que es, los descubrimientos y conclusiones de esta ciencia siempre sirven a los intereses y a la práctica social de una clase determinada. La Economía Política burguesa sirve a los intereses de la clase capitalista para explotar más a la clase obrera y a todos los trabajadores con el fin de obtener cada vez mayores ganancias. Enseña a la clase capitalista cómo influir en el curso de los procesos económicos para atenuar las contradicciones del capitalismo, fundamentalmente, en la fase imperialista, y prolongar así la existencia de este modo de producción. La importancia práctica de la Economía Política burguesa es tal que muchos teóricos ideológicos del capitalismo no establecen diferencia entre Economía Política y política económica y su Economía Política se convierte en el sistema de recomendaciones para establecer una política económica determinada.

La Economía Política marxista-leninista sirve a los intereses del proletariado demostrándole cuál es su papel histórico en el derrocamiento de la burguesía para la transformación revolucionaria del capitalismo y en la construcción consciente de la nueva sociedad. En este sentido, F. Engels refiriéndose a la importancia de El Capital lo consideraba como el más terrible proyectil que se había lanzado a la cabeza de los capitalistas hasta ese momento.

La función práctica de la Economía Política en el socialismo es muy compleja e importante porque estas relaciones de producción se crean conscientemente y el funcionamiento de la economía, en el que se desenvuelven las relaciones de producción, se organiza y dirige también conscientemente con el objetivo de desarrollar las nuevas relaciones de producción. Todo este proceso consciente está sometido a la acción inexorable de las leyes sociales y económicas objetivas -no dictadas por los hombres-  que,  en última instancia, regulan el desarrollo de los procesos históricos y económicos y que la ciencia pone al descubierto. Por lo que la ciencia puede enseñar al proletariado cómo influir conscientemente en los procesos objetivos de la construcción de la nueva sociedad.

La Economía Política -basada en las características peculiares del sistema de relaciones sociales de producción que existen objetivamente, con sus contradicciones y leyes económicas- debe servir de base científica para la acción práctica consciente que ejercen los miembros de la sociedad al diseñar y aplicar sus formas y métodos de gestión, dirección, estrategia y política económica.

La validación de su teoría en la práctica social interactúa en el desarrollo de esta ciencia y en el de sus funciones porque la etapa final del conocimiento es la práctica social y a su vez esta es el punto de partida del proceso del conocimiento.

4. El sistema de las relaciones sociales de producción

En este apartado analizaremos las relaciones de producción en dos planos diferentes. Penetraremos en su esencia, y solo así se comprenderá el objeto de estudio de la Economía Política.

Las relaciones de producción están formadas por dos subsistemas de relaciones: las relaciones económico-organizativas y las relaciones socioeconómicas.

Las primeras están vinculadas exclusivamente a la organización de la producción, por lo que están asociadas muy directamente al desarrollo de las fuerzas productivas, sus cambios y transformaciones.

Las relaciones económico-organizativas, reflejan y expresan el nivel de desarrollo de la producción, de división social del trabajo, así como las formas de combinación de los diferentes factores de producción: los medios de producción y la fuerza de trabajo.

Por su parte, las relaciones socioeconómicas constituyen el contenido más profundo y esencial de las relaciones de producción, pues determinan la forma social en que tiene lugar el proceso de producción. Precisamente su contenido son las relaciones de propiedad sobre los medios de producción. Las relaciones de propiedad constituyen la forma social históricamente condicionada de apropiación de los bienes materiales, siendo un aspecto inalienable de la producción social. Caracterizan el modo de vinculación de los trabajadores con los medios de producción.

La relación de propiedad es una relación social de producción, por lo que debe interpretarse como relación entre personas con respecto a la apropiación de los medios de producción y los resultados del proceso productivo.

Por tanto, las relaciones socioeconómicas y en particular la relación de propiedad dominante determina el carácter de la producción, así como el de las relaciones de producción y del modo de producción existente.

La historia de la humanidad ha conocido dos tipos de propiedad sobre los medios de producción: la propiedad privada y la social.

La propiedad privada presupone la tenencia de los medios de producción y de la apropiación de los resultados del proceso productivo, por personas aisladas o grupos reducidos. Este tipo de propiedad cuando se basa en la utilización de trabajo ajeno es materializado en relaciones de explotación de los propietarios de los medios de producción sobre los productores directos.

La propiedad social sobre los medios de producción presupone la tenencia y apropiación colectiva, respectivamente de los medios y resultados de la producción, por lo que excluye relaciones de explotación del hombre por el hombre. Este tipo de propiedad modifica radicalmente el tipo de unión de los trabajadores con los medios de producción.

Precisamente el tipo de propiedad sobre los medios de producción determina el carácter de las relaciones sociales de producción y de cada uno de los momentos de la misma: producción, distribución, cambio y consumo. Las relaciones de propiedad privada, entrañan una desigualdad social de los hombres en la producción misma, predeterminando la participación desigual de ellos en la distribución, el cambio y el consumo. Por otro lado, las relaciones de propiedad social no presuponen una participación desigual de los hombres en la producción sino todo lo contrario, significan relaciones que eliminan la desigualdad social y por tanto una situación diferente en la producción, y cada uno de los otros momentos.

La producción, distribución, cambio y consumo, como momentos de las relaciones de producción, expresan fases o estadios por los que atraviesa el producto en su movimiento. En ese proceso, desde la producción hasta el consumo se establecen las relaciones económicas entre los hombres.

La producción es el punto de partida, pero también momento decisivo, pues ya quedó explicado, que el tipo de propiedad sobre los medios de producción que se establezca predetermina el carácter de los demás momentos. En la producción los hombres se apropian u obtienen, crean o transforman, los productos de la naturaleza con el objetivo de satisfacer sus necesidades.

Entre la producción y el consumo existe una interrelación dialéctica muy compleja. La producción es inmediatamente  consumo. Esto se explica porque la producción crea el objeto para el consumo, su finalidad y razón de ser, es el consumo mismo. Además el producto no se hace realmente producto sino es en el consumo. La producción es quien determina el volumen, la variedad del consumo, pues es el "motor" de las necesidades, al desarrollarse la producción se elevan también las necesidades.

La interacción entre la producción y el consumo es dialéctica. El consumo es inmediatamente producción. El consumo y las necesidades que se forman en él, ejercen un efecto dinamizador sobre la producción, predeterminando la estructura y calidad del producto social.

Al destruir en el consumo el producto, se reproduce su necesidad, se exige su producción, en muchos casos a niveles superiores y más complejos.

La distribución y el cambio son dos momentos intermedios entre la producción y el consumo, pero no como esferas independientes, sino que todos esos momentos conforman una unidad integradora, interrelacionados entre sí por vínculos directos y dialécticos.

La distribución también es un momento de la producción y depende de esta. Solo puede distribuirse lo que se ha producido. Pero la dependencia fundamental está determinada por el hecho, de que como sea el tipo de propiedad sobre los medios de producción, así será el modo, la forma y los métodos de distribución de los productos. Precisamente, antes que ocurra la distribución de los productos entre los miembros de la sociedad, a partir del tipo de propiedad dominante, tiene lugar en la misma producción una distribución primaria de medios de producción y correspondientemente la distribución de los miembros de la sociedad entre los diversos tipos de producción de acuerdo con las diferentes formas de la división del trabajo.

Con rigor, la distribución es un momento de la producción que determina la proporción en que los individuos se apropian de los productos.

La distribución no puede existir sin el cambio. Este, por un lado, es un momento intermedio entre la producción y la distribución, y por otro, es un momento entre esta y el consumo. El cambio es el momento de la producción misma, es cambio de actividades y capacidades y por otro lado, es cambio de los productos, permitiéndoles llegar al consumo.

El cambio, al igual que los otros momentos, depende de la producción, y por tanto, del tipo de propiedad sobre los medios de producción. Si la producción es privada, aquel también es privado. En dependencia de la organización y desarrollo de la producción, así será la intensidad del cambio. Además este no puede existir sin división del trabajo en actividades productivas.

En fin, el cambio considerado en su totalidad es la circulación misma .Pero también es un momento de la producción por cuanto determina los productos en los cuales el individuo reclama lo que le ha asignado la distribución.

Por tanto, la producción, la distribución, el cambio y el consumo, constituyen una unidad dialéctica, pues están íntimamente vinculados, se contradicen, se condicionan, se presuponen y se excluyen.

Las relaciones de producción, no son relaciones de producción en el sentido estricto de la palabra, sino relaciones sociales de producción, distribución, cambio y consumo, el conjunto de las relaciones que surgen entre los hombres.

5. Consideraciones sobre el mecanismo económico

  1. Engels, F. "Anti-Dühring". Editora Política, La Habana, 1975, p. 180.
  2. Idem, p. 184.