Menú alternativo
Menú alternativo personal
No has accedido
Tu dirección IP será visible si haces alguna edición

Biblioteca:Historia de Cuba. Nivel Medio Superior/Capítulo 6: La Revolución Cubana en el poder

De ProleWiki, la enciclopedia proletaria


Con la victoria revolucionaria de enero de 1959 culminaba un largo proceso de luchas iniciado en 1868 que tuvo como objetivos esenciales en cada uno de sus períodos, la independencia del país y el progreso de la sociedad cubana. La Revolución triunfante en su desarrollo ascendente liberó a Cuba del yugo que le impuso el imperialismo norteamericano, estableció el primer Estado socialista en el hemisferio occidental, desmitificó la teoría del fatalismo geográfico, desplegó una extraordinaria labor por el desarrollo económico y la justicia social, confirmó la superioridad del socialismo, manifestó su solidaridad y deberes internacionalistas hacia los pueblos del mundo y ha ejercido una inmensa influencia en todos los países del llamado Tercer Mundo por su gran ejemplo y prestigio.[1]

Pero... ¿fue fácil el camino de la Revolución a partir de 1959? Fidel Castro, al tratar ese tema durante el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, desarrollado en 1975, planteó: "Sabíamos que se iniciaba una etapa enteramente nueva en la historia de la patria, que el camino sería largo y duro, pero que unidos estrechamente al pueblo, marcharíamos adelante [...]"[2]

6.1 De la Revolución democrático-popular, agraria y antiimperialista al socialismo (1959-1961)

6.1.1 Los primeros momentos de la Revolución

El establecimiento del poder revolucionario

Desde los primeros días del mes de enero de 1959, después de la fuga del dictador Fulgencio Batista y el desplome de la junta militar que pretendía malograr la victoria revolucionaria, el pueblo cubano manifestó su inmensa alegría y apoyo a la Revolución.

El primero de enero de 1959 las tropas victoriosas del Ejército Rebelde dirigidas por Fidel Castro Ruz habían entrado en Santiago de Cuba y desde allí, en emocionadas palabras al pueblo de Cuba, el líder de la Revolución expresó:

Al fin hemos llegado a Santiago. Duro y largo ha sido el camino, pero hemos llegado. [...] La Revolución empieza ahora; la Revolución no será una tarea fácil, la Revolución será una empresa dura y llena de peligros, sobre todo, en esta etapa inicial [...] No creemos que todos los problemas se vayan a resolver fácilmente, sabemos que el camino está trillado de obstáculos, pero nosotros somos hombres de fe, que nos enfrentamos siempre a las grandes dificultades [...] La república no fue libre en 1895 y el sueño de los mambises se frustró a última hora; la Revolución no se realizó en 1933 y fue frustrada por los enemigos de ella. Esta vez la Revolución tiene al pueblo entero, tiene a todos los revolucionarios, tiene a los militares honorables. ¡Es tan grande y tan incontenible su fuerza, que esta vez el triunfo está asegurado![3]

El día 5 de enero llega a La Habana el Gobierno Provisional Revolucionario, constituido días antes en Santiago de Cuba, para desarrollar sus funciones. Era un gobierno heterogéneo, donde estaban representadas las diferentes tendencias ideológicas que se opusieron a la dictadura de Batista. La presidencia de la República fue ocupada, según se había decidido previamente, por el magistrado Manuel Urrutia Lleó, quien nombró como primer ministro a José Miró Cardona, ambos de posición conservadora, que fueron acompañados por otros ministros y funcionarios de esa tendencia, entre ellos, Roberto Agramonte, Manuel Ray y Felipe Pazos. La representación revolucionaria en ese gobierno estuvo integrada por Armando Hart, Raúl Cepero Bonilla, Osvaldo Dorticós y otras figuras que también asumieron cargos de ministros. Pero además de ese Gobierno, estaba el Ejército Rebelde y sus principales dirigentes, entre ellos, el Comandante en Jefe Fidel Castro y los comandantes Raúl Castro, Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara, que con un fuerte respaldo popular, se constituían en salvaguarda de la obra de la Revolución que se iniciaba.[4]

El 8 de enero arribó a La Habana la Caravana de la Libertad encabezada por el Comandante en Jefe (fig. 6.1), después de recibir el apoyo y la aclamación popular a lo largo de su recorrido iniciado en Santiago de Cuba. Ante la entusiasta multitud concentrada en la capital, Fidel Castro reafirmó las proyecciones de la Revolución y la importancia de la unidad revolucionaria, al alertar: "Creo que es este un momento decisivo de nuestra historia: la tiranía ha sido derrocada. La alegría es inmensa. Y sin embargo, queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil; quizás en lo adelante todo sea más difícil".[5]

Fig. 6.1 Entrada de Fidel Castro Ruz a La Habana

La situación política, económica y social del país al tomar el poder los revolucionarios, era muy difícil, tal como se había denunciado con anterioridad en La historia me absolverá. Había que eliminar de inmediato el aparato burocrático-militar del Estado burgués, representativo de la oligarquía dominante y aliado al imperialismo; aplicar la justicia revolucionaria y cumplir con las propuestas del programa de la Revolución.

Con esos objetivos, se disolvió el Congreso de la República y todos los órganos del poder estatal y político-administrativo nacional y locales, que sustentaron a la tiranía y sus representantes y en su lugar se instalaron las autoridades revolucionarias, legalizadas e instrumentadas por la Ley Fundamental de la República que se aprobó por el Consejo de Ministros el 7 de febrero de 1959, que dio "[...] inicio al Estado revolucionario provisional que se mantiene durante los años posteriores, hasta que en 1976 se aprueba la actual Constitución".[6]

El cargo de Alcalde Municipal fue eliminado por acuerdo del Consejo de Ministros y la dirección de los gobiernos municipales fue asumida por comisionados nombrados por el Ministerio de Gobernación.

Se disolvieron también el ejército de la dictadura, la Policía Nacional, la Policía Secreta, el Buró de Represión de Actividades Comunistas (BRAC), el Servicio de Inteligencia Militar (SIM), las bandas paramilitares y otras entidades represivas de la tiranía. Su lugar fue ocupado por el Ejército Rebelde, la Policía Nacional Revolucionaria y otros órganos surgidos en función del orden público, la seguridad del país y la defensa de la Revolución contra sus enemigos. Se canceló la misión militar norteamericana que había asesorado al ejército batistiano.

Se depuró el aparato judicial y se eliminaron los Tribunales de Urgencia y la Sala Segunda de lo Criminal del Tribunal Supremo, establecidos para sancionar las actividades revolucionarias. En su lugar se crearon los Tribunales Revolucionarios para juzgar a los criminales de guerra y a los cómplices de la tiranía mediante juicios públicos con garantía de respeto absoluto a la justicia y donde se aplicaron las sanciones correspondientes a los delitos cometidos, entre ellas, la de fusilamiento de los torturadores y asesinos.

Desaparecieron los desprestigiados partidos políticos tradicionales y se prohibió ejercer cargos públicos a los políticos que habían colaborado con la dictadura. Además, se limpió la administración del Estado de elementos corruptos, ladrones, "botelleros" y malversadores de los fondos públicos que se habían enriquecido con la miseria del pueblo y al amparo de una dictadura que dejaba al país con una deuda pública de mil trescientos cincuenta millones de pesos.

Fue muy importante el proceso iniciado de reintegración a sus puestos de trabajo de los obreros despedidos durante la tiranía, la lucha por la democratización sindical y por eliminar la burocracia mujalista, el cese definitivo de los desalojos campesinos, entre otras acciones dirigidas al quebranto de las bases del antiguo Estado y a solucionar urgencias sociales.

Simultáneamente con la desintegración del aparato estatal de la dictadura, era imprescindible establecer un Estado nuevo y cumplir con el Programa del Moncada, por el cual había luchado el pueblo cubano, función que debía asumir el Gobierno Provisional Revolucionario. Sin embargo, desde las primeras medidas tomadas, se manifestaron contradicciones en su seno, pues ellas fueron asumidas con actitudes de discrepancia y oposición por los representantes de la tendencia conservadora o de "retranca", como le llamaban entonces por tratar de frenar el avance de la Revolución, entre los que se encontraban el propio presidente Urrutia y el primer ministro Miró Cardona, mientras que los miembros que representaban a la Revolución se pronunciaban por agilizar las gestiones gubernamentales para solucionar los problemas más perentorios de Cuba, solo posible mediante medidas más radicales.

Por supuesto, que los elementos conservadores no podrían impedir la proyección democrático-popular, agraria y antiimperialista de la Revolución, pues como se afirmó en el Programa del Partido Comunista de Cuba: "[...] aun cuando en el gobierno provisional, instaurado en enero de 1959, figuraban algunos elementos burgueses, estos nunca contaron con fuerza para imponer siquiera un rumbo reformista. El poder real se encontraba en el Ejército Rebelde y en las masas populares, dirigidos por Fidel Castro [...]"[7]

Mientras los representantes de la burguesía en el gobierno demostraban su incapacidad para proceder de acuerdo con las exigencias de un proceso verdaderamente revolucionario, Fidel Castro reiteraba públicamente los puntos esenciales del programa de la Revolución, relacionados con la soberanía política, el desarrollo económico y la justicia social.

El 7 de febrero de 1959, en reunión con los trabajadores cubanos de la refinería petrolera Shell, el líder de la Revolución planteó: "[...] la reforma agraria es imprescindible [...] es una necesidad de la nación, todo el país tiene que ponerse al lado de esa medida revolucionaria, que va a ser una medida muy dura, porque cuando las compañías extranjeras, la United Fruit Company y todas las compañías que aquí tienen miles y miles de caballerías de tierra vean que el latifundio va a ser proscrito, van a poner el grito en el cielo".[8]

A mediados de ese mismo mes, los elementos conservadores dentro del Gobierno Revolucionario mantenían su posición de impedir la proyección radical y popular de la Revolución con múltiples artificios y frecuentes contradicciones entre ellos. En esas circunstancias se produce la primera crisis ministerial, cuando el premier José Miró Cardona renuncia a su cargo, en medio de un ambiente de reclamo popular a favor de la radicalización de la gestión gubernamental. Sus funciones de primer ministro fueron asumidas el 16 de febrero de 1959 por el Comandante en Jefe Fidel Castro, quien anunció un programa para facilitar el avance de la Revolución. Con ese hecho se fortaleció la tendencia revolucionaria y se debilitaron, sin desaparecer, las posiciones conservadoras y de retrancas en el Consejo de Ministros.

Otras medidas del Gobierno Revolucionario

A partir de ese momento se implementó un grupo de medidas dirigidas al rescate de la soberanía nacional y el establecimiento de la justicia social, que aunque no alteraron sustancialmente las relaciones capitalistas de propiedad y distribución de la riqueza, por su carácter democrático, popular, agrario y antiimperialista chocaron con el poderío económico del bloque burgués-latifundista y con los intereses del imperialismo norteamericano.

Durante el mes de febrero se intensificó el proceso de confiscación de los bienes malversados al erario público por Batista y sus aliados, los cuales se transfirieron al Estado cubano, como un elemental sentido de justicia. El Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados, creado para esa labor, en un año recuperó para el pueblo numerosas empresas constructoras y de transporte terrestre, marítimo y aéreo, además de centrales azucareros y tierras. Se estima que se recuperaron valores por un total de 400 millones de pesos.

El 3 de marzo se interviene la llamada Compañía Cubana de Teléfonos, monopolio estadounidense vinculado a oscuros negocios con la tiranía.

El 10 de marzo se rebajan en un 50 % los alquileres de las viviendas, lo que benefició a toda la población y contrarió a los círculos burgueses asociados al negocio de la vivienda.

El 20 de marzo se rebajó el precio de los medicamentos y se desarrollaron proyectos dirigidos a garantizar la salud pública gratuita, con nuevos hospitales, policlínicos y dispensarios, sobre todo rurales. También se aumentó el presupuesto para ese sector y se aceleró la formación de médicos, estomatólogos y enfermeros.

El 21 de abril se declaró el uso público de todas las playas del país. Esta medida y otras, enfrentaron urgentes problemas acumulados en la sociedad cubana durante el colonialismo y el capitalismo en materia de exclusión y discriminación social, racial y de género.

Precisamente, sobre la política de la Revolución contra cualquier manifestación de racismo y de discriminación hacia los negros y los mestizos se había referido Fidel Castro en comparecencia pública el 22 de marzo de 1959, donde planteó que la persistencia de prejuicios raciales, como una lacra social heredada, exigía una profunda labor de esclarecimiento y de conciencia para extirparla. En ese sentido manifestó:

[...] vamos a ponerle fin a la discriminación en los centros de trabajo, haciendo una campaña para que se ponga fin a ese odioso y repugnante sistema con una nueva consigna: oportunidades de trabajo para todos los cubanos, sin discriminación de razas, o de sexo; que cese la discriminación racial en los centros de trabajo. Así iremos forjando, paso a paso, la patria nueva.[9]

Quedaba expresado el propósito de que los cubanos y cubanas, sin distinciones raciales y de géneros, disfrutaran a partir del triunfo revolucionario de la plena igualdad legal y de todas las oportunidades brindadas por la Revolución para su realización social y personal.

Era evidente para los explotadores nativos y el imperialismo norteamericano que la Revolución no se detendría en su lucha por el rescate de la soberanía nacional, el desarrollo económico y la justicia social, ni tampoco ante las propiedades de los latifundistas nacionales y extranjeros. En un país cuya economía estaba controlada por el capital norteamericano y más de 112 000 caballerías de tierra pertenecían a once empresas azucareras, estadounidenses y cubanas, cualquier reforma de la propiedad agraria o medida antilatifundista entraría en contradicción con los intereses imperialistas.

La Primera Ley de Reforma Agraria

El 17 de mayo de 1959, a pesar de la hostilidad del imperialismo y sus aliados se firmó en la Comandancia General del Ejército Rebelde, en La Plata, la Ley de Reforma Agraria (fig. 6.2).

Fig. 6.2 Fidel Castro Ruz firmando la Ley de Reforma Agraria

En ella se planteaba:

Artículo 1. Se proscribe el latifundio. El máximo de extensión de tierra que podrá poseer una persona natural o jurídica será de treinta caballerías [...]

Artículo 6. Las tierras de dominio privado, hasta un límite de treinta caballerías por persona o entidad, no serán objeto de expropiación salvo que estén afectadas por contratos con colonos, subcolonos, arrendatarios, subarrendatarios, aparceros u ocupadas por precaristas [...] en cuales casos también serán objeto de expropiación.

Artículo 15. La propiedad rústica solo podrá ser adquirida en lo sucesivo por ciudadanos cubanos o sociedades formadas por ciudadanos cubanos [...]

Artículo 46. El Instituto Nacional de Reforma Agraria movilizará todos los fondos necesarios para el fomento de las cooperativas, facilitando créditos a largo plazo a esos fines, los cuales serán amortizados con un interés mínimo.[10]

Se contempló, además, la indemnización a los expropiados mediante "Bonos de la Reforma Agraria", redimibles en un plazo de 20 años y en algunos casos se consideraba el pago mensual, en efectivo, de una proporción similar a la renta que los antiguos propietarios recibían por sus tierras.

Con la Ley se nacionalizó casi el 50 % de la tierra, quedando en poder del Estado el 41 % de la superficie cultivable, mientras el 31,6 % pasó a manos de los pequeños agricultores, lo que representaba más del 70 % del potencial agrícola del país (fig. 6.3).

Fig. 6.3 Gráfico de propiedad de las tierras después de la Primera Ley de Reforma Agraria. (Fuente: Colectivo de autores: Historia de Cuba. Décimo grado, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1989, p. 138.)

Esta Ley fue, entre todas las medidas revolucionarias tomadas en ese año, la más radical y trascendente, pues constituyó un duro golpe al gran latifundio y al dominio imperialista sobre Cuba, además de constituir un hecho de justicia social, al entregarles la tierra a más de 100 000 familias campesinas y liberarlas de la tradicional explotación por arrendamiento, aparcería y otras formas. También prohibió la adquisición de tierras por extranjeros y la venta a particulares de las tierras entregadas gratuitamente por la Revolución; liberó a los obreros agrícolas de los salarios de miseria, de las extensas jornadas de trabajo, del desempleo y del "tiempo muerto"; previó el establecimiento de cooperativas como forma superior de producción agrícola y otras acciones complementarias para apoyar a los campesinos en la producción y comercialización de los productos agropecuarios.

Aunque la transformación agraria efectuada no tuvo en su esencia un carácter socialista ni produjo la total erradicación de la burguesía agraria y de las relaciones capitalistas en el campo cubano, cierto es que contribuyó a eliminar los rezagos feudales del campo, cambió la situación de la propiedad de la tierra y afectó el descomunal control que sobre ella tenían las grandes compañías extranjeras y la oligarquía latifundista, por lo que tuvo un carácter antiimperialista y revolucionario.

La Reforma Agraria polarizó a la sociedad cubana, y se creó, por un lado, una sólida alianza entre los obreros, los campesinos y el resto de las capas populares y, por el otro, un bloque burgués latifundista aliado al imperialismo en el que participan, incluso, sectores de la burguesía industrial no azucarera que aunque no fueron afectados por esta ley, se alinearon con la reacción por su incondicional defensa a todo tipo de propiedad privada, por su negativa a vincularse con la alianza popular y por su tradicional actitud dependiente, tímida y proimperialista.

Los medios masivos de comunicación, casi todos propiedades de la burguesía, desplegaron una fuerte campaña mediática con fines contrarrevolucionarios, donde los diferentes grupos de la oligarquía, entre ellos, los ganaderos y los hacendados, sospechosamente vaticinaban la interrupción de la economía del país.

Por otra parte, el secretario de Estado yanqui, Christian A. Herter, dirige el 10 de junio una insolente nota al Gobierno Revolucionario, donde critica la Ley de Reforma Agraria y manifiesta que su texto causó una gran preocupación al gobierno de los Estados Unidos con respecto a la suficiencia de las estipulaciones sobre compensación a los estadounidenses. No fue casualidad, que a fines de ese mismo mes, se realizara en Washington una reunión secreta del vicepresidente estadounidense Richard Nixon con representantes de la mafia y de varios monopolios norteamericanos para establecer un compromiso con vistas a incrementar las actividades dirigidas a derrocar a la Revolución Cubana.

En contraste, el respaldo a la Reforma Agraria en Cuba fue extraordinario. Los sectores populares dieron sus modestos aportes, desde sus pocos ahorros hasta el salario de un día y, en breve tiempo, se logró recaudar dinero suficiente para comprar los equipos e implementos agrícolas que se necesitaban y también armas y otros recursos imprescindibles para defender la Revolución amenazada. El pueblo manifestaba su disposición de apoyar la Revolución con el trabajo y con el fusil.

En 1974 Fidel Castro, refiriéndose a la primera Ley de Reforma Agraria, expresó: "Esta Ley [...] fue la ley que enfrentó directamente al imperialismo contra Cuba".[11]

Al respecto Raúl Castro consideró:

[...] que esa medida significó algo parecido al Rubicón de la Revolución Cubana. El Rubicón era un río que marcaba la frontera entre Italia y la provincia romana de la Galia Cisalpina. Cuando Julio César decidió cruzarlo, después que el Senado romano le prohibiera entrar en Italia con su ejército, se hizo famosa la frase: "Cruzó el Rubicón"; o sea, que tomó una decisión irreversible. Y fue el Rubicón al afectarse esos intereses norteamericanos y desatarse, con toda virulencia, la lucha de clases y la agresividad del imperialismo contra Cuba. Puede decirse que fue el primer paso importante, después vinieron otros.[12]

En ese contexto y en medio de una creciente lucha de clases, se exacerban las contradicciones entre la tendencia conservadora y la revolucionaria dentro del gobierno, necesitado de una mayor acometida revolucionaria por parte de todos sus miembros. Por esas razones, a partir del 11 de junio algunos ministros del gabinete fueron sustituidos por figuras como Raúl Roa, nombrado Ministro de Estado; Pedro Miret, como Ministro de Agricultura y José Alberto (Pepín) Naranjo, como Ministro de Gobernación, entre otros. No obstante, el presidente Manuel Urrutia continuó obstaculizando el desarrollo del proceso revolucionario al asumir posiciones diversionistas, anticomunistas y contrarrevolucionarias.

El 17 de julio de 1959 se hace pública la renuncia de Fidel Castro a su cargo de Primer Ministro por discrepancias con la actitud del Presidente. El pueblo tomó las calles pidiendo el retorno de Fidel a su puesto y la renuncia de Urrutia, que dimite ante el reclamo popular y su lugar fue ocupado por el doctor Osvaldo Dorticós Torrado (fig. 6.4), que se desempeñaba como ministro de Ponencia y Estudio de las Leyes Revolucionarias. El día 23 la CTC convocó a un paro nacional de una hora de duración demandando el regreso de Fidel a su cargo en el Consejo de Ministros.

Fig. 6.4 Osvaldo Dorticós Torrado

El 26 de julio, en el acto central conmemorativo de las acciones del Moncada y en apoyo a la Reforma Agraria, Fidel anuncia que se reintegra a sus funciones de Primer Ministro, decisión aclamada por el pueblo. A partir de ese momento se fortaleció el aparato estatal revolucionario bajo el indiscutible liderazgo de Fidel, sobre la base de unir a todas las fuerzas revolucionarias. En el trayecto revolucionario fueron quedando los elementos moderados y vacilantes, mientras que del Ejército Rebelde y de otras organizaciones verdaderamente representativas de los intereses populares, salieron muchos compañeros a cumplir las más diversas misiones en la dirección del Estado revolucionario y en la defensa del país.

La Revolución continuó su curso a lo largo de 1959, y no faltaron otras importantes medidas como la rebaja del precio de las tarifas telefónicas, eléctricas y del gas, que se realizan a partir del 20 de agosto de ese año y el aumento de las fuentes de trabajo para erradicar el desempleo acumulado e incrementar y extender la pensión de la seguridad social a toda la población trabajadora.

Se atendió con énfasis la educación en un país que tenía un millón de analfabetos, 600 000 niños sin aula y 10 000 maestros sin empleo, al crearse diez mil nuevas aulas e iniciarse la formación de maestros voluntarios; sesenta y nueve cuarteles se convirtieron en centros escolares; se dictó la Ley de Reforma de la Enseñanza para perfeccionar la educación del pueblo; se rebajó hasta un 35 % el costo de los libros de texto y se prepararon las condiciones para iniciar la histórica Campaña de Alfabetización.

Se luchó por erradicar los vicios y la corrupción heredada, como el negocio del juego, el tráfico y el uso de drogas, el contrabando organizado y la prostitución, controlados fundamentalmente por la mafia norteamericana y sus aliados en la Isla. La oficializada y corrupta Lotería Nacional, fue eliminada y en su lugar se estableció el Instituto Nacional de Ahorro y Viviendas (INAV), que utilizó las ganancias en un amplio plan de obras públicas y viviendas. Además, se creó el Ministerio de Bienestar Social, con el objetivo de erradicar los barrios indigentes y la mendicidad, sobre todo la infantil. También fue importante el antes mencionado Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), que tuvo una activa participación en todo lo relacionado con el proceso de expropiación de la tierra y que asumiría un papel fundamental como ejecutor del programa revolucionario.

El primer año de la Revolución fue testigo de la toma del poder político por las fuerzas revolucionarias cubanas y de las transformaciones iniciadas en la sociedad con la adopción de medidas y leyes encaminadas a darle cumplimiento al Programa del Moncada, en tiempos de cambios en la correlación de fuerzas del mundo a favor del sistema socialista mundial y de los movimientos progresistas que luchaban contra el imperialismo. En 1959 la situación internacional fue favorable para la consolidación del triunfo de la Revolución Cubana y de la obra emprendida, a pesar de la creciente agresividad contrarrevolucionaria del imperialismo y de la reacción interna.

Campañas y agresiones de la contrarrevolución interna y del imperialismo

Una de las primeras campañas contra la Revolución Cubana desplegada por el imperialismo norteamericano se dirigió a calumniar el proceso judicial seguido contra los delatores, torturadores y asesinos de los revolucionarios que enfrentaron a la tiranía. Esos verdugos y criminales de guerra fueron procesados legalmente por los tribunales revolucionarios y sancionados según la magnitud de los delitos, incluso a la pena de muerte por fusilamiento. Representantes de los círculos del poder político estadounidense y sus agencias de información, que nunca protestaron contra los horribles crímenes cometidos por la dictadura, intentaron difamar y desacreditar a la Revolución y detener la justicia revolucionaria, al presentar ante el mundo esos hechos como supuestos actos de sanguinaria venganza. Paradójicamente, en Estados Unidos encontraban "asilo político" muchos criminales prófugos de la justicia cubana como: Ventura, Carratalá y otros.

Como respuesta a la calumniosa campaña, se desplegó la Operación Verdad, que incluyó una enorme concentración de cerca de un millón de cubanos desarrollada el 21 de enero de 1959, frente al Palacio Presidencial, y donde más de 300 periodistas extranjeros fueron testigos del respaldo popular a la justicia revolucionaria y al derecho soberano de Cuba a castigar de manera ejemplar a los criminales de guerra.

También se inició una gran propaganda anticomunista en Cuba por parte de la prensa y de otros medios de comunicación que aún estaban en manos del imperialismo y de la burguesía, que incluía falsas noticias y rumores sobre la patria potestad, el fin de la familia, la eliminación de la propiedad, la pérdida de la individualidad, la prohibición de la religión y otras mentiras que intentaban provocar temores, confusiones y rechazos por parte de la población hacia la Revolución y estimular el éxodo hacia los Estados Unidos.

La campaña mediática del imperialismo en contra del proceso revolucionario cubano se dirigió, incluso, hacia los países de América Latina y el Caribe, para convencerlos de que el gobierno cubano quería exportar la Revolución. No fue fortuito que el 30 de marzo de 1959, el general Maxwell Taylor, jefe del Estado Mayor del ejército estadounidense, declarara que la Revolución Cubana podría ser el comienzo de una serie de convulsiones en América Latina, que daría oportunidad a los comunistas para tomar posiciones. Para contrarrestar esas campañas difamatorias y defender la verdad de los pueblos latinoamericanos se crea por iniciativa de Fidel Castro, el 16 de junio de 1959, la agencia "Prensa Latina".

Muchos antiguos militares batistianos, elementos asociados al delito y la corrupción neocolonial y desafectos del proceso revolucionario, alentados, reclutados y financiados por el imperialismo, integraron tempranamente organizaciones contrarrevolucionarias con misiones dirigidas al despliegue de propagandas y planes subversivos, al sabotaje económico y al desarrollo de acciones terroristas, que incluía atentados contra los dirigentes de la Revolución. Un ejemplo de lo dicho fue "La Rosa Blanca", organización fundada en fecha tan temprana como el 28 de de enero de 1959 en los Estados Unidos, por el batistiano Rafael Díaz-Balart, en estrecha relación con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Buró Federal de Investigaciones (FBI).

En abril de 1959 fue juzgado y sancionado por los tribunales revolucionarios el norteamericano Alan Robert Nye, agente del FBI que puesto al servicio de los órganos policiales y secretos de la tiranía como asesino a sueldo, había intentado infiltrarse en el Ejército Rebelde durante la triunfal ofensiva de diciembre de 1958, para ejecutar un siniestro plan destinado a matar al máximo líder de la Revolución en la Sierra Maestra.[13] Sin embargo, el proyecto criminal fracasó y se convirtió en "[...] la primera conspiración descubierta de las más de 630 fraguadas contra la vida de Fidel apoyadas o inspiradas por Estados Unidos a lo largo de medio siglo".[14]

Además, el 14 de agosto de 1959, el Comandante en Jefe denunció públicamente una conspiración contrarrevolucionaria desarrollada por el dictador Rafael Leónidas Trujillo desde Santo Domingo. Trujillo, que antes había apoyado con pertrechos militares a la dictadura batistiana, desplegó una agresiva política contra Cuba, con la activa participación de agentes del imperialismo y de la contrarrevolución cubana. Entre las operaciones desarrolladas se destacaron los ataques a las embajadas y al personal diplomático cubano en Haití y Santo Domingo, las violaciones del espacio marítimo y aéreo cubano para abastecer de armas a los contrarrevolucionarios y el proyecto de un desembarco de mercenarios que debería ser apoyado en la Isla por grupos de exbatistianos y traidores a la Revolución, encargados de provocar levantamientos armados y asesinatos de dirigentes revolucionarios. La conspiración denunciada por el Comandante en Jefe fue desarticulada y derrotada entre el 11 y el 13 de agosto, en una brillante operación de los incipientes órganos de seguridad del Estado y el Ejército Rebelde, cuando fueron detenidos los conspiradores internos y capturados cerca de Trinidad el transporte aéreo invasor, sus tripulantes y abundantes pertrechos militares.

Mientras, los Estados Unidos intentaban obtener el apoyo de los gobiernos latinoamericanos y caribeños para presionar diplomáticamente a Cuba y exigirle la devolución de las tierras norteamericanas confiscadas e incluso preparar condiciones para aplicar acciones más enérgicas, similares a las adoptadas en 1954 contra el Gobierno de Jacobo Arbenz en Guatemala.

Del mismo modo, presionaron en el plano económico. El 12 de febrero de ese año el Gobierno estadounidense había negado el otorgamiento de un modesto crédito solicitado por Cuba y el 8 de julio facultaron al Presidente para suspender la ayuda a países que confiscaran propiedades estadounidenses sin la compensación por ellos aspirada, en franca alusión a la Isla. Además, continuaron sus amenazas de reducir la cuota azucarera cubana, vital para la economía de la Isla.

El imperialismo norteamericano y la contrarrevolución interna que ellos fueron alentando y organizando, trataban de frenar por todos los medios el proceso revolucionario. Por ejemplo, en junio de 1959, ganaderos de Camagüey intentaron entorpecer la aplicación de la Reforma Agraria y afectar el abasto de carne a la población, al negarse a comprar a los campesinos los terneros para cebar. El Gobierno Revolucionario respondió comprándoselos directamente a los campesinos e interviniendo las grandes fincas ganaderas que aún existían.

No faltaron algunos traidores, que descontentos ante la radicalización de la Revolución, bajo el manto del anticomunismo y haciéndole el juego al imperialismo se aprestaron a combatirla y participaron en diferentes formas de subversión. Un ejemplo de lo dicho fue el desertor Pedro Luis Díaz Lanz, quien había sido jefe de la Fuerza Aérea Revolucionaria antes de marcharse a los Estados Unidos, que ejecutó el vandálico ametrallamiento aéreo a La Habana el 21 de octubre de 1959, con un saldo de 2 muertos y 50 heridos.

También Hubert Matos Benítez,[15] jefe del Ejército Rebelde en Camagüey, desarrolló un intento de sedición militar en contra de la Revolución. El comandante Camilo Cienfuegos se dirigió, por orden del Comandante en Jefe Fidel Castro, a enfrentarla y con el apoyo de los revolucionarios camagüeyanos el 22 de octubre arrestó a Matos y al resto del grupo de contrarrevolucionarios confabulados (fig. 6.5).

Fig. 6.5 Camilo Cienfuegos hablando al pueblo

Poco después llegaba Fidel, quien, junto con Camilo y el pueblo de la ciudad, marchó desarmado sobre la jefatura del regimiento militar de Camagüey, donde no hubo ninguna resistencia ante el coraje de los revolucionarios. Sin violencia terminó una sedición que no tuvo ningún respaldo popular. Ese día el Jefe de la Revolución en acto efectuado en el Cuartel "Ignacio Agramonte" de Camagüey, denunció públicamente la traición contrarrevolucionaria. Infelizmente, el 28 de octubre de 1959 en un viaje de regreso a La Habana desde esa provincia, el querido comandante Camilo Cienfuegos desapareció en un accidente aéreo.

En el segundo semestre de 1959 y durante todo el año 1960, las organizaciones contrarrevolucionarias y las redes de espionaje —organizadas, dirigidas y financiadas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA)— se van extendiendo a todas las provincias del país, al mismo tiempo que se incrementan las acciones vandálicas como: la planificación de atentados a dirigentes revolucionarios, agresiones radiales, sabotajes, incendios, alzamientos de grupos de bandidos, violaciones del espacio aéreo y marítimo; bombardeos a poblados, refinerías, centrales azucareros, áreas cañeras y otros objetos socioeconómicos del país.

El 4 de marzo de 1960, explotó en el puerto de La Habana el barco francés La Coubre, que conducía desde Bélgica un cargamento de armas para el Ejército Rebelde (fig. 6.6). Fue evidente que se trataba de un sabotaje preparado por la Agencia Central de Inteligencia de los Estados Unidos para evitar que la Revolución fortaleciera su defensa. La criminal acción ocasionó la muerte de 60 personas y más de 200 heridos. El Comandante en Jefe se presentó de inmediato en el lugar para, en medio del peligro, ayudar a las víctimas de aquel acto terrorista y dar instrucciones a los combatientes para las acciones de socorro. El 5 de marzo, durante el acto de despedida del duelo por los fallecidos se pronuncia por Fidel Castro la consigna de ¡Patria o Muerte!, que resumía la voluntad del pueblo de defender la Revolución hasta sus últimas consecuencias. A pesar de las agresiones norteamericanas que intentaban frenar a la Revolución, esta se fue radicalizando en su desarrollo.

Fig. 6.6 Explosión de La Coubre

El propio presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower, años después en sus memorias se refirió a la hostilidad desatada por el imperialismo norteamericano contra la naciente Revolución Cubana, que daba continuidad a la agresividad histórica de los círculos de poder de los Estados Unidos contrarios a la independencia y la soberanía de Cuba, al decir: "En cuestión de semanas después de que Castro entrara en La Habana, nosotros en el Gobierno, comenzamos a examinar las medidas que podían ser efectivas para reprimir a Castro".[16]

El 17 de marzo de 1960 el presidente norteamericano aprobó el denominado Programa de acción encubierta contra el régimen de Castro, elaborado por la CIA con el propósito de promover y apoyar acciones contrarrevolucionarias dentro y fuera de la Isla para destruir a la Revolución, a su líder Fidel Castro y establecer un Gobierno que respondiera a los intereses de los Estados Unidos. Era un programa de terrorismo de estado contra Cuba, ilegal y violatorio del derecho internacional, que propició la infiltración y diversos tipos de acciones subversivas; la guerra psicológica; presiones económicas y comerciales y aislar diplomáticamente a Cuba del resto de los países latinoamericanos.[17]

En ese contexto también se proyectaron planes para asesinar al Comandante en Jefe Fidel Castro y para invadir a Cuba. Eisenhower en sus memorias refiere que: "El 17 de marzo de 1960 [...] yo le ordené a la Agencia Central de Inteligencia que comenzara a organizar el entrenamiento de los exiliados cubanos, principalmente en Guatemala".[18] El director de la CIA, Allen Dulles, asumió la tarea de conformar una fuerza mercenaria que sería utilizada contra Cuba.

Simultáneamente, el gobierno estadounidense intensificó las agresiones diplomáticas, con la utilización de la Organización de Estados Americanos (OEA) durante ese año. Trataban de presentar la hostilidad norteamericana contra la Revolución Cubana como consecuencia y respuesta a la "penetración comunista" en el hemisferio, para que fuera asumida como un problema regional, es decir, como una contradicción entre la Isla y el resto de los países de América y sumar a esas naciones a la conjura anticubana.

Apoyo, unidad y defensa popular de la Revolución

El imperialismo y la contrarrevolución interna, erraron al creer que la influencia de la ideología burguesa difundida por ellos para intentar someter al pueblo cubano durante más de cincuenta años de República neocolonial, sería un valladar para el desarrollo de una revolución radical.

Contrario a ese cálculo, el desarrollo de la conciencia política, el rechazo a la ideología enemiga y el apoyo a la Revolución fue acrecentándose rápidamente en los diferentes sectores del pueblo cubano como resultado de las medidas de justicia social que se iban tomando, el espíritu de unidad patriótica y revolucionaria que se iba conformando y la labor desplegada por los dirigentes de la Revolución, para movilizar, organizar y orientar a las masas como protagonistas conscientes del proceso revolucionario. La evolución del movimiento obrero en el corto tiempo transcurrido a partir del triunfo de la Revolución y en medio de una aguda lucha de clases, revela el progreso alcanzado en la conciencia revolucionaria de las masas.

El 20 de enero de 1959 se aprobó la Ley No. 22 por el Consejo de Ministros que depuso de sus cargos a las personas que el 31 de diciembre de 1958 integraban las directivas nacionales de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC), las federaciones obreras provinciales, los sindicatos, uniones y gremios de toda la República.[19] Se creó un Comité de Dirección Provisional de la CTC —que añadiría al nombre de la organización, el de Revolucionaria (CTC-R)— encabezado por dirigentes sindicales procedentes de la Dirección Nacional de la Sección Obrera del MR-26-7, con el fin de reestructurar la organización obrera, eliminar la mafia sindical mujalista y recuperar el ejercicio democrático de los trabajadores.[20]

Sin embargo, en el Comité se manifestaron actitudes antidemocráticas, sectarias, reformistas, anticomunistas y de prácticas mujalistas, como por ejemplo, la exclusión de dirigentes del PSP y de otras organizaciones revolucionarias que formaron parte del FONU, lo que no contribuía a la necesaria unidad revolucionaria dentro del movimiento sindical, en momentos en que en algunos colectivos obreros, ante las necesidades materiales acumuladas por los trabajadores durante la República neocolonial, se comenzaba a plantear una serie de reivindicaciones económicas inmediatas al Gobierno Revolucionario.

Fue memorable la Asamblea Plenaria de la Federación Nacional de Trabajadores Azucareros (FNTA), celebrada el 9 de febrero de 1959, en la que los dirigentes de la Revolución participantes esclarecieron a la clase obrera que el momento no era de satisfacer rápidamente sus demandas, pues lo importante para el proletariado era luchar para afianzar el poder político de su Revolución. El Comandante en Jefe manifestó: "Vamos a sacrificarnos ahora, como parte de nuestra estrategia, para poder golpear después, para poder exigir después, para tener más después".[21] Los delegados obreros aceptaron de forma unánime el pedido de Fidel y retiraron sus demandas.

Fidel, conocedor de la importancia de la unidad revolucionaria y del verdadero papel del proletariado en la Revolución, prestó mucha atención al desarrollo del movimiento obrero en esos momentos y realizó numerosas intervenciones ante los colectivos obreros para esclarecer su verdadero papel, alertar de los peligros de las divisiones y de las pugnas internas dentro del proletariado. Los sindicatos comenzaron a sacudirse de los líderes reformistas, contrarrevolucionarios y anticomunistas. Comprendieron masivamente que esta revolución era suya y que su objetivo fundamental era defenderla.

El fortalecimiento de la conciencia revolucionaria del proletariado, de los estudiantes y de los demás sectores populares desde el primer año de la Revolución se evidenció en las movilizaciones de masas desplegadas. Fueron ejemplos de lo afirmado, la concentración popular del 26 de julio de 1959, el repudio del pueblo a la conspiración contrarrevolucionaria en Camagüey y la manifiesta disposición de las masas de defender la Revolución.

Previo al acto de recordación del asalto al Moncada, los sindicatos obreros, los estudiantes y la población habanera en general se dispusieron, en gesto solidario, para albergar a medio millón de campesinos que habían llegado a la capital para patentizar su apoyo a la Reforma Agraria y a la Revolución.

En ese ambiente de efervescencia revolucionaria, se lanza la convocatoria para desarrollar, a partir del 18 de noviembre de 1959, el X Congreso Obrero de la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC-R), primero que se celebraría después de la Revolución y que contó con casi 3 mil delegados de diferentes posiciones ideológicas. En la inauguración, el Comandante en Jefe manifestó que los destinos de la Revolución estaban en manos de la clase obrera y convocó a su unidad, para defenderla. Se libró una importante batalla entre la fuerte corriente unitaria de los delegados revolucionarios y los elementos divisionistas, anticomunistas y contrarrevolucionarios, donde se propiciaron esclarecedoras intervenciones de Fidel Castro. En un trascendente discurso el líder de la Revolución"[...] situó las tareas esenciales del movimiento obrero: defensa de la Revolución como garantía de no retorno al pasado, apoyo a las leyes revolucionarias, y erradicación del mujalismo dentro del movimiento obrero".[22]

El Congreso se pronunció por respaldar a la Revolución, a su Comandante en Jefe y por la necesidad de prepararse para defender la patria de los ataques del imperialismo y la contrarrevolución. También se acordó la supresión de las huelgas y de otras acciones obreras que dañaran el avance de la Revolución; aportar el 4 % de los salarios para la industrialización del país; depurar el movimiento obrero de elementos y métodos mujalistas y censurar la prensa reaccionaria y otros servicios de información enemigos de la Revolución.

El éxito contra el reformismo y el oportunismo estuvo garantizado por la firmeza de la mayoría de los delegados obreros. El movimiento sindical demostró que había comprendido que la Revolución era su Revolución.

Las asambleas y actos públicos donde participaron dirigentes de la Revolución, obreros, campesinos, estudiantes y otros sectores del pueblo, fueron fuentes de reflexión política y escenarios para el ejercicio de la democracia popular, al discutirse en ellas, con la activa participación de las masas, importantes leyes y medidas revolucionarias. En todos se reafirmaba la disposición de defender la Revolución.

En fecha tan temprana como el 3 de mayo de 1959 el comandante Ernesto Che Guevara participa en Bejucal, provincia de La Habana en un acto organizado por las Milicias Populares de ese municipio, en el cual expresa: "Las milicias obreras y populares serán, junto al Ejército Rebelde, la vanguardia armada de la Revolución".[23]

El 31 de agosto de ese año, en las serranías de Pinar del Río, el Comandante en Jefe se reúne con el campesino Leandro Rodríguez Malagón, conocedor de esa zona montañosa. Se decide armar y preparar militarmente a un pequeño grupo de campesinos para que, dirigidos por Malagón, enfrentara y derrotara a los bandidos contrarrevolucionarios que operaban en la zona. La misión fue cabalmente cumplida. "Los Malagones" fueron la primera milicia campesina organizada por la Revolución y el antecedente de las Milicias Nacionales Revolucionarias.

También los estudiantes secundaristas de La Habana en su Primer Congreso Provincial Libre, desarrollado en la capital cubana entre los días 17 y 19 de abril de 1959, se pronunciaron por la defensa de la Revolución y la necesidad de organizarse nacionalmente, lo que se concretó en el Congreso Libre de Estudiantes Secundarios que, con delegados de todo el país, se efectuó del 20 al 25 de julio de ese año.[24] Como resultado del mismo se constituyó la Confederación Nacional de Estudiantes Secundarios de Cuba (CESEC), que entre otras cosas, favoreció la creación de las Milicias Estudiantiles para salvaguardar los centros escolares y la Revolución.[25] Además, a partir del 20 de octubre comienzan a organizarse las Brigadas Estudiantiles "José Antonio Echeverría" en la Universidad de La Habana, con un contingente inicial de unos 700 jóvenes dispuestos a defender la Revolución.[26] El estudiantado secundarista y universitario se preparaba con ese fin en todo el país.

El 26 de octubre de 1959, el pueblo fue convocado a reunirse frente al antiguo Palacio Presidencial. La gigantesca concentración de obreros, campesinos, estudiantes, profesionales, intelectuales revolucionarios y de otros sectores de la sociedad se pronunció por la defensa de la soberanía nacional y en contra de las crecientes agresiones contra Cuba. Fidel Castro anunció la creación de las Milicias Nacionales Revolucionarias (MNR) y a partir de aquel momento el pueblo de Cuba armado, organizado y unido comenzó a entrenarse. Las MNR, junto al Ejército Rebelde y la Policía Nacional Revolucionaria, garantizaban la unidad de las masas para defender la justicia social y la soberanía nacional alcanzada (fig. 6.7).

Fig. 6.7 Milicias Nacionales Revolucionarias

La Revolución Cubana demostraba que ante cada agresión avanzaba con paso firme en el cumplimiento de su programa inicial y que contaba con las masas populares organizadas para su defensa.

Actividades para el estudio independiente

1. En el Programa del Partido Comunista de Cuba se expresa:

Correspondió a la Revolución victoriosa cumplir el imperativo de plena independencia nacional que llevó a la manigua a los mambises de Yara y Baire, y que continuó siendo el primer objetivo de los revolucionarios cubanos durante la república neocolonial [...] Y correspondió también a nuestra Revolución [...] la tarea de liberar a la clase obrera de la explotación capitalista; lograr la emancipación definitiva de todos los oprimidos y explotados [...][27]

a) ¿Por qué la Revolución triunfante tuvo esos objetivos, como imperativo histórico?

2. Sobre las primeras medidas de la Revolución en el poder responde:

a) ¿Cuáles fueron esas medidas?

b) ¿A qué clases y sectores sociales beneficiaban o perjudicaban esas medidas? Fundamenta tu respuesta.

3. ¿Por qué se afirma que la dirección revolucionaria apoyada por las masas eliminó las bases del Estado burgués en Cuba?

4. El poder político en Cuba al triunfo de la Revolución se asentó en una vanguardia revolucionaria. Demuéstralo.

5. La promulgación de la Primera Ley de Reforma Agraria fue la medida más importante y radical tomada por la Revolución en sus primeros momentos.

a) Argumenta esa afirmación.

b) ¿Cuál fue la actitud de los Estados Unidos y de los sectores reaccionarios ante esa ley?

c) ¿Qué significación histórica tuvo esta?

6. El General de Ejército Raúl Castro Ruz escribió, refiriéndose a la designación de Camilo para sofocar el intento de sedición en Camagüey, lo siguiente: "Al seleccionar a Camilo para esta misión tan compleja, Fidel veía en él la más alta representación de lealtad, la valentía y la audacia, pero simultáneamente apreciaba en Camilo —para enfrentar un problema de abiertos matices ideológicos— al dirigente político de sólida e inquebrantable formación proletaria".[28]

a) Localiza en la biblioteca, datos, anécdotas, relatos, documentos, libros o materiales de la prensa y redacta una breve biografía donde se recojan esos rasgos de la personalidad del Señor de la Vanguardia.

7. Caracteriza con tres elementos: Operación Verdad; X Congreso Obrero; Explosión de La Coubre, Programa de acción encubierta contra el régimen de Castro.

8. De los acontecimientos estudiados en este epígrafe, escoge uno de ellos para que indagues y redactes un texto sobre la trascendencia que este tuvo en la localidad donde vives.

9. Localiza en el mapa de Cuba y del mundo:

a) Los lugares de Cuba donde ocurrieron los acontecimientos históricos estudiados en este epígrafe.

b) Los países relacionados con los sucesos estudiados en el epígrafe.

10. Valora cómo se manifestó en el acontecer histórico estudiado en este epígrafe:

a) La posición agresiva de la contrarrevolución interna y del imperialismo con respecto a la Revolución.

b) La unidad de las masas populares en apoyo y defensa de la Revolución.

c) El papel del liderazgo del Comandante en Jefe Fidel Castro en esos primeros momentos de la Revolución.

6.1.2 La marcha ascendente del proceso revolucionario

Nuevas medidas del Gobierno Revolucionario La batalla para recuperar el patrimonio nacional usurpado durante décadas continuaba, pues a pesar de que la Reforma Agraria eliminó la propiedad estadounidense sobre enormes latifundios, estos conservaban el control de importantes sectores de nuestra economía. Los norteamericanos eran los dueños de 36 centrales que producían el 40 % del azúcar y del 23 % de toda la industria no azucarera, con importantes inversiones en la banca, el comercio y la minería. Además, sus empresas controlaban el 90 % de los servicios eléctricos y telefónicos y el 50 % del transporte ferroviario del país. Sin el rescate de tales propiedades, Cuba no podría desarrollar su proceso de industrialización, ni tener éxito en las transformaciones agrarias, ni en la 28 3330UP-53 tripa CAPITULO 6 23/6/10 09:31 Página 334 diversificación del comercio exterior, ni en la protección de la producción nacional ante la competencia foránea, entre otras limitaciones. Además, no se contaba con las inversiones del capital privado extranjero para el desarrollo industrial, casi todo en manos de los monopolios estadounidenses, solo interesados en recuperar el capital invertido, obtener ganancias y expoliar al país, sin importarle su desarrollo. Ante esa situación, la dirección de la Revolución conciente de que la independencia política, la económica y la justicia social se complementaban, tomó un grupo de medidas dirigidas a salvaguardar la economía del país, entre ellas las leyes sobre minería; la creación del Departamento de Industrialización del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y la intervención estatal de empresas que atentaran contra el desarrollo económico del país. Las empresas norteamericanas continuaron saboteando la economía cubana, mediante restricciones en el suministro de materias primas para paralizar artificialmente la producción; de la retirada de sus capitales hacia los Estados Unidos y de interrupciones de la producción en la rama extractiva, ante el anuncio de leyes protectoras de los recursos naturales de la Isla realizado por la Revolución. La posición de las poderosas empresas monopolistas, empeñadas en afectar económicamente a la Revolución, demostraban lo acertado de la solución expuesta por el Comandante Ernesto Che Guevara, cuando dijo: "[...] para conquistar algo tenemos que quitárselo a alguien, y es bueno hablar claro y no esconderse detrás de conceptos que puedan mal interpretarse. Ese algo que tenemos que conquistar, que es la soberanía del país, hay que quitárselo a ese alguien que se llama monopolio [...] nuestro camino hacia la liberación estará dado por la victoria sobre los monopolios y sobre los monopolios norteamericanos concretamente". 29 En ese contexto se desarrolló el proceso de nacionalizaciones antiimperialistas y de eliminación de la dependencia económica, iniciado en los primeros meses de 1960, cuando con el propósito de asfixiar la economía del país y paralizarlo por falta de combustible, las empresas estadounidenses Esso y Texaco y la angloholandesa Shell, dejaron de importar petróleo crudo de Estados Unidos. El Gobierno Revolucionario, decidido a romper la dependencia hacia el imperialismo en un sector tan estratégico, había firmado en febrero de 1960 un convenio con la Unión Soviética para garantizar el suministro de petróleo a la Isla. Pero dichas empresas también se negaron a refinarlo, lo que determinó que, ante la nueva provocación, el 29 de junio se intervinieran y comenzara la producción del vital combustible bajo el control del Estado revolucionario. El presidente Dwight D. Eisenhower, anunció el 6 de julio de 1960 la reducción de la cuota cubana en el mercado norteamericano y rechazó la compra de Ernesto Che Guevara: "Soberanía política e independencia económica", Obras.1957-1967, t. 2, Ed. Casa de las Américas, La Habana, 1970, p. 59. 29 3340UP-53 tripa CAPITULO 6 23/6/10 09:31 Página 335 700 000 toneladas de azúcar, lo que significaba un fuerte golpe a la principal fuente de ingreso cubana y una manifestación de la criminal política económica desatada por el imperialismo contra Cuba. Días después, el gobierno cubano informó públicamente el ofrecimiento soviético de comprar todo el azúcar dejado de adquirir por los Estados Unidos. Fidel Castro había declarado anteriormente que: «... en ese intento de irnos quitando la cuota, libra por libra, ¡le iremos quitando central por central! ¡le iremos quitando, centavo a centavo, hasta la última inversión norteamericana en Cuba!; y no solo eso, sino que, libra por libra, ¡iremos suspendiendo todas las importaciones norteamericanas en Cuba!, que el mundo es ancho y nosotros le compraremos a los que nos compren. «Nos someterán a los sacrificios que quieran someternos, pero ¡podemos decir con orgullo que somos los dueños de nuestra tierra y aquí ningún extranjero puede darnos órdenes! nos quitarán las cuotas (...) ¡pero no podrán jamás ponernos de rodillas!» 30 Para garantizar la independencia económica del país y ante las agresiones económicas de los círculos de poder de los Estados Unidos, el 6 de agosto de 1960 por la Resolución No.1 de la Ley 851 se nacionalizaron 36 centrales azucareros norteamericanos, las compañías de teléfonos y electricidad de propiedad yanqui y las refinerías de petróleo (Texaco, Shell y Esso). El 17 de septiembre de 1960, por la Resolución No. 2 se nacionalizó la banca estadounidense radicada en la Isla y sus funciones fueron asumidas por el Banco Nacional de Cuba. Con las nacionalizaciones de agosto-septiembre de 1960 prácticamente se eliminaban todas las propiedades del imperialismo en Cuba, por lo que tuvieron un carácter eminentemente antiimperialista. A partir de entonces la producción de combustible, de energía eléctrica, los servicios telefónicos y casi un 40 % de la producción de azúcar pasó a manos de la nación cubana. Cuba garantizaba su verdadera soberanía económica y política (fig. 6.8). Ante la intransigencia revolucionaria demostrada en las medidas tomadas por la Revolución y utilizando como recompensa la cuota azucarera que se arrebató a Cuba, el gobierno de los Estados Unidos trató de sumar, esgrimiendo el anticomunismo, a las oligarquías latinoamericanas en su intento de aislar políticamente a la Isla, y crear una cruzada contrarrevolucionaria y anticubana. El 18 de septiembre, un día después de las nacionalizaciones, el Jefe de la Revolución viajó a la sede de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. Allí, en un histórico discurso ante la XV Asamblea General de ese Nicanor León Cotayo: El bloqueo a Cuba, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1983, p. 103. 30 3350UP-53 tripa CAPITULO 6.qxp 23/3/11 13:37 Página 336 Fig. 6.8 Las nacionalizaciones organismo mundial, condenó la explotación que ejercen los monopolios sobre los pueblos del mundo, denunció la agresividad del imperialismo yanqui contra el derecho de Cuba a ejercer su total soberanía y la presencia de la ilegal Base Naval de Guantánamo. Fortalecimiento de la unidad revolucionaria El comportamiento del factor unidad, una vez más en la historia de Cuba, sería decisivo para determinar el fracaso o el avance victorioso de la Revolución. La unidad de acción forjada en el pueblo cubano durante la lucha contra la tiranía batistiana, evolucionó a partir de 1959 hacia una unidad más organizada y consciente, como resultado de las transformaciones que se realizaban, de la eliminación de las contradicciones heredadas de la sociedad capitalista y de la concentración del poder político-económico en las clases y los sectores populares. 3360UP-53 tripa CAPITULO 6.qxp 23/3/11 13:37 Página 337 El liderazgo desempeñado por Fidel Castro fue determinante para asegurar el apoyo y la unidad de las masas populares en torno a la Revolución, así como el avance de la ideología revolucionaria, impregnada cada día de una mayor conciencia patriótica y antiimperialista. En esa atmósfera política se refuerzan las acciones unitarias con la creación de nuevas organizaciones revolucionarias. El movimiento obrero cubano, después de su exitoso X Congreso se fortaleció en el plano político y estructural durante los años 1960 y 1961. Los criterios unitarios y democráticos se impusieron sobre las reaccionarias concepciones divisionistas y anticomunistas en los sindicatos nacionales. En noviembre de 1961, durante el XI Congreso se adoptó el nombre de Central de Trabajadores de Cuba, como expresión del prestigio y de la unidad alcanzada por el movimiento sindical cubano en defensa de su Revolución. El 28 de enero de 1960 se fundó la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), con la entusiasta presencia de Ernesto Che Guevara y en su Primera Plenaria Nacional, desarrollada del 21 al 24 de octubre de ese año, bajo la consigna de unidad, se integraron a ella las secciones juveniles del MR-26-7, del DR-13 de Marzo y de la Juventud Socialista. La Federación Estudiantil Universitaria y la Confederación Nacional de Estudiantes Secundarios de Cuba, respaldaron la nueva organización y la unidad de la juventud revolucionaria. 31 La AJR tuvo una activa participación en la sociedad revolucionaria y cumplió importantes misiones, entre las que se destacan: la incorporación de jóvenes a los estudios técnicos, a las Brigadas Juveniles de Trabajo Revolucionario (BJTR), al movimiento de los "Cinco Picos", a la defensa y a otras tareas de la Revolución. No menos importante fue la organización del I Congreso Latinoamericano de Juventudes, desarrollado en 28 de julio de 1960, donde más de 300 delegados del continente respaldaron a la Revolución Cubana y a la lucha del pueblo panameño por su soberanía y condenaron al imperialismo norteamericano, las bases militares y las dictaduras de la región, entre otros pronunciamientos. El 23 de agosto de 1960 se llevó a cabo la unificación de las organizaciones femeninas revolucionarias existentes en el país. Así surgía la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), que logró agrupar a todas las mujeres en defensa de sus derechos y de la Revolución. Su dirigente histórica fue la Heroína de la República de Cuba, Vilma Espín Guillois. La organización incorporó a la mujer cubana a las tareas de la Revolución y de esa forma contribuyó a su emancipación económica, social y política (fig. 6.9). El 28 de septiembre de 1960, en medio de un masivo acto desarrollado frente al antiguo Palacio Presidencial cuyo objetivo principal era darle la bienvenida a Fidel luego de su regreso de la Organización de Naciones Unidas, se 31 Para profundizar ver: Luis Gómez Suárez: FEEM, tiempo de pensar, pp. 28-30. 3370UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 338 Fig. 6.9 Vilma Espín sintió el ruido de dos bombas colocadas por terroristas contrarrevolucionarios. Ante esa nueva provocación, Fidel planteó la necesidad de establecer un sistema colectivo de vigilancia revolucionaria y con el apoyo inmediato de las masas, surgieron ese día los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Aunque su objetivo fundamental es la vigilancia revolucionaria, fueron ampliando sus funciones hasta convertirse en un poderoso auxiliar de la Revolución para todas las tareas sociales. Es la organización de más afiliados en el país y se considera un aporte de la Revolución Cubana al movimiento revolucionario mundial. También en septiembre de 1960 se crea el Buró de Coordinación de Actividades Revolucionarias, para facilitar la relación entre las acciones desplegadas por el Movimiento 26 de Julio, el Directorio Revolucionario 13 de Marzo y el Partido Socialista Popular, el cual se constituyó en un antecedente del futuro y necesario proceso de integración en una organización política única. El 17 de mayo de 1961 surge la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), que agrupó a todo el campesinado cubano. Su papel fundamental era unir, orientar y movilizar a los campesinos para el cumplimiento del programa agrario de la Revolución y representar sus intereses y aspiraciones. Actuó como nexo entre el Estado y el campesinado. Primera Declaración de La Habana Después de la Primera Ley de Reforma Agraria de mayo de 1959, el gobierno de los Estados Unidos acrecentó su campaña para que la Organización de Estados Americanos (OEA) censurara a la Revolución Cubana. Con ese fin, promueven la V Reunión de Consulta de Cancilleres de la OEA que tiene lugar en Santiago de Chile a partir del 12 agosto de ese año y en la que la delegación cubana, durante seis días de discusiones, defendió con dignidad sus principios 3380UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 339 soberanos, demostró la hostilidad norteamericana e impidió que el cónclave condenara oficialmente a Cuba. Pero la ofensiva anticubana continuó y durante los meses de febrero y marzo de 1960, el presidente Eisenhower desarrolló un itinerario por varios países latinoamericanos para promover, entre otras cosas, la creación de un frente común contra la "injerencia comunista", en franca alusión a Cuba. Se desplegaba una agresiva maniobra diplomática que intentaba, con promesas económicas y presiones políticas, ganar la complicidad de los gobiernos de la región y crear las condiciones para garantizar que en el seno de la Organización de Estados Americanos se condenara a Cuba. Fue muy evidente el hecho de que cuando se desarrolla en agosto de 1960 la VII Reunión de Consulta de Cancilleres de la OEA, en San José de Costa Rica, se diera a conocer por el Gobierno estadounidense la aprobación de un crédito de 600 millones de pesos para distribuir entre los gobiernos allí reunidos. En esa reunión, de forma insólita y complaciendo a la delegación norteamericana, se condenó a Cuba por hacer una Revolución y por admitir la ayuda solidaria brindada por la Unión Soviética, lo que —según la OEA— significaba la intromisión de una potencia extracontinental en América. La delegación cubana, dirigida por el Ministro de Relaciones Exteriores Raúl Roa —conocido como el Canciller de la Dignidad— después de denunciar la hostilidad imperialista contra Cuba y protestar contra la infamia, se retiró de la reunión (fig. 6.10). Pero... ¿por qué no se expulsó a Cuba de la OEA en esa ocasión? Esencialmente porque el Gobierno de los Estados Unidos ya tenía proyectada una invasión mercenaria a la Isla y valiéndose de la condición de Cuba como miembro de la OEA, utilizaría a esa organización para apoyar sus planes, que incluía el reconocimiento de un gobierno mercenario, el que traerían una vez que ocuparan algún territorio cubano y que pediría la intervención de fuerzas norteamericanas y de la OEA. 32 Como enérgica respuesta a los pronunciamientos de la Declaración de San José, se aprobó la I Declaración de La Habana en una multitudinaria, popular y legítima Asamblea General Nacional del Pueblo de Cuba, concentrada en la Plaza El General de Ejército Raúl Castro Ruz al tratar este tema afirmó: "[...] Nos condenaron en Chile, nos condenaron en Costa Rica; fueron creando las condiciones, naturalmente, bajo la batuta de los que han mandado la OEA desde su fundación, en 1948. Y es ahí por qué no nos expulsaron antes, porque si traen el gobierno títere y se consolida en Playa Girón o en la Bahía de Cochinos [...] la OEA reconocería ese gobierno, el gobierno pediría ayuda a la OEA, y parte de esas fuerzas norteamericanas, que estaban apenas a un poco más de tres millas de nuestras costas, nos hubieran invadido". Este texto fue tomado de la intervención de Raúl Castro Ruz en el segmento público de la V Cumbre Extraordinaria del ALBA, Cumaná, Venezuela, "El planeta entero condena el bloqueo", en periódico Granma, 18 de abril de 2009, p. 4. 32 3390UP-53 tripa CAPITULO 6 23/6/10 09:31 Página 340 Fig. 6.10 Raúl Roa Cívica (hoy Plaza de la Revolución José Martí) el 2 de septiembre de 1960. En dicho documento se rechazaron los pronunciamientos realizados por el Secretario de Estado estadounidense, Cristian Herter y por el resto de los representantes del imperialismo y sus cómplices, contrarios a la autodeterminación, la soberanía y la dignidad del pueblo cubano y latinoamericano. Se denunció la permanente injerencia y agresiones del imperialismo yanqui contra esos pueblos y se defendió el derecho de los países latinoamericanos a su independencia. Se declaró que Cuba era soberana en su decisión de establecer relaciones de cooperación con la URSS o con cualquier otro país. También se exigieron los pisoteados derechos de los campesinos, obreros, niños, jóvenes, mujeres, estudiantes, intelectuales, negros, indios, ancianos, enfermos y, en general, de los pueblos del continente. Para ellos se reclamó el derecho a la tierra, al trabajo, a la educación, a la salud, a la dignidad e igualdad entre los hombres y las mujeres, entre otros (fig. 6.11). La aprobación de esa declaración demostró la unidad alcanzada entre el pueblo cubano y el Gobierno Revolucionario, ratificó la tradición independentista, latinoamericanista, antiimperialista y humanista de los cubanos y evidenció que el sistema capitalista no sería la vía que asumiría la Revolución para el desarrollo del país, al condenarse "[...] la explotación del hombre por el hombre, y la explotación de los países subdesarrollados por el Capital financiero imperialista". 33 El documento fue posteriormente certificado con la firma de más de un millón de cubanos. Horacio Díaz Pendás: "Primera Declaración de La Habana, Textos sobre Historia de Cuba, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 2009, p. 309. 33 3400UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 341 Fig. 6.11 Primera Declaración de La Habana Solidaridad con la Revolución Cubana La solidaridad de los pueblos del mundo hacia la Revolución Cubana desde su surgimiento fue un factor determinante para su subsistencia y en ese sentido se destacó el apoyo de los movimientos populares latinoamericanos y la ayuda brindada por los países socialistas, sobre todo de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). En correspondencia con esa realidad y con la proyección latinoamericanista e internacionalista de la política exterior enarbolada por la dirección de la Revolución, entre 1959 y 1960 varias delegaciones cubanas viajan a diversos países del mundo con la intención de ampliar y consolidar los lazos de amistad y colaboración. Entre las más significativas estuvieron las visitas realizadas por el Comandante en Jefe a Venezuela, Estados Unidos, Canadá, Argentina, Uruguay y Brasil; igualmente, las desarrolladas por Ernesto Che Guevara a diferentes países de Europa, Asia y África. Como resultado de esos encuentros, creció la solidaridad internacional hacia la Isla y se firmaron beneficiosos convenios de cooperación económica y comercial. También surgen en Cuba instituciones y organizaciones encargadas de estrechar recíprocamente los vínculos con otros pueblos, entre ellas, la Casa de Las 3410UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:07 Página 342 Américas, inaugurada en La Habana el 4 de julio de 1959, con el objetivo de vincular la cultura cubana a la del resto de América Latina y el Caribe. La Casa se convirtió en una prestigiosa institución cultural, baluarte de la solidaridad más genuina entre la intelectualidad progresista de los pueblos de nuestra América. En esa trascendente labor se destacó su directora, Haydée Santamaría Cuadrado (fig. 6.12). Otro ejemplo fue la creación del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos, el 7 de octubre de 1960, que tuvo a su cargo las relaciones no estatales de Cuba con los demás pueblos del mundo y sus organizaciones de solidaridad. Fig. 6.12 Haydée Santamaría Cuadrado De igual forma, en esos dos primeros años de la Revolución se habían iniciado relaciones de solidaridad mutua con la comunidad socialista mundial. Esos vínculos se manifiestan desde el 11 de enero de 1959, fecha en que la URSS reconoció al Gobierno Revolucionario y sobre todo, cuando el 4 de febrero de 1960 llega a Cuba una delegación soviética presidida por Anastas I. Mikoyan, viceprimer ministro de la URSS y se inauguraba una Exposición de Logros de la Ciencia y la Técnica Soviética. En el contexto del encuentro se firmó el día 13 el primer convenio comercial cubano-soviético, en el que entre otros intercambios ventajosos, la URSS se comprometía a vender petróleo y a comprar azúcar a la Isla a mejor precio que el del mercado mundial, lo que puso fin a la tradicional dependencia de las relaciones comerciales de Cuba con los Estados Unidos. 3420UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 343 El 8 de mayo de 1960, en un acto de absoluta soberanía Cuba restablecía las relaciones diplomáticas con la URSS e iniciaba un vínculo de respeto y amistad, que incluía un mercado de abastecimiento justo y seguro de alimentos, maquinarias, armas y materias primas; además, del apoyo financiero, tecnológico y de asesoramiento científico-técnico para el desarrollo industrial, energético, minero, agropecuario y para la defensa de la patria. A partir de julio se firman convenios con la República Popular China y otros países socialistas de Europa y Asia, en las más diversas ramas de la economía, la ciencia, la técnica y la cultura. No menos importante fue el permanente respaldo que recibió Cuba en la ONU y en otros importantes organismos políticos del mundo por parte de la URSS y los países socialistas, ante sus denuncias y reclamos antiimperialistas. Ese apoyo le permitió a Cuba enfrentar mejor preparada la hostilidad de los Estados Unidos y combatir los prejuicios anticomunistas en una población que comenzó a ver y sentir el humanismo y la solidaridad del socialismo. ACTIVIDADES PARA EL ESTUDIO INDEPENDIENTE 1. ¿Qué factores contribuyeron a acelerar y profundizar el proceso revolucionario cubano en sus dos primeros años? Fundamenta tu selección. 2. El proceso de nacionalización antiimperialista desplegado desde junio hasta septiembre de 1960, fue determinante para la consolidación y el ascenso de la obra revolucionaria. Argumenta la afirmación anterior. 3. Teniendo en cuenta el avance incontenible de la Revolución en el cumplimiento de su programa: a) Explica la relación existente entre su radicalización y las constantes agresiones del imperialismo. b) Menciona ejemplos que evidencien esa relación. 4. A fines de 1960 se habían eliminado importantes mecanismos de dependencia económica de Cuba con el imperialismo yanqui. Argumenta la afirmación anterior. 5. La unidad del pueblo en apoyo a Fidel y a la Revolución se logró por múltiples vías durante los dos primeros años de la Revolución. Demuestra la afirmación anterior. 6. Sobre la solidaridad recibida por Cuba durante los años 1959 y 1960, explica: a) ¿Cómo se puso de manifiesto? b) ¿Qué importancia tuvo para la subsistencia y el desarrollo de la Revolución Cubana? 3430UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 344 7. Durante sus dos primeros años, la Revolución Cubana desplegó una obra esencialmente democrática-popular, agraria y antiimperialista. Demuestra la veracidad de esa afirmación. 8. Caracteriza con tres elementos: Asociación de Jóvenes Rebeldes; Federación de Mujeres Cubanas; Comités de Defensa de la Revolución; Asociación Nacional de Agricultores Pequeños; Primera Declaración de La Habana. 9. Escribe un texto valorativo para ser debatido en tu colectivo, cuyo título sea: El Canciller de la Dignidad. 10. Busca información sobre la vida y obra revolucionaria de Haydée Santamaría Cuadrado y Vilma Espín Guillois. Redacta dos breves biografías donde valores a esas extraordinarias mujeres revolucionarias. 11. De los acontecimientos estudiados en este epígrafe, escoge uno de ellos para que indagues y redactes un texto sobre la trascendencia que este tuvo en la localidad donde vives. 12. Localiza en el mapa de Cuba y del mundo: a) Los lugares de Cuba donde ocurrieron los acontecimientos históricos estudiados en este epígrafe. b) Los países relacionados con los sucesos estudiados en el epígrafe. 13. Valora cómo se manifestó en el acontecer histórico estudiado en este epígrafe: a) La política agresiva del imperialismo y de la reacción interna contra la Revolución. b) La unidad de las masas populares en apoyo y defensa de la Revolución. c) El papel del liderazgo del Comandante en Jefe Fidel Castro. 6.1.3 El camino de la transición hacia el socialismo de la Revolución Proceso de nacionalizaciones Las nacionalizaciones antiimperialistas de agosto-septiembre de 1960 constituyeron un fuerte golpe a la dependencia económica y política de Cuba con respecto al imperialismo, al eliminarse las principales propiedades estadounidenses en la Isla. Además, debilitaron notablemente la explotación capitalista y dio la posibilidad de un modelo de desarrollo diferente para el país, al establecerse un fuerte sector estatal. Pero no significó la expropiación de las grandes empresas nacionales y la desaparición de la burguesía en Cuba, que —debido a su falta de legitimidad histórica y a su debilidad eco3440UP-53 tripa CAPITULO 6 23/6/10 09:31 Página 345 nómica, política y cultural— rechazó esas medidas revolucionarias, demostrando su incapacidad de adoptar una posición independiente del imperialismo norteamericano y de colaboración en la construcción de una sociedad sin dependencia extranjera. Tal como se plantea en el Programa del Partido Comunista de Cuba: "La imbricación de intereses económicos entre los monopolios yanquis, la oligarquía burgués-latifundista y el resto de la burguesía en las condiciones del dominio ideológico del imperialismo, hacía que una medida que afectara a uno de estos sectores produjera una inmediata oposición y resistencia por parte de toda la burguesía". 34 Por esa razón, los capitalistas en Cuba, entre otras artimañas contrarrevolucionarias, obstaculizaron la producción; enviaban al exterior capitales que no reinvertían en el país; desatendieron la dirección de las industrias; estimularon los éxodos del personal técnico calificado y crearon problemas en las fábricas para intentar promover el descontento de los trabajadores. Esas actitudes de la burguesía, inaceptables para el Gobierno y pueblo cubanos, aceleraron su destrucción como clase social y contribuyeron a la radicalización de la Revolución. Por eso, con la Ley 890 del 13 de octubre de 1960 se nacionalizaron más de 380 grandes propiedades comerciales e industriales de la burguesía, entre ellas, centrales azucareros, bancos, destilerías, fábricas, talleres, almacenes, tiendas por departamentos, empresas ferroviarias y constructoras, que pasaron a la propiedad estatal, con el objetivo de defender la economía del país y posibilitar su desarrollo mediante una planificación nacional. También, por medio de la Resolución No. 3 de la Ley 851, el 24 de octubre de ese año se transferían al Estado cubano las 164 empresas estadounidenses que aún permanecían en el país, como réplica al incremento del bloqueo dictado el día 19 de ese mes por los Estados Unidos (fig. 6.13). A las nacionalizaciones antiimperialistas ejecutadas desde agosto, se les añadieron las nacionalizaciones socialistas de octubre de 1960, con las que el gran capital privado de la nación pasó definitivamente a manos del pueblo. Paralelamente, se dictaron otras medidas de beneficio popular como la Ley de la Reforma Urbana, del 14 de octubre de 1960, que otorgaba el derecho a la propiedad de la vivienda a los inquilinos que la ocupaban. También se continuaron invirtiendo recursos para garantizarle al pueblo sus derechos sociales. Así, las leyes y medidas adoptadas por la Revolución en sus dos años iniciales eliminaron los principales problemas denunciados en La historia me absolverá. Estaban creadas las condiciones, a partir de ese momento, para la construcción de una nueva sociedad. 34 Programa del Partido Comunista de Cuba, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1989, p. 12. 3450UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 346 Fig. 6.13 Milicianos protegiendo las nuevas propiedades del pueblo El día 15 de octubre de 1960, Fidel Castro declaró que se había cumplido en lo esencial el Programa del Moncada. Se había transitado de la etapa democrático-popular, agraria y antiimperialista a la etapa socialista de forma ininterrumpida, en un período breve y bajo la misma dirección revolucionaria. La Campaña de Alfabetización La Revolución desde su triunfo prestó una gran atención a los problemas de la educación, lo que se reflejó en sus medidas iniciales. Pero la erradicación del analfabetismo, era un paso imprescindible en el camino de construir una sociedad superior y más justa. El desarrollo científico-técnico, económico y social aspirado, exigía la preparación cultural de toda la población. Con ese objetivo se convocó como alfabetizadores a miles de jóvenes estudiantes, maestros, obreros y todo el que estuviera dispuesto a enseñar. Aunque la Campaña de Alfabetización se desarrolló durante el año 1961 (Año de la Educación), desde 1960 se formaban cientos de jóvenes como maestros voluntarios en Minas del Frío, Sierra Maestra. Ellos se constituyeron en una importante avanzada en la lucha contra la ignorancia. 3460UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 347 Uno de ellos, Conrado Benítez García, el 5 de enero de 1961 fue cruelmente asesinado por bandidos contrarrevolucionarios cuando ejercía su noble misión en la región de Sancti Spíritus, con el evidente propósito de atemorizar al pueblo e impedir el desarrollo de la alfabetización. Sin embargo, la respuesta fue que cien mil jóvenes se dispusieron a formar parte de las Brigadas "Conrado Benítez", llamadas así en honor al maestro asesinado. También se movilizaron más de 120 000 alfabetizadores populares y unos 12 700 obreros organizados en las Brigadas "Patria o Muerte", los que unidos a los 35 000 maestros que participaron, conformaron un gigantesco contingente de alrededor de 300 000 educadores, dispuestos a eliminar en un año el analfabetismo en Cuba. Fue muy destacada la labor de los alfabetizadores, la mayoría adolescentes y jóvenes, que dejaron las comodidades del hogar para llevar la luz de la enseñanza a intrincadas zonas del país, vivir en condiciones difíciles y bajo el acoso mortal de la contrarrevolución. Dieron muestras de gran coraje y de comprensión de la importancia de la obra que desarrollaban al integrarse a la vida del campesinado, a sus costumbres, a sus labores y, con mucha dedicación, alfabetizarlos. La heroica Campaña de Alfabetización culminó exitosamente, a pesar de las agresiones del imperialismo y los horribles crímenes cometidos por las bandas contrarrevolucionarias, como el de los jóvenes brigadistas Delfín Sen Cedré, ahorcado en Quemado de Güines y Manuel Ascunce Domenech, cruelmente torturado y asesinado junto al campesino Pedro Lantigua, miembro de la familia que el joven alfabetizaba en la zona rural de Trinidad, Las Villas (fig. 6.14). Fig. 6.14 Manuel Ascunce Domenech 3470UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 348 Se habían alfabetizado en un año más de 700 000 personas adultas, y quedaron solamente los incapacitados para el aprendizaje, lo que redujo el índice de analfabetismo al 3 %, el menor de América Latina y uno de los más bajos del mundo. Cuba fue el primer país de América declarado "Territorio libre de analfabetismo" en acto celebrado el 22 de diciembre de 1961 en la Plaza de la Revolución. Los resultados obtenidos asombraron al mundo. Fidel Castro anunció una amplia oferta de continuidad de estudios para los jóvenes brigadistas y para el pueblo en general (fig. 6.15). Fig. 6.15 Brigadistas Se estaba llevando a cabo una verdadera revolución educacional cuyos primeros resultados fueron: la significativa reducción del analfabetismo, la implantación de un amplio plan de becas, la creación de la educación especial, de adultos y la creación de los círculos infantiles. También en 1961 se promulgó la ley de Nacionalización de la Enseñanza, que acabó con los injustos privilegios que lesionaban y dividían a la población en edad escolar. Se reconocía la educación gratuita como un derecho de todos los ciudadanos y un deber del Estado, que la debía orientar en función de las necesidades culturales, técnicas y sociales de la nación. 3480UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 349 Continuidad de las agresiones del imperialismo La hostilidad del imperialismo contra la Revolución Cubana desde sus inicios abarcó variadas formas de agresiones. Una de ellas se dirigió a hostigar y aislar económicamente al pueblo cubano, lo que quedó tempranamente manifestado en un memorando escrito el 6 de abril de 1960 por Lester D. Mallory, Subsecretario de Estado Adjunto para los Asuntos Interamericanos y discutido en una reunión encabezada por el Presidente de Estados Unidos. En el mismo se expresaba: La mayoría de los cubanos apoyan a Castro. No hay oposición política eficaz [...] el único medio previsible para enajenar el apoyo interno (al Gobierno Revolucionario) es a través del desencanto y el desaliento basados en la insatisfacción y las dificultades económicas [...] Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba [...] Una línea de acción que tuviera el mayor impacto es negarle dinero y suministros a Cuba, para disminuir los salarios reales y monetarios a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno". 35 La agresión económica, fue un proceso progresivo de acciones, abiertamente iniciado en 1960 al reducirse drásticamente la cuota azucarera y suspenderse las exportaciones a Cuba de petróleo y de piezas de repuestos. Tuvo su continuidad en el llamado "embargo de mercancías" destinadas a Cuba de octubre de 1960, el cual se incrementó desde mediados de 1961, cuando se dispuso un nuevo "embargo". En septiembre de ese mismo año, con la promulgación de la Ley de Asistencia Exterior, el Congreso de los Estados Unidos autorizó al Presidente a establecer y mantener un "embargo comercial total" o dicho correctamente, un cruel y total bloqueo económico sobre la Isla, lo que se concretó a principios de 1962, como se expondrá en el próximo epígrafe. El Gobierno de los Estados Unidos trató de provocar una crisis económica total en Cuba para que colapsara la Revolución, algo que no logró a pesar de las dificultades creadas, pues el pueblo mantuvo su apoyo a la Revolución que con inteligencia encontraba alternativas para continuar su desarrollo económico y además, contaba con la ayuda solidaria de la URSS y de otros países socialistas. Persistieron además, en sus campañas ideológicas, psicológicas y anticomunistas por medio de la divulgación de falsas noticias y rumores, con el objetivo de crear en algunos sectores de la población, miedo, desconfianza e inseguridad y estimular el éxodo de población hacia los Estados Unidos, sobre todo de profesionales necesarios para el desarrollo de la obra socioeconómica de la Revolución. 35 Tomado de "Proclama aprobada por la Asamblea Nacional" el 13 de septiembre de 1999, periódico Granma, 14 de septiembre de 1999, pp. 4-5. 3490UP-53 tripa CAPITULO 6.qxp 23/3/11 13:37 Página 350 Aumentan el sabotaje y el terrorismo contrarrevolucionario, dirigidos a destruir el potencial industrial, comercial, agropecuario y educacional, los medios de transporte, comunicación y cuantos recursos tuviera el país, lo que causó lamentables pérdidas materiales y de vidas humanas. A manera de ejemplo se pueden mencionar los incendios provocados por mercenarios de la CIA en grandes tiendas de la capital, como el ocurrido en "El Encanto", el 13 de abril de 1961, que destruyó completamente el inmueble y provocó la muerte de la empleada Fe del Valle. Se incrementaron los planes de atentados contra los dirigentes revolucionarios, sobre todo contra Fidel Castro, y se produjeron desembarcos de grupos contrarrevolucionarios armados con diversas misiones encomendadas por la Agencia Central de Inteligencia y los dirigentes de las organizaciones terroristas de la emigración. El 3 de enero de 1961, el gobierno de los Estados Unidos anunció el rompimiento de sus relaciones diplomáticas con el Gobierno Revolucionario, para facilitar su plan invasor e intensificó las provocaciones con maniobras militares y amenazas de una intervención directa de su ejército a la Isla. Los círculos militares y de la inteligencia de los Estados Unidos en sus planes subversivos contra Cuba continuaron el apoyo a las organizaciones contrarrevolucionarias, el entrenamiento militar de miles de apátridas en diferentes puntos de La Florida y Centroamérica y el fomento de las bandas de alzados en las zonas montañosas, que llegaron a contar con cerca de 179 bandas y más de tres mil bandidos armados, fundamentalmente en la cordillera de Guamuaya que era conocida como el Escambray, centro del país, donde desde mediados de 1960, se habían ido concentrando grupos de contrarrevolucionarios, abastecidos de pertrechos militares por vía aérea, como aseguramiento previo para el desarrollo del llamado Plan Trinidad. Dicho plan, proyectado por la CIA, consistía en tomar esa ciudad combinando fuerzas invasoras mercenarias con el apoyo de las bandas contrarrevolucionarias que operaban en el Escambray y zonas aledañas. Una vez ocupada la ciudad, se constituiría un fantoche "gobierno provisional" que según lo planificado, pediría ayuda al Gobierno estadounidense y a la OEA. Pero la dirección de la Revolución desplegó un gran operativo militar en la región, conocido como la "Limpia del Escambray", donde participaron batallones de las Milicias Nacionales Revolucionarias y fuerzas del Ejército Rebelde, bajo la orientación del Comandante en Jefe Fidel Castro y la responsabilidad del comandante Manuel Piti Fajardo, que aunque cayó heroicamente el 29 de noviembre de 1960 en un enfrentamiento contra los bandidos, su misión fue continuada por otros destacados revolucionarios. Desde septiembre de 1960 hasta marzo de 1961 se desarrolló la ofensiva de las tropas revolucionarias, que logró desarticular las bandas contrarrevolucionarias, ocasionándoles más de 1 000 bajas y ocupándose muchos pertrechos militares. Además, liquidó cualquier posible apoyo interno a una invasión mercena3500UP-53 tripa CAPITULO 6.qxp 23/3/11 13:37 Página 351 ria por la región de Trinidad, lo que determinó que el imperialismo modificara su plan. Sobre esto, el General de Ejército Raúl Castro Ruz comentó: [...] Ya a las bandas contrarrevolucionarias se les había dado un golpe poderoso con la movilización de decenas de miles de obreros, fundamentalmente, de la capital, para lo que se llamó la Limpia del Escambray, y ellos estuvieron pensando desembarcar por Trinidad, y, si fracasaban, se encontraban a un paso prácticamente del macizo mal llamado del Escambray, su verdadero nombre es Guamuaya. Como se les dieron esos golpes en el año 1960, estudiaron entonces la variante de Playa Girón [...] 36 Por supuesto, el Gobierno Revolucionario, ante los peligros y la inminencia de una agresión, denunció en foros y otros escenarios internacionales, incluyendo la ONU, los preparativos que realizaba el imperialismo para preparar una invasión a Cuba. Simultáneamente se incrementó la preparación política y militar de la nación. Se crean escuelas militares, se fortalecen las MNR y se adquieren las armas indispensables para la defensa. Crece el combate popular contra la subversión, el sabotaje y las bandas contrarrevolucionarias y se endurecen las sanciones jurídicas hacia los delitos contrarrevolucionarios. Proclamación del carácter socialista de la Revolución El gobierno estadounidense contaba para abril de 1961 con alrededor de 1 500 mercenarios, organizados y entrenados por la CIA y el Pentágono en bases ubicadas en territorios de Estados Unidos y de América Central para atacar a la Isla, en el contexto del desarrollo del Programa de acciones encubiertas contra la Revolución, que se desarrollaba desde marzo de 1960. La invasión mercenaria era ya inminente, como parte de la gran conjura iniciada en 1959 por el Gobierno norteamericano y sus aliados contra Cuba. Al amanecer del 15 de abril, tres escuadras de aviones estadounidenses tripulados por mercenarios, sin previa declaración de guerra y con insignias cubanas para simular una rebelión interna, atacaron sorpresivamente al país. Una de ellas, integrada por tres B-26, nombrada Puma, bombardeó y ametralló el aeropuerto y base militar de la fuerza aérea de Ciudad Libertad; otra también de tres aviones, nombrada Linda, la base de San Antonio de los Baños y otra, llamada Gorila, con dos aviones, todos B-26, el aeropuerto de Santiago de Cuba. El objetivo de esta agresión militar era destruir en tierra los escasos y viejos aviones que conformaban la aviación revolucionaria y limitar la respuesta aérea a la invasión programada. Pero la protección previa de esos aparatos y la valiente defensa antiaérea cubana, impidieron la completa destrucción de los aviones revolucio36 Raúl Castro Ruz: "Estos 50 años fueron de resistencia y firmeza del pueblo", entrevista realizada por el periodista Ciro Bianchi Ross publicada en http: Juventud Rebelde, 3 de enero de 2009, p. 4. 3510UP-53 tripa CAPITULO 6.qxp 23/3/11 13:37 Página 352 narios. Sin embargo, los resultados de esa vandálica acción dejaron daños materiales considerables con la avería total o parcial de algunos aparatos, además de 53 heridos y 7 muertos, entre ellos, el joven artillero Eduardo García Delgado, que ya moribundo escribió en una puerta con su sangre el nombre de Fidel, expresando a las futuras generaciones las profundas convicciones de aquella juventud cubana dispuesta a todo en defensa de la Revolución. El 16 de abril en acto multitudinario por el sepelio de las víctimas de ese ataque, y en vísperas de la invasión mercenaria, nuestro Comandante en Jefe proclamó el carácter socialista de la Revolución Cubana (fig. 6.16) y declaró al país en estado de alerta. Sus palabras fueron muy elocuentes: [...] Porque lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es que estemos aquí, lo que no pueden perdonarnos los imperialistas es la dignidad, la entereza, el valor, la firmeza ideológica, el espíritu de sacrificio y el espíritu revolucionario del pueblo de Cuba. Eso es lo que no pueden perdonarnos, que estemos ahí en sus narices ¡y que hayamos hecho una Revolución socialista en las propias narices de Estados Unidos! [...] ¡Y que esa Revolución socialista la defendemos con esos fusiles!; ¡y que esa Revolución socialista la defendemos con el valor con que ayer nuestros artilleros antiaéreos acribillaron a balazos a los aviones agresores! [...] Compañeros obreros y campesinos, esta es la Revolución Socialista y democrática de los humildes [...] Obreros y campesinos, hombres y mujeres humildes de la patria ¿juran defender hasta la última gota de sangre esta Revolución de los humildes, por los humildes y para los humildes? [Y ante la respuesta afirmativa de las masas, concluía Fidel] ¡Viva la clase obrera! ¡Vivan los campesinos! ¡Vivan los humildes! ¡Vivan los mártires de la patria! ¡Vivan eternamente los héroes de la patria! ¡Viva la Revolución socialista! ¡Viva Cuba Libre! [...] 17 . Una vez más el pueblo cubano ejercía sus derechos democráticos ante la consulta pública realizada por Fidel y levantando sus fusiles de forma masiva y entusiasta apoyó la trascendente proclamación y su decisión de defender una obra que ya se había hecho realidad. Los cubanos confirmaron que esa gran conquista popular, esa revolución que tantos beneficios trajo para Cuba, era una Revolución Socialista. A partir de ese momento se lucharía por la defensa de la patria y del socialismo. Esa convicción acompañaría a los combatientes revolucionarios ante la inminente invasión mercenaria. 37 Fidel Castro Ruz: "Discurso pronunciado en las honras fúnebres de las víctimas del bombardeo a distintos puntos de la república", el 16 de abril de 1961. 3520UP-53 tripa CAPITULO 6.qxp 23/3/11 13:37 Página 353 Fig. 6.16 Declaración del carácter socialista de la Revolución. Fidel Castro Ruz y el pueblo La invasión mercenaria por Playa Girón: la defensa de la patria y el socialismo El 16 de abril de 1961 a las 12.00 de la noche, un día después del criminal bombardeo a las bases aéreas cubanas se inicia por Playa Girón y Playa Larga, en la Bahía de Cochinos, la invasión mercenaria de la Brigada 2506. Esta contaba con "[...] 16 bombarderos ligeros B-26, seis C-46 y ocho C-54, esos dos últimos, aviones de transporte, y dos PBY, el conocido Catalina, capaz de aterrizar y amarar", [además] [...] formaban parte de la brigada seis batallones de infantería, un batallón de armas pesadas, un batallón aerotransportado, una compañía de tanques y otros medios de combate con todas las estructuras de exploración, abastecimiento, ingeniería, comunicaciones, etc. Es decir, la misma estructura que en esa época tenía una unidad de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Mil quinientos hombres, según se afirma en documentos norteamericanos desclasificados, conformaban la fuerza invasora". 38 La brigada mercenaria vino protegida por unidades de las fuerzas de la marina de Estados Unidos, integradas por los destructores Conway, Murray, Percy y Eaton; los portaviones Essex y Shangry La; el portahelicópteros Boxer; dos embarcaciones ligeras artilladas, el Blagar y la Bárbara J., y también, por varios submarinos (fig. 6.17). José Ramón Fernández: "Cara a cara con José Ramón Fernández", entrevista realizada por el periodista Ciro Bianchi Ross y publicada en http:/wwwcirobianchi./acercade. 38 353Babiney Avance revolucionarias Desplazamiento mercenarias por 16:00 acciones 11/6/10 Buenaventura 0UP-53 tripa CAPITULO 6 Página 3540UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 355 Raúl Castro, comentando el propósito de la invasión mercenaria, afirmó que: [...] Había que liquidarla en 72 horas, porque se previó, con mucha lucidez por parte de Fidel, que si no lo hacíamos así, una vez que consolidaran su cabeza de playa, hubieran trasladado hacía allí al gobierno títere, que ya tenían formado, encabezado por Miró Cardona, en una base militar norteamericana en la Florida. Consolidada la cabeza de playa, el gobierno títere ya en tierra firme, reconocido por Estados Unidos, reconocido por la OEA a la que le pedirían ayuda inmediatamente y los barcos norteamericanos ya a la vista, era fácil, era lógico el desembarco de esas tropas para apoyo de los mercenarios [...] 39 Por la defensa de la patria socialista el Ejército Rebelde, la Policía Nacional Revolucionaria y las Milicias Nacionales Revolucionarias se dispusieron a enfrentar a los invasores; mientras el resto del pueblo, a través de los Comités de Defensa de la Revolución, apoyaba a los Órganos de la Seguridad del Estado en la neutralización de la contrarrevolución interna. Tan pronto arribaron a suelo cubano, los invasores chocaron con la tenaz resistencia de un pequeño grupo de milicianos destacados para la vigilancia en el área. De una manera heroica los milicianos del Batallón 339, armados solo con fusiles y ametralladoras, lograron retardar el avance enemigo. Después de analizar toda la información recibida, el Comandante en Jefe Fidel Castro deduce que Playa Girón constituye la dirección principal del golpe y comienza a dar las órdenes para movilizar hacia allí todos los recursos necesarios con el objetivo de aniquilar de inmediato a los invasores. Da a conocer el Comunicado No. 1, donde se anuncia que: "Los gloriosos soldados del Ejército Rebelde y de las Milicias Nacionales Revolucionarias han entablado ya combate con el enemigo en todos los puntos de desembarco. Se está combatiendo en defensa de la patria sagrada y la Revolución contra el ataque de mercenarios organizados por el gobierno imperialista de los Estados Unidos". 40 Cumpliendo órdenes del Comandante en Jefe, se movilizó desde Matanzas la Escuela de Responsables de Milicias para hacer frente al desembarco. La Fuerza Aérea Revolucionaria, con solo siete aparatos con deficiencias técnicas, hace encallar al buque Houston, que aún mantiene a bordo la mayor parte del 5to. Batallón mercenario; hunde al Río Escondido, que conducía gran cantidad de armas, municiones y otros medios de los invasores; derriba a cinco bombarderos B-26 y obliga a retirarse al resto de la agrupación táctico-naval enemiga. Raúl Castro Ruz: "Estos 50 años fueron de resistencia y firmeza del pueblo", Entrevista publicada en Juventud Rebelde, 3 de enero de 2009, p. 4. 39 Eugenio Suárez Pérez y Acela Caner Román: Fidel: Días de Girón, Ediciones Verde Olivo, La Habana, 2001, p. 209. 40 3550UP-53 tripa CAPITULO 6.qxp 23/3/11 13:37 Página 356 El Batallón de la Escuela de Responsables de Milicias toma el estratégico poblado de Pálpite, que ocupado por un grupo de paracaidistas, constituía un punto de resistencia avanzado del enemigo. Al conocer de esta acción de guerra, Fidel expresó: "[...] Ya ganamos la guerra [...]" 41 El Primer Ministro, Fidel Castro, y el presidente, Osvaldo Dorticós, emiten un llamamiento a los pueblos de América y del mundo en el que dan a conocer la agresión de los Estados Unidos y el combate heroico del pueblo cubano, además de recabar la solidaridad internacional. El llamamiento finaliza: "Cuba entera está en pie con el lema de "Patria o Muerte". Nuestra batalla es la batalla de ustedes. ¡Cuba vencerá!". 42 Simultáneamente y por orden del Comandante en Jefe, fuerzas revolucionarias se posesionaron del central Covadonga, hoy Antonio Sánchez Pinares, casi directamente al norte de Playa Girón y otras avanzaron desde el oeste, de modo que al amanecer del día 18 había fuerzas revolucionarias presionando a la posición enemiga desde el norte y el noroeste. Durante ese día, las tropas del Ejército Rebelde y las milicias se apoderaron de importantes posiciones al norte de la Ciénaga de Zapata e iniciaron la ofensiva en dirección a Playa Larga. Más tarde, otra agrupación de fuerzas revolucionarias avanzó desde Pálpite a Soplillar y hacia la carretera que une a Playa Larga con Playa Girón. El enemigo, ante el empuje de las fuerzas cubanas abandona Playa Larga y se concentra en Playa Girón. La Fuerza Aérea Revolucionaria derriba dos B-26 y ataca las posiciones enemigas. Los pilotos cubanos logran el control del aire. Al finalizar el día, las tropas revolucionarias están ya a nueve kilómetros de Playa Girón por el oeste. La ofensiva de las fuerzas cubanas obliga a la Brigada 2506 a utilizar sus reservas y fija en posiciones defensivas al 4to. Batallón motorizado. Comienza ya a perfilarse la derrota de las fuerzas mercenarias. Todos los medios de comunicación dan a conocer el Comunicado No. 2 del Gobierno Revolucionario, en el que se destaca que se sigue combatiendo y que "[...] En las próximas horas se darán detalles al pueblo de los éxitos obtenidos por el Ejército Rebelde, la Fuerza Aérea Revolucionaria y las Milicias Nacionales Revolucionarias en la defensa sagrada de la soberanía de nuestra patria y la conquista de la Revolución". 43 El 19 de abril, al amanecer, las unidades de las fuerzas revolucionarias pasan a una decidida ofensiva en todas las direcciones. La aviación cubana derriba dos bombarderos B-26 tripulados por estadounidenses, motivo por el cual fue expedido el Comunicado No. 3, en el que se expone que: "La participación norteamericana en la agresión que se desarrolla contra Cuba ha sido dramáticamente com41 Eugenio Suárez Pérez y Acela Caner Román: Fidel: Días de Girón, p. 209. 42 Ibídem, p. 213. 43 Ibídem, p. 218. 3560UP-53 tripa CAPITULO 6.qxp 25/3/11 11:05 Página 357 probada en la mañana de hoy [...]" 44 Fidel Castro, quien dirigió personalmente toda la batalla, desde el propio escenario de los combates ordenó avanzar contra la concentración enemiga replegada hacia Girón y con certeros disparos, desde un cañón autopropulsado SAU-100, hundió definitivamente el Houston (fig. 6.18). Playa Girón fue el último punto de los mercenarios, cayó a las 5.30 de la tarde. Las fuerzas revolucionarias capturaron a 1 197 mercenarios, ocuparon cinco tanques medianos M-41, cuantioso armamento de todo tipo, hundieron dos buques y tres barcazas y derribaron diez bombarderos B-26. Pero lamentablemente, como resultado de la invasión, las tropas cubanas tuvieron "[...] 176 muertos y más de 300 heridos, cincuenta de los cuales quedaron incapacitados de por vida". 45 Fig. 6.18 Fidel Castro Ruz en las acciones de Playa Girón 44 Ibídem, p. 237. 45 José Ramón Fernández: Ob. cit. 3570UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 358 El Comunicado No. 4 informa al mundo el fracaso de la invasión mercenaria organizada por el imperialismo yanqui. En menos de 66 horas, el 19 de abril de 1961, las fuerzas revolucionarias derrotaron a las tropas mercenarias, en cuya composición social se destacaban "[...] 194 militares y esbirros de la tiranía batistiana, 100 latifundistas, 24 grandes propietarios, 67 casatenientes, 112 grandes comerciantes, 179 acomodados, 35 magnates industriales y 112 lumpens". 46 El imperialismo y la oligarquía no pudieron lograr sus objetivos de recuperar y restaurar el neocolonialismo en Cuba, de eliminar la primera experiencia socialista en el continente y de aplastar el ejemplo de la Revolución Cubana para los pueblos latinoamericanos. Se le propinó al imperialismo yanqui su primera derrota militar en América Latina. 47 El día 21 de abril el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, admite la responsabilidad por la invasión mercenaria y su fracaso al decir: "Solo importa un hecho: el funcionario responsable del gobierno soy yo". 48 El día 23 Fidel Castro explica al pueblo cubano los acontecimientos que condujeron a la victoria de Playa Girón; aporta las pruebas de la participación de los Estados Unidos en el financiamiento, la preparación y la ejecución de la invasión mercenaria e imperialista. Sobre la significación histórica de la victoria obtenida el 19 de abril de 1961 por el pueblo cubano frente a la invasión mercenaria, Fidel Castro afirmó: [...] Esta fecha tendrá siempre gran trascendencia en la historia de nuestra Revolución. Fue para nuestra Patria y para nuestra Revolución una batalla decisiva [...] Si las batallas de la lucha contra la tiranía hicieron posible la conquista del poder revolucionario y cambiaron el curso de la historia en nuestro país, la batalla de Playa Girón impidió que la historia de nuestro país diese marcha atrás y salvó la Revolución". 49 En otro momento expresó: [...] A partir de Girón nació realmente nuestro Partido marxista-leninista; a partir de aquella fecha se cuenta la militancia en nuestro Partido; a partir de aquella fecha el socialismo quedó para siempre cimentado con la sangre de nuestros obreros, campesinos y estudiantes; a partir de aquella fecha el destino de los pueblos de este continente, en la libertad y digniJosé Ramón Fernández: "Cara a cara con José Ramón Fernández", Entrevista realizada por el periodista Ciro Bianchi Ross. 46 Para profundizar en la epopeya, ver: Juan Carlos Rodríguez: Girón. La batalla inevitable, Ed. Capitán San Luis, La Habana, 2005, pp. 267-342. 47 Tomado de Playa Girón. Bahía de Cochinos. Primera derrota militar de Washington en América, Fidel Castro, José Ramón Fernández, Pathfinder, Nueva York, Estados Unidos, 2001, p. 262. 48 Colectivo de autores: Historia de la Revolución Cubana, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1994, pp. 186-187. 49 3580UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 359 dad que conquistaba uno de ellos frente a la agresión del poderoso imperio que los avasallaba a todos, sería diferente. Porque, dígase lo que se diga, a partir de Girón todos los pueblos de América fueron un poco más libres. 50 Consideraciones sobre la evolución hacia el socialismo Durante sus dos primeros años, la Revolución Cubana logró suprimir los vínculos de dominación política y económica establecidos por el imperialismo norteamericano sobre Cuba, mediante leyes y medidas revolucionarias dirigidas a lograr la soberanía nacional, la igualdad social y la eliminación del atraso existente, todas previstas en el programa de la Revolución. Fue un proceso revolucionario único, ascendente, ininterrumpido y victorioso, desplegado en medio de una feroz lucha de clases y de las crecientes agresiones del imperialismo, que transitó en un breve período y con una misma dirección de una proyección nacional liberadora, democrática, popular, humanista y antiimperialista hacia el socialismo. Sobre las razones del tránsito hacia el socialismo, Fidel Castro durante la presentación del Informe Central al I Congreso del Partido Comunista de Cuba, manifestó las siguientes ideas: [...] El Programa del Moncada se había cumplido en lo esencial y la Revolución Cubana, en medio de épica lucha antiimperialista, pasaba a la etapa socialista. [...] Ahora bien, en las condiciones de un país como Cuba, ¿podía la Revolución concretarse al simple objetivo de la liberación nacional, manteniendo el régimen capitalista de explotación, o debía avanzar también hacia la definitiva liberación social? [...] Nuestra liberación nacional y social estaban indisolublemente unidas, avanzar era una necesidad histórica, detenerse una cobardía y una traición que nos habría llevado de nuevo a ser una colonia yanqui y esclavos de los explotadores. 51 Entonces, la Revolución Socialista en Cuba no fue el resultado de casualidades ni de voluntarismos, fue una necesidad histórica, determinada sobre todo, por el insostenible cúmulo de problemas y conflictos políticos, económicos y sociales creados, acumulados y no resueltos por el colonialismo primero y el capitalismo neocolonial después, que exacerbaron al extremo las contradicciones entre el imperialismo y la nación cubana y entre las clases explotadoras y 50 Fidel Castro: Discursos, t. III, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1979, p. 179. 51 Fidel Castro Ruz: Informe Central I, II y III, Congresos del Partido Comunista de Cuba, pp. 33 y 42. 3590UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 360 explotadas. 52 Transitar al socialismo significaba arribar a una etapa superior de la sociedad y crear las condiciones para acometer la solución definitiva de los problemas de Cuba. Esa necesidad histórica se hizo posible, debido a que se conjugaron un grupo de factores, entre ellos: – La visión y el fundamento de la continuidad histórica del patriotismo dado a la Revolución Cubana por sus principales dirigentes desde sus inicios, considerándola un resultado y una etapa superior del proceso revolucionario cubano iniciado en 1868, del cual se extrajeron las experiencias necesarias para su realización, proyección y defensa. – La unidad de las fuerzas revolucionarias bajo una misma dirección revolucionaria. – La firme y oportuna solidaridad recibida por la URSS y el resto de los países socialistas —posible por la existencia en esos momentos de una correlación de fuerza mundial favorable al sistema socialista— desarraigó los prejuicios anticomunistas inculcados al pueblo cubano por la propaganda capitalista. – La agresiva, intolerante y criminal actitud del imperialismo y de la contrarrevolución interna enseñaron al pueblo quiénes eran sus verdaderos enemigos históricos, fortaleció su patriotismo, generalizó la conciencia antiimperialista y aunque no fue lo determinante, influyó en acelerar el camino socialista de la Revolución. – La propia obra de la Revolución, que mediante las medidas tomadas en el plano político, económico y social, fueron dando respuestas a las inquietudes y reclamos históricos del pueblo cubano sobre soberanía nacional y justicia social, lo que permitió comprender los beneficios del socialismo. Basta recordar la popular frase: "Si Fidel es socialista, que me pongan en la lista". – El accionar popular para enfrentar a las agresiones de la reacción y el imperialismo, estimuló tempranamente la organización del pueblo para la lucha y radicalizó su conciencia, preparándolo no solo para acoger el socialismo sino también para defenderlo con heroísmo. – El papel de los líderes de la Revolución, en particular de Fidel Castro, en su labor de educar políticamente a las masas sobre la base del pensamiento martiano y el marxismo-leninismo, acción determinante para crear una profunda conciencia de comprensión, participación y apoyo a la obra de la revolución que se desarrollaba. Para profundizar en este tópico consultar Arnaldo Silva León: Breve Historia de la Revolución Cubana, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2003, pp. 22-29. 52 3600UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 361 ACTIVIDADES PARA EL ESTUDIO INDEPENDIENTE 1. La burguesía en Cuba desde los primeros momentos de la Revolución asumió una actitud contrarrevolucionaria, anticubana y proimperialista. Demuestra esa afirmación. 2. Con la Ley 890, dictada el 13 de octubre de 1960, se inició la nacionalización de los bancos y las empresas comerciales e industriales de la burguesía nativa. a) ¿Qué factores determinaron esa medida? b) ¿Por qué se considera un paso importante en la evolución del proceso revolucionario cubano? c) ¿Cuál fue el carácter de esas nacionalizaciones?, ¿por qué? 3. ¿Por qué se afirmó por Fidel Castro en octubre de 1960, que la Revolución había cumplido el Programa del Moncada? Ten en cuenta el contenido de ese programa y la obra revolucionaria durante sus primeros dos años. 4. El analfabetismo es una de las injusticias sociales más dañinas de la humanidad. a) Explica cómo fue erradicado en Cuba. b) Valora el papel de los jóvenes en la Campaña de Alfabetización. c) ¿Cuál fue la actitud del imperialismo y de los sectores reaccionarios de la Isla ante esa noble obra de la Revolución? ¿Por qué asumieron esa posición? d) ¿Qué significó la Campaña de Alfabetización para el pueblo cubano y el desarrollo del país? 5. Redacta un informe que recoja testimonios ofrecidos por participantes en la Campaña de Alfabetización en tu localidad. 6. La participación del gobierno de los Estados Unidos en la invasión por Playa Girón fue evidente. Demuestra esa afirmación. 7. ¿Cómo se puso de manifiesto el patriotismo socialista de nuestro pueblo ante la invasión de los mercenarios? 8. Valora la significación histórica de la victoria del pueblo cubano en Playa Girón. 9. Explica los factores que posibilitaron el tránsito hacia el socialismo en Cuba. 10. ¿Cuáles fueron las características que tuvo el tránsito de la etapa democrático-popular, agraria y antiimperialista de la Revolución Cubana a la etapa socialista? 11. Caracteriza con tres elementos: Ley de Reforma Urbana; Ley de Nacionalización de la Enseñanza; las agresiones económicas; Plan Trinidad; Limpia 3610UP-53 tripa CAPITULO 6 11/6/10 16:00 Página 362 del Escambray; Eduardo García Delgado; Proclamación del carácter socialista de la Revolución. 12. Busca información sobre la vida y obra revolucionaria del joven Manuel Ascunce Domenech y redacta una breve biografía de ese valiente alfabetizador. 13. De los acontecimientos estudiados en este epígrafe, escoge uno de ellos para que indagues y redactes un texto sobre la trascendencia que este tuvo en la localidad donde vives. 14. Localiza en el mapa de Cuba y del mundo: a) Los lugares de Cuba donde ocurrieron los acontecimientos históricos estudiados en este epígrafe. b) Los países relacionados con los sucesos estudiados en el epígrafe. 15. Valora cómo se manifestó en el acontecer histórico estudiado en este epígrafe: a) b) c) d) La continuidad histórica en la Revolución. La política agresiva del imperialismo y de la contrarrevolución interna. La actividad de las masas populares en apoyo y defensa de la Revolución. El papel del liderazgo del Comandante en Jefe Fidel Castro.

  1. En este capítulo se han retomado, profundizado y actualizado los contenidos históricos que sobre esta etapa se tratan en la educación primaria, secundaria y preuniversitaria, utilizándose para ello la valiosa información que ofrecen los libros y documentos citados.
  2. Fidel Castro Ruz: "Informe Central al Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba", Informe Central I, II y III Congresos del Partido Comunista de Cuba, Editora Política, La Habana, 1990, p. 28.
  3. Fidel Castro Ruz: "Discurso pronunciado en el Parque Carlos Manuel de Céspedes", de Santiago de Cuba, el 1ro. de enero de 1959.
  4. Según consta en el acta de constitución del primer Gobierno Revolucionario, del 2 de enero de 1959, Fidel Castro, por sus altos méritos al servicio de la patria como jefe de la Revolución, es nombrado Comandante en Jefe de las Fuerzas de Tierra, Mar y Aire de la República de Cuba. Documento publicado en Cuba Socialista, 3ra. época, no. 50 (eneromarzo), 2009.
  5. Fidel Castro Ruz: "Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro, a su llegada a La Habana, en Ciudad Libertad", el 8 de enero de 1959.
  6. Eduardo Lara Hernández: "La institucionalización y la Constitución de la República", Audiencia Pública. La Constitución de la República y la Conciencia Jurídica del Pueblo, Ediciones Poder Popular, Matanzas, 24 de enero de 2009.
  7. Programa del Partido Comunista de Cuba, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1989, p.12.
  8. Fidel Castro Ruz: "Discurso pronunciado en la Empresa Petrolera Shell", La Habana, 6 de febrero de 1959.
  9. Fidel Castro Ruz: "Discurso pronunciado en el Palacio Presidencial", La Habana, el 22 de marzo de 1959.
  10. "Primera Ley de Reforma Agraria", Seis Leyes de la Revolución, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1973, pp. 24-38.
  11. Tomado de "Sobre la cuestión agraria y las relaciones con el campesinado", Tesis y Resoluciones, Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba, Editado por el Departamento de Orientación Revolucionaria del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, La Habana, 1976, p. 625.
  12. Raúl Castro Ruz: "Estos 50 años fueron de resistencia y firmeza del pueblo", Entrevista publicada en Juventud Rebelde, 3 de enero de 2009, p. 3.
  13. Fabián Escalante Font: La Guerra Secreta. Acción Ejecutiva, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2003, pp. 1-7.
  14. Tomás Diez Acosta: "La primera conspiración descubierta contra la vida de Fidel", periódico Trabajadores, La Habana, lunes 2 de febrero de 2003, p. 2.
  15. Propietario agrícola que se sumó al Ejército Rebelde, al que se le otorgó el grado de Comandante. Después del triunfo revolucionario se le asignó el mando de jefe local de las fuerzas armadas en Camagüey. Se relacionó con los intereses del alto clero católico y de los ricos hacendados y ganaderos, hasta llegar a la sedición contrarrevolucionaria. Por ese delito fue juzgado y condenado a 20 años de privación de libertad.
  16. Fabián Escalante Font: La Guerra Secreta. Operación Mangosta, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2002, p. 4.
  17. Para profundizar en el tema consultar a Tomás Diez Acosta: La guerra encubierta contra Cuba, Editora Política, La Habana, 2006, pp. 2-13.
  18. Citado en el documento Demanda del pueblo de Cuba al Gobierno de los Estados Unidos por daños humanos, Editora Política, La Habana, 1999, p. 11.
  19. Luis M. Buch y Reinaldo Suárez: Gobierno Revolucionario Cubano. Primeros pasos, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2009, p. 64.
  20. José Cantón Navarro y Martín Duarte Hurtado: Cuba: 42 años de Revolución. Cronología histórica. 1959-1982, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2006, p. 14.
  21. Carlos Rafael Rodríguez: Letra con Filo, t. 2, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1983, p. 108.
  22. José Bell Lara y otros: Documentos de la Revolución Cubana. 1959, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 2006, pp. 23-25.
  23. José Cantón Navarro y Martín Duarte Hurtado: Cuba: 42 años de Revolución. Cronología histórica. 1959-1982, p. 31.
  24. Para el tratamiento del movimiento estudiantil secundarista la fuente de información fundamental ha sido: Luis Gómez Suárez: FEEM, tiempo de pensar, Casa Editora Abril, La Habana, 2002.
  25. Luis Gómez Suárez: FEEM, tiempo de pensar, pp. 20-27.
  26. José Cantón Navarro y Martín Duarte Hurtado: Cuba: 42 años de Revolución. Cronología histórica. 1959-1982, p. 49.
  27. Programa del Partido Comunista de Cuba, Ed. Pueblo y Educación, La Habana, 1989, p. 8.
  28. Raúl Castro Ruz: "Prólogo" a Camilo, Señor de la Vanguardia, de William Gálvez, Ed. de Ciencias Sociales, La Habana, 1979, p. XVIII.