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Biblioteca:Historia Antigua y Medieval. 7mo grado/Parte II: Oriente Antiguo

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En el capítulo anterior, estudiaste cómo en la Comunidad Primitiva los hombres transformaron lentamente las condiciones en que vivían, mejoraron sus técnicas e instrumentos de trabajo, hubo más producción y surgió el excedente y, con este, la desigualdad social entre ellos.

En esta nueva parte conocerás cómo las civilizaciones del Oriente Antiguo, durante la Comunidad Primitiva, desarrollaron características similares, que dieron paso a la sociedad esclavista.

¿Qué países forman el Oriente Antiguo? Si observas el mapa, podrás apreciar que fueron Egipto, Mesopotamia, India y China, las llamadas grandes civilizaciones, que se asentaron en el noreste de África y en Asia. En estos territorios se establecieron los primeros Estados esclavistas conocidos por la historia de la humanidad.

Entre estas civilizaciones una de las más interesantes fue la egipcia, la que a través de los tiempos ha despertado la admiración de los hombres y ahora será objeto de nuestro estudio.

Capítulo 2: El Antiguo Oriente

2.1 El Antiguo Egipto

Situación geográfica y condiciones naturales

Al noreste del continente africano se encuentra situado Egipto. Este territorio es atravesado por el río más largo del mundo,el Nilo, cuyo valle sirvió de cuna a esa civilización.

El río Nilo era muy importante para los egipcios, pues cada año al desbordarse, sus aguas humedecían la tierra, sobre la cual depositaban una capa de restos de minerales y vegetales, conocida con el nombre de limo, el cual actuaba como un excelente abono que contribuía a la fertilidad del valle. Por eso, se decía que Egipto era un regalo del Nilo, y le fueron dedicados, himnos muy hermosos. Uno de ellos, decía:

"Salud a ti (...) que naces en esta tierra,

y llegas para dar vida a Egipto (...) para dar

vida a todos los que tienen sed (...)"[1]

El trabajo de las comunidades agricultoras a orillas del Nilo

Estas condiciones naturales permitieron que desde el milenio IV a.n.e., hace aproximadamente cinco mil años, la agricultura se convirtiera en la fuente principal de alimentos de los egipcios y, por tanto, en su actividad económica principal.

Los egipcios cultivaban fundamentalmente cebada, trigo y lino. Con este fin en los primeros tiempos utilizaban instrumentos muy rústicos como el arado primitivo de madera, con el que abrían profundos surcos, y la hoz[2], que les permitía cortar las espigas de los cereales (lám. 13 a, b).

En las faenas agrícolas eran utilizados también animales como cerdos, ovejas y cabras, que al caminar sobre los surcos enterraban las semillas, lo que contribuía al cultivo. Los animales también eran empleados en la trilla[3]; esto nos permite afirmar, que la ganadería ocupaba un importante lugar en la vida de los egipcios (lám. 13 c).

El trabajo agrícola era realizado por todos los campesinos, organizados en comunidades. A estas agrupaciones se les llamó comuna campesina.

Las grandes obras de irrigación y drenaje

Los egipcios necesitaban controlar las crecidas del Nilo, para aprovechar sus aguas y obtener así mejores cosechas; fue por eso que se vieron obligados a construir canales, para llevar las aguas hasta lugares distantes.

A lo largo de la ribera del río construyeron represas. Estas consistían en altos muros confeccionados con paja y adobe[4], que formaban cuadros cerrados de enorme tamaño, donde almacenaban el agua para utilizarla en épocas de sequía.

Otra técnica empleada para sacar el agua del río y llevarla a los lugares más altos era el shaduf.

¿Te imaginas cuán difícil sería realizar a mano, con técnicas o instrumentos tan rudimentarios tamaña empresa?

De ahí que, los egipcios se vieran en la necesidad de agruparse para construir y utilizar en común el sistema de riego, es decir, que del trabajo masivamente organizado de las comunas campesinas dependían la vida de todos, pues sin este era imposible lograr el dominio del río. Las condiciones naturales de Egipto influyeron en el desarrollo económico y social de su pueblo.

Los instrumentos de trabajo se perfeccionan. Aparición del metal. La utilización del cobre

Los instrumentos de piedra y madera no permitían obtener mejoras en los cultivos, era necesario sustituirlos por otros más perfeccionados. Los egipcios comenzaron a utilizar el cobre en dichos instrumentos, lo que les permitió hacer más productivo el trabajo y transformar completamente el valle del Nilo.

Crearon un lago artificial, el Moeris, con el que lograron obtener dos cosechas anuales; convirtieron al Nilo en un río navegable y hasta llegaron a cavar un gran canal que unía al Nilo con el Mar Rojo, lo que facilitaba la comunicación con otras regiones.

La utilización del metal, el perfeccionamiento de los instrumentos y de las técnicas, unido al trabajo masivo de las comunas, permitió que los egipcios lograran mejores cosechas y la producción de un sobrante o excedente de alimentos. Esto posibilitó que algunos hombres no se dedicaran a las labores agrícolas.

Así, hubo hombres que se dedicaron a diferentes oficios: tejedores, orfebres[5],’ carpinteros, albañiles, curtidores, alfareros. Estos eran los artesanos. Ellos elaboraban objetos necesarios para vivir; del lino, que crecía a orillas del Nilo, tejían sus vestidos; con barro confeccionaban las vasijas donde cocinaban y guardaban sus alimentos. La utilización del bronce les permitió elaborar instrumentos más fuertes y duraderos, también trabajaban el oro y la plata (lám. 14).

El excedente agrícola obtenido por la comuna campesina era intercambiado, en forma de trueque[6], por aquellos artículos que esta no producía.

El intercambio fue el inicio del comercio que se desarrollaría en Egipto, muchos años después, aunque esta actividad económica nunca llegó a ser para ellos tan importante como la agricultura.

Comprueba lo que has aprendido

  1. Explica cómo influyeron las condiciones naturales en el desarrollo económico y social del Antiguo Egipto.
  2. Selecciona una de las ilustraciones del epígrafe y descríbela.
  3. Elabora un resumen sobre la importancia del perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo en el Antiguo Egipto.

2.2 Las clases sociales y el Estado en el Antiguo Egipto

La sociedad dividida en clases

¿Recuerdas las consecuencias del trabajo masivo y el perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo?

En efecto, ambos elementos posibilitaron la aparición del excedente. Pero este no benefició a todos los miembros de la comuna, sino solamente a los jefes que se adueñaron de esos productos.

A partir de este momento, en la sociedad egipcia se fueron diferenciando dos grupos: los explotadores y los explotados.

Los explotadores no trabajaban y representaban la minoría. A este grupo pertenecían los jefes, los cuales comienzan a enriquecerse con la apropiación del excedente, que exigían cada vez en mayores cantidades a todas las comunidades.

Los explotados constituían la mayoría de la comuna; eran obligados a trabajar durante largas jornadas y como debían entregarles a los jefes gran cantidad de productos, se quedaban solo con lo indispensable para vivir; de no cumplir estas obligaciones, eran castigados cruelmente. Como ves, este grupo estaba integrado por campesinos y artesanos, considerados hombres libres, aunque en la práctica eran tratados como esclavos.

Dentro del grupo de los explotados estaban los esclavos, obtenidos mediante las guerras: a los prisioneros de guerra resultaba más conveniente no matarlos, sino esclavizarlos y de esta forma aprovechar su trabajo. Al principio no fueron muy numerosos, pero paulatinamente su número fue incrementándose.

En Egipto se había desintegrado la Comunidad Primitiva, la sociedad estaba dividida en dos grupos o dos clases sociales fundamentales: esclavistas y esclavos.

Surgimiento del Estado unificado en el milenio III a.n.e.

Organización del Estado egipcio

Para que la minoría explotadora pudiera mantener sometida a la gran masa explotada, era necesario una organización, que dirigiera todas las actividades de la sociedad, creara e hiciera cumplir leyes que protegieran la vida y propiedades de los esclavistas egipcios y aplastara cualquier rebelión de los esclavos, campesinos y artesanos; por ello, surgió el Estado esclavista egipcio, que sirvió como instrumento de explotación.

¿Cómo surgió y se organizó el Estado en el Antiguo Egipto?

Como recordarás, la construcción de complejas obras de canalización y el escaso desarrollo de los instrumentos de trabajo, obligaron a que paulatinamente las comunidades se fueran uniendo. Esta unión, en algunos casos, se realizaba de forma voluntaria por la necesidad del trabajo cooperativo; en otras, por medio de la fuerza y el predominio de las aldeas más poderosas. Así, se integraban en grandes agrupaciones territoriales cada una con su jefe, que era el encargado de controlar las obras de regadío y el excedente o sobrante de las comunidades campesinas.

Estas agrupaciones lucharon entre sí durante mucho tiempo para lograr la hegemonía, proceso que culminó con el establecimiento de dos reinos: el reino del norte (Bajo Egipto) y el reino del sur (Alto Egipto). La larga lucha entre ambos reinos llegó a su fin en el milenio III a.n.e. (año 3 000), con la creación del Estado centralizado en Egipto, que tuvo como capital la ciudad de Menfis.

Al jefe supremo de todo este vasto[7] territorio se le llamó faraón, del que dependía la vida de todas las comunidades; solo él podía variar o anular cualquier tipo de medida, ejercía su poder de forma autoritaria, cruel, por eso era despótico.

El faraón, era el dueño absoluto de todo cuanto existía en Egipto: controlaba el comercio, organizaba y dirigía personalmente las guerras de conquista contra los territorios vecinos. Su tarea fundamental era garantizar las construcciones y las obras de irrigación y drenaje.

Para ello disponía de un gran número de funcionarios, oficiales, guardias, capataces, carceleros, que ayudaban a controlar la administración del Estado, fijaban impuestos a las comunidades y hacían cumplir las leyes impuestas por el faraón, mediante la fuerza.

Todo el cuerpo de funcionarios, encabezados por el faraón, conformaba el Estado, que estaba integrado por la clase esclavista; para ellos trabajaban los esclavos, campesinos y artesanos egipcios. La riqueza y el poder de los esclavistas iba en ascenso a la vez que se incrementaba la explotación.

¿Cómo transcurría la vida de la gran masa de explotados?

Los abrasadores rayos del sol, calientan las arenas del desierto; sin embargo, la luz no puede penetrar en las minas de cobre donde trabajan día y noche hombres que hablan lenguas distintas; la oscuridad subterránea se rompe por la luz de las antorchas que llevan atadas en la frente. Así avanzan a lo largo de estrechas galerías, abiertas por ellos mismos, que apenas permiten colocar sus cadavéricos cuerpos. El polvo, la humedad, la sed y el hambre, los tienen extenuados; algunos presos de la fatiga caen desfallecidos. El resto trabaja sin parar, bajo la mirada de un vigilante que los golpea sin compasión.

Así vivían los esclavos, que puestos al servicio del faraón, de los sacerdotes y de los altos funcionarios, eran, en su mayoría, propiedad del Estado.

Los esclavos eran destinados a los trabajos más duros; las construcciones, las minas, y las canteras. Podían ser comprados o vendidos como simples objetos y eran sometidos a tal maltrato por los esclavistas, que se conocían con el nombre de "muertos vivos".

Pero la vida de los campesinos y artesanos no era mejor.

Muy cerca de la orilla del Nilo, se podía observar a la gran masa de campesinos semidesnudos, inclinados sobre los surcos; cultivaban la tierra oscurecida por el limo, en la que depositaban las semillas. Próximos a los verdes trigales, estaban las chozas hechas de paja y adobe, que formaban las aldeas donde vivían.

Estas eran las comunas campesinas cuyo trabajo de sol a sol constituía la fuente principal de las riquezas de Egipto.

El Estado esclavizaba colectivamente a las comunas campesinas, utilizaba el trabajo masivo en las obras de irrigación y drenaje, la construcción de templos, de tumbas, de palacios, para el faraón.

Los campesinos también estaban obligados a prestar servicio militar en las épocas que no fueran de cosecha y tenían que pagar toda clase de tributos al Estado esclavista.

Lee esta narración extraída de un papiro[8], donde se expone cómo era la vida de los campesinos. Fue escrita en Egipto hace millares de años.

Acuérdate de la suerte del campesino en el momento de registrar las cosechas, cuando el gusano ha devorado la mitad del grano (...) los agentes llevan garrotes (...)i dicen "Traed el grano". No hay grano; el campesino es apaleado de pies a cabeza, atado con cuerdas y echado al pozo (...) Su mujer ha sido atada en su presencia, y sus hijos son llevados. Los vecinos le abandonan y huyen (...)[9]

¿Comprendes por qué decimos que los campesinos egipcios eran explotados como esclavos?

Los artesanos aunque vivían en las ciudades —que era el lugar de asiento de el faraón y sus funcionarios, y donde se almacenaba el excedente de granos y otros productos— no residían en suntuosos palacios. Sus casas como la de los campesinos, eran chozas confeccionadas con adobe. Trabajaban arduamente, producían objetos de lujo para los ricos funcionarios, confeccionaban armas para que los ejércitos egipcios fueran mejor preparados a la guerra y herramientas y barcos imprescindibles para la economía.

Lee detenidamente estos fragmentos de la obra "Sátira de los oficios", en la que se expresa cómo era la vida de los artesanos en Egipto:

(...) El carpintero (...) se encuentra extenuado, porque ha trabajado más allá de sus fuerzas (...) por la noche hay todavía luz en su casa.

(...) ¿El albañil que levanta los muros? Soporta el dolor del látigo (...)

(...) El jardinero (...) sus espaldas ceden bajo las cargas de agua.

(...) El zapatero (...) su suerte es la de un cadáver (...)[10]

Ellos, como los campesinos y los esclavos, no podían disfrutar de todas las riquezas que con su trabajo habían creado, pues estas estaban reservadas solo para la clase esclavista.

Pero los campesinos y artesanos no solo eran sometidos por medio de la violencia, sino también a través de la religión.

Papel de la religión en el Estado esclavista egipcio. El faraón como un dios. La construcción de pirámides

Los hombres en la antigüedad, no sabían darles respuesta a los fenómenos naturales, de ahí que atribuyeran a los dioses las malas o las buenas cosechas, las lluvias o la sequía, el nacimiento o la puesta del Sol.

La religión es una expresión de las condiciones de vida de los pueblos, por eso, cada uno crea su propia religión. Los egipcios atribuían al dios del Sol, Ra, una gran importancia en las labores agrícolas, por lo que le dedicaron los más bellos cantos y le construyeron colosales templos, en cuyas paredes y columnas, aparecen grabados distintos textos en escritura jeroglífica[11] (lám. 15).

Entre los antiguos egipcios, el faraón era considerado el hijo de Ra, era un dios en la tierra; sus mandatos debían cumplirse ciegamente. Ante su presencia, todos se arrojaban a sus pies y besaban el suelo; estaba prohibido pronunciar su nombre. Muy pocos podían acercársele y mirarlo. Besar sus pies y rodillas, era privilegio solamente de altos funcionarios.

¿Y quiénes hacían creer a los pobres egipcios que el faraón era un ser divino e intocable?

Los sacerdotes inculcaban a la gran masa de campesinos y artesanos el temor y respeto hacia el faraón y los dioses, y les exigían que trabajaran para ellos sumisamente. Los explotados vivían temorosos del severo castigo que les impondría Osiris, el dios de los muertos, a todos aquellos que desobedecieran las leyes impuestas por el faraón.

Los conocimientos de medicina y de astronomía que poseían los sacerdotes, les permitió hacer creer a la gran masa explotada en sus poderes sobrenaturales por lo que estas le entregaban numerosos donativos para obtener a cambio sus favores. Muchos sacerdotes eran escribas[12] y, al igual que el resto de los funcionarios, vivían del trabajo de los esclavos, campesinos y artesanos.

Esto nos demuestra que los sacerdotes pertenecían a la clase esclavista egipcia y utilizaban la religión con el fin de mantener sometidas a las masas explotadas.

Los antiguos egipcios creían en la inmortalidad del alma, es decir, la vida en el mundo de los muertos, de ahí que ejercieran la práctica religiosa de la momificación[13], la que solo era efectuada al faraón y a los miembros más importantes de la clase dominante. Esto permitió que los sacerdotes pudieran profundizar sus conocimientos de anatomía al trabajar con el cuerpo humano.

Su creencia en la inmortalidad del alma (Ka), era la razón por la que conferían especial importancia a la construcción de tumbas para guardar cuidadosamente las momias, lugar donde habitaría el alma del difunto (lám. 16).

Pero como en esta sociedad había una gran desigualdad, esas tumbas convertidas en verdaderas obras de arte, eran dedicadas exclusivamente a los faraones y sus altos funcionarios; mientras los explotados no tenían otra tumba que las arenas del desierto.

¿Has oído hablar alguna vez de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo?

Pues bien, entre estas se encuentran las pirámides de Egipto, cuya única función era ser las tumbas de los faraones (fig. 3).

Estas grandes obras de la arquitectura monumental son símbolos del poder centralizado del faraón, en cuyas manos, se concentraba toda la riqueza del país.

La pirámide más grande es la de Keops, construida alrededor del año 2800 a.n.e., con una altura de 150 m. Tan grande es su base, que para poder rodearla es necesario un recorrido de casi un kilómetro.

Para la construcción de templos y pirámides, era preciso calcular el tiempo que demoraría su terminación, la cantidad de hombres que se necesitaría, la altura y el área que abarcaría; todo lo cual contribuyó al desarrollo de las matemáticas.

¡Cuán difícil sería elevar, en esa época, millones de bloques de piedra de más de dos toneladas de peso! Se requería del trabajo de miles y miles de seres humanos durante años, en obras que solo utilizaría el faraón.

Como ya has estudiado estas construcciones y otras labores, de las que dependían el florecimiento del Estado egipcio, eran realizadas por gran cantidad de esclavos y campesinos esclavizados, muchos de los cuales morían como consecuencia del trabajo brutal y de los golpes y latigazos que caían sobre sus espaldas, quemadas por el ardiente sol. En ocasiones, sus cuerpos eran aplastados por gigantescos bloques que le daban sepultura.

Rebelión de las clases explotadas: campesinos, artesanos y esclavos

Pero no siempre estos hombres soportaban con resignación el yugo de la explotación esclavista que los agobiaba con nuevos tributos.

En el año 1750 a.n.e., estalló una sublevación campesina que se extendió por todo Egipto y a la que se sumaron los artesanos y los esclavos. De esta nos cuentan algunos textos del Antiguo Egipto:

Los sublevados llegan a la ciudad. Sus ojos están llenos de odio hacia los esclavistas que durante tanto tiempo los han explotado; sus rostros reflejan la decisión de poner fina tanta opresión. Todos se dirigen a palacio, donde se lucha a muerte contra los guardias del faraón; en el enfrentamiento se mezcla la sangre de explotados y explotadores.

Una avanzada logra entrar al recinto, hace prisionero al faraón, los ricos son expulsados de palacio. Otro grupo de rebeldes se dirige a las pirámides, sacan las momias de los faraones de sus tumbas y se apoderan de los templos.

Diques y canales son destruidos; los almacenes reales ocupados y declarado propiedad común todo el trigo que estos poseían.

Rápidamente toman el Palacio de Justicia, destruyen las planillas de los impuestos y ajustician a los escribas.

Instalados ya en las mansiones de los ricos, los sublevados se ponen los vestidos y adornos de los señores, y los obligan a trabajar para ellos.

En unas horas, toda la ciudad es ocupada. Ya nadie pagará tributos, ni entregará ofrendas a los dioses. Ahora, los explotados, los que nada poseían, se convierten en dueños de todas las riquezas. Pero los sublevados no pueden retener en sus manos el poder. Les falta organización, por lo que la rebelión es aplastada por el ejército del faraón y, en consecuencia, los esclavos, campesinos artesanos son castigados cruelmente y sometidos de nuevo a una brutal explotación.

Comprueba lo que has aprendido

  1. Haz un resumen sobre las causas del surgimiento de las clases sociales en el Antiguo Egipto.
  2. ¿Por qué podemos afirmar que el Estado egipcio es un instrumento de explotación?
  3. Lee detenidamente la siguiente afirmación: La religión en el Antiguo Egipto estuvo al servicio de la clase explotadora. Arguméntala.
  4. Describe la vida de los campesinos, artesanos y esclavos.
  5. Cita ejemplos que evidencien el desarrollo cultural alcanzado por la civilización egipcia. ¿Por qué fue posible alcanzar este esplendor cultural?
  6. Ordena cronológicamente los hechos más importantes estudiados en este epígrafe.

2.3 Esplendor y decadencia de la civilización egipcia

Las guerras de conquista. Tutmosis III. Sus consecuencias

Los hermosos palacios y templos egipcios son testimonio de que a partir del año 1580 a.n.e., y durante casi todo el II milenio, Egipto alcanzó su mayor esplendor y la ciudad de Tebas se convirtió en la capital de tan poderoso Estado.

En este período comienza a utilizarse el hierro, se desarrolla la elaboración del vidrio, se difunde el carro de ruedas tirado por caballos y se perfeccionan los métodos de cultivo. Ahora conocerás las causas que posibilitaron dicho florecimiento.

El auge del comercio con los países del Mediterráneo, las grandes campañas militares y, fundamentalmente, el incremento de la explotación a que eran sometidos, campesinos, artesanos y esclavos, fueron los factores que propiciaron tal esplendor.

Para llevar a cabo estas guerras de conquista, se organizó un gran ejército formado por tres cuerpos: el de infantería, el de arqueros y el de carros de guerra.

El cuerpo de infantería estaba integrado por campesinos armados con lanzas y escudos, al lado de este, marchaban los arqueros, constituidos casi en su totalidad por mercenarios.[14]

Pero la parte más fuerte del ejército egipcio, sin lugar a dudas, era el cuerpo de carros de guerra, cuya misión consistía en romper el frente del ejército enemigo. Estos cuerpos estaban formados por ricos funcionarios, que miraban con desprecio a la infantería.

Entre los faraones, el más grande de los conquistadores fue Tutmosis III, que reinó de 1525 a 1491 a.n.e. Este condujo sus ejércitos a diecisiete campañas, que extendieron las fronteras de Egipto por el noreste, hacia el Eufrates y por el sur, a las regiones de Nubia y Etiopía, territorios muy ricos en oro, marfil, cobre y plumas de avestruz, muy apreciadas por los egipcios (fig. 4).

Pocos jefes guerreros superaron a Tutmosis III. Él marchaba siempre al frente de sus tropas y desde su carro de combate, lanzaba certeras flechas que causaban la muerte a sus enemigos.

Sus campañas quedan recogidas en los Anales de Tutmosis III, primer diario de campaña conocido en la historia, que relata las hazañas de este faraón. De este documento histórico reproducimos lo siguiente: "(...) Ha salvado 170 kilómetros en once días (...) y ha aceptado la sumisión de todas las ciudades (...)"[15]

Estas campañas de conquista, además de proporcionar gran cantidad de tierras, arruinaban a los pueblos vecinos, a los que les eran robados los granos, el vino, el aceite, las joyas, las maderas y piedras preciosas. El hambre y la muerte asolaban a estos pueblos, cuyos campos quedaban devastados. Se obtenía, además, un gran número de prisioneros que, como ya estudiaste, eran convertidos en esclavos y destinados al servicio del Estado, lo que contribuyó al auge de la esclavitud.

Todos estos pueblos sojuzgados, estaban obligados a entregar anualmente ricos botines al faraón, que le proporcionaban cuantiosas riquezas al Estado egipcio.

¿Quiénes disfrutarían de las riquezas? Los esclavistas egipcios, que acrecentaban, de esta forma, cada vez más su poder.

Causas de la decadencia

Pero las campañas de conquista, si bien propiciaron el florecimiento del Estado egipcio también dieron inicio a su decadencia.

Los artesanos y campesinos, que habían sido reclutados por la fuerza para prestar sus servicios en el ejército, dejaban abandonadas a sus familias. Muchos, no regresaban de la guerra y los que lo hacían, encontraban que sus pocos bienes habían desaparecido; la miseria les arrebataba a sus seres más queridos; las tierras abandonadas no producían lo suficiente, la agricultura decaía y como si fuera poco, los impuestos, para mantener al ejército, aumentaban cada día más.

¡Cuántas calamidades para satisfacer la ambición de riquezas del faraón y sus allegados!

El odio hacia el faraón y a todos aquellos que los explotaban cruelmente con el objetivo de enriquecerse, fue en aumento. Todo esto motivó el estallido de numerosas revueltas de las masas explotadas, entre estas, la del año 1 200 a.n.e., que asestaron un duro golpe al Estado esclavista egipcio.

Unido a ello, al faraón fue perdiendo su poder centralizado, al acrecentarse cada vez más, el de los funcionarios. Esto se debió al ascenso de muchos de ellos a cargos importantes y a la obtención de mayor cantidad de esclavos, tierrasy cuantiosas riquezas que les proporcionaban las guerras de conquista.

Así, los altos funcionarios, y sobre todo los sacerdotes, se consideraban independientes del soberano, lo que debilitaba de esta forma el poder despótico del faraón.

Todo esto nos demuestra que ya en el milenio I a.n.e., el Estado egipcio se encontraba en plena decadencia y su unidad se había resquebrajado.

¿Crees qué en estas condiciones podrían defenderse del ataque de sus enemigos?

Por supuesto que no. En el año 525 a.n.e., los persas[16] invadieron el territorio egipcio. El ejército debilitado por la no incorporación de los campesinos y la traición de los mercenarios sufrió grandes derrotas, lo que fue aprovechado por algunos nobles y sacerdotes que se unieron a los invasores.

Todo Egipto fue convertido en dominio persa; solo quedó del esplendor de aquel gran imperio, las monumentales pirámides y esfinges que hoy nos hacen recordar el poder de los faraones y el sufrimiento de las masas oprimidas.

Comprueba lo que has aprendido

  1. En un mapa de contorno de África:
    1. a) Sombrea elterritorio conquistado por Tutmosis III, y nombra el mapa "Guerras de conquista"
    2. b) Compáralo con el territorio que ocupaba Egipto en el milenio IV a.n.e., y llega a conclusiones.
  2. ¿Por qué podemos afirmar que ya en el milenio I a.n.e., Egipto se encontraba en plena decadencia?
  3. Confecciona un esquema sobre las causas del esplendor de Egipto. Ubica en la línea del tiempo las fechas más importantes del epígrafe.
  1. A. Moret: El Nilo y la civilización egipcia. t. 8. Editorial Cervantes. Barcelona. 1927, p. 38.
  2. hoz: instrumento cortante confeccionado con madera y lascas de piedra afilada.
  3. trilla: acción mediante la cual se separa el grano de la paja, por el pisoteo de las bestias.
  4. adobe: barro secado al sol.
  5. orfebre: artesano que trabaja objetos artísticos de oro o plata.
  6. trueque: cambio de un artículo por otro.
  7. vasto: dilatado, espacioso, extenso.
  8. papiro: especie de papeł en forma de láminas en el que escribian los egipcios: lo extraían de una planta de igual nombre que crece en el delta del Nilo.
  9. Louis René, Nogier y otros: Historia general del trabajo Pre-Historia y Antigüedad. Editorial Grijalbo, S.A. 1965, pp. 135-136.
  10. Louis René Nougier y otros: Ob. cit., pp. 155-156.
  11. jeroglífico: escritura sagrada, en forma de figuras, utilizada por los antiguos egipcios.
  12. escriba: funcionario encargado de redactar los documentos reales; dominaba el arte de la escritura.
  13. momificación: técnica utilizada por los antiguos egipcios, mediante la cual un cadáver se desecaba y conservaba sin romperse.
  14. mercenarios: guerreros de otras naciones, caracterizados por su crueldad, que pelean junto al que les ofrece mejor paga.
  15. A. Moret, y G. Davy: De los clanes a los imperios. t. VI. Editorial UTEHA. México. 1956. p. 248.
  16. persa: natural de Persia, actual Irán.