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Características[editar | editar código]
Desarrollo histórico de la industrialización argentina[editar | editar código]
La industrialización argentina tuvo varias fases, empezando por...
Década Infame (1930-1943): Industrialización "espontánea"[editar | editar código]
Este período estuvo marcado por una serie de políticas económicas implementadas por gobiernos conservadores en respuesta a la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Las mismas se caracterizaron por un mayor intervencionismo estatal en la economía, buscando mitigar los efectos de la crisis y proteger los intereses de los sectores económicos dominantes. Debido a la situación internacional y al agotamiento del modelo agroexportador, dichas políticas tuvieron como efecto secundario el comienzo de la industrialización del país.
Principales políticas económicas implementadas durante este periodo:
- 1930-1935: Política fiscal restrictiva. Inicialmente, se implementó una política fiscal restrictiva para alcanzar el equilibrio fiscal, aumentando impuestos y reduciendo gastos.
- 1931: Control de cambios. Comenzando en 1931 e implementado en etapas, el objetivo del control de cambios era regular el mercado cambiario y evitar la fuga de capitales. Se establecieron dos mercados de cambio, uno oficial y otro libre.
- 1933: Pacto Roca-Runciman. Se firmaron acuerdos comerciales bilaterales, siendo el más importante el Pacto Roca-Runciman con Gran Bretaña en 1933. Este acuerdo buscaba asegurar el mercado británico para las exportaciones argentinas de carne y trigo, a cambio de concesiones para las empresas británicas en Argentina, como los ferrocarriles.
- 1935-1943 Política fiscal menos restrictiva: A partir de 1935, con la recuperación de las exportaciones, el gasto gubernamental aumentó.
- 1935: Creación del Banco Central. Se crea el Banco Central de la República Argentina, con el objetivo de regular el sistema monetario y crediticio del país.
El proteccionismo en este período estuvo atado a la política fiscal y sus vaivenes: se incrementaban los aranceles según fuera necesario mayor recaudación. Si bien esta y otras políticas no se enfocaron explícitamente en la industrialización; las mismas, sumadas a las dificultades para importar durante la Depresión y la Segunda Guerra Mundial, estimularon la industrialización por sustitución de importaciones (ISI).
La intervención del Estado en el sector agrícola, en cambio, fue más consciente que en el industrial: se implementaron medidas para apoyar al sector agrícola, como la compra de cosechas por parte del gobierno y el establecimiento de precios mínimos para algunos productos.
En general, la Década Infame sentó las bases para un mayor intervencionismo estatal en la economía argentina e (inadvertidamente) para el desarrollo industrial del país, aunque a un ritmo lento. Este período, a su vez, no estuvo exento de contradicciones como el Pacto Roca-Runciman; que fue producto de aferrarse al modelo agroexportador cuando este evidenciaba claros síntomas de deterioro.
Revolución del 43 (1943-1946): Hacia la industrialización planificada[editar | editar código]
Este período (1943-1946), se caracterizó por la creciente influencia de los militares en la vida política y económica, la profundización de la intervención estatal, el fortalecimiento de la industria nacional y el surgimiento del peronismo. Las políticas económicas implementadas durante este periodo sentaron las bases para el modelo económico que se consolidaría en los años siguientes en que Perón accedería a la presidencia.
- Profundización de la intervención estatal: El gobierno militar de la Revolución del 43 adoptó un enfoque aún más intervencionista que sus predecesores. La guerra y la inflación impulsaron la implementación de medidas para controlar los precios, las divisas y el comercio exterior. Se impusieron controles de precios máximos, se reguló el trabajo de menores y se fijó el salario familiar para los ferroviarios. La creación de empresas estatales como la Flota Mercante del Estado y Fabricaciones Militares también reflejó este intervencionismo.
- Continuidad de la industrialización por sustitución de importaciones (ISI): La ISI, iniciada en la Década Infame, se intensificó durante la Revolución del 43. La escasez de productos importados durante la guerra y las facilidades crediticias otorgadas por el Banco Central impulsaron el crecimiento del sector industrial. Se dictaron leyes de promoción industrial y se creó el Banco de Crédito Industrial en 1944 para financiar las actividades fabriles. A finales del período, en 1946, la producción industrial se había duplicado con respecto a 1935.
- Reorientación del comercio exterior: La guerra y la necesidad de controlar las divisas llevaron al gobierno militar a profundizar el control de cambios y a mantener las restricciones a las importaciones. Las exportaciones argentinas se vieron afectadas por la caída del comercio internacional, lo que llevó al gobierno a buscar nuevos mercados, especialmente en América Latina.
- Política laboral pro-trabajadores: La Revolución del 43 vio el surgimiento de Juan Domingo Perón, quien desde la Secretaría de Trabajo y Previsión (creada en diciembre de 1943) implementó una serie de medidas en favor de los trabajadores. Perón satisfizo numerosos reclamos de los trabajadores, logrando la adhesión de algunos dirigentes sindicalistas. Esta política, que buscaba mejorar las condiciones de trabajo y fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores, sentó las bases para la alianza entre Perón y el movimiento obrero que sería clave en su posterior elección presidencial. Estas medidas fueron vistas con recelo por los empresarios industriales.
- Política agrícola: El gobierno militar continuó interviniendo en el sector agrícola, manteniendo el control de las transacciones de trigo y el monopolio de las ventas por parte de la Junta Reguladora de Granos. Se implementó una política de precios básicos para sostener la actividad agrícola. Las medidas que favorecieron a los arrendatarios agricultores generaron conflictos con la Sociedad Rural Argentina (SRA).
En el ámbito de la política exterior el gobierno militar heredó una situación compleja. La mayoría de los oficiales adoptaron una postura neutralista frente a la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, algunos sectores presionaban por un acercamiento a los aliados, especialmente a Estados Unidos. La presión estadounidense para que Argentina abandonara su neutralidad y declarara la guerra al Eje generó tensiones entre ambos países. Estas tensiones limitaron la capacidad de Argentina para acceder a financiamiento internacional y mercados para sus exportaciones
Primer peronismo (1946-1955): Industrialización planificada y choque con el sector externo[editar | editar código]
Expansión y Redistribución (1946-1948)[editar | editar código]
Contexto:
- La economía argentina se benefició de la acumulación de reservas y el crecimiento industrial durante la Segunda Guerra Mundial.
- Había una alta demanda internacional de materias primas y alimentos con buenos precios.
- El gobierno de Perón buscó consolidar su base política entre los trabajadores y promover la justicia social.
Nacionalizaciones parciales[editar | editar código]
Se amplió la intervención estatal en la economía a través de nacionalizaciones, especialmente en sectores estratégicos como el transporte y las comunicaciones:
Creación de empresas estatales[editar | editar código]
Redistribución de ingreso[editar | editar código]
Fomento de la industria nacional[editar | editar código]
Política agraria[editar | editar código]
- Redistribución del Ingreso: Se implementaron políticas para mejorar el nivel de vida de los trabajadores, incluyendo aumentos salariales, control de precios y expansión del gasto público.
- Fomento a la Industria: Se continuó con las políticas de promoción industrial iniciadas durante la Revolución del 43, utilizando el crédito barato, controles sobre las importaciones y tipos de cambio preferenciales.
- Nacionalizaciones:
Resultados[editar | editar código]
- Se logró un importante crecimiento económico, con un promedio superior al 8% anual.
- El consumo interno se expandió gracias a la política de ingresos y el gasto público.
- La inversión, especialmente la pública, aumentó significativamente.
- El sector industrial creció a un ritmo mayor que el resto de la economía.
Crisis del sector externo y ajuste (1949-1952)[editar | editar código]
Contexto:
- La finalización de la guerra y el Plan Marshall llevaron a una disminución de la demanda internacional de productos argentinos.
- La escasez de divisas y la inflación se convirtieron en problemas centrales.
- El gobierno peronista enfrentó presiones internas y externas para ajustar su política económica.
Política Económica:
- Restricción del Consumo: Se implementaron medidas para frenar el consumo interno, como el control de precios y la moderación salarial.
- Fomento al Sector Agrario: Se buscó aumentar la producción agropecuaria para obtener divisas, a través de créditos y mejores precios para los productores.
- Racionalización de la Industria: Se abandonó la política de industrialización indiscriminada en favor de una mayor selectividad en el otorgamiento de créditos y la promoción industrial.
Resultados:
- El crecimiento económico se estancó y el producto nacional tuvo signo negativo en 1949 y 1952.
- La inflación se aceleró, a pesar de las medidas restrictivas.
- Se profundizó la dependencia de la economía argentina del sector agropecuario.
Recuperación Moderada (1953-1955)[editar | editar código]
Contexto:
- La economía argentina comenzó a recuperarse gracias a la mejora de las condiciones externas y el ajuste implementado.
- El gobierno peronista buscó consolidar el crecimiento con equilibrio externo.
- Se dio un mayor énfasis a la productividad y la eficiencia en la industria.
Política Económica:
- Estímulo a las Exportaciones: Se implementaron medidas para promover las exportaciones agropecuarias, como la creación de institutos especializados y la mejora de los precios pagados a los productores.
- Reorientación del Crédito: Se priorizó el crédito al sector agropecuario, aunque se mantuvieron algunas líneas de financiamiento para la industria.
- Apertura a la Inversión Extranjera: Se buscaron atraer inversiones extranjeras, especialmente en sectores clave como la siderurgia.
Resultados:
- Se logró una recuperación del crecimiento económico, aunque a un ritmo más moderado que en el primer período.
- La inflación se desaceleró.
- Se inició un proceso de sustitución de importaciones en sectores como la metal-mecánica y la producción de bienes de capital.