El socialismo es un modo de producción y fase transicional entre otros dos modos de producción, el capitalista y el comunista, que se caracteriza por la propiedad de los medios de producción por parte de los trabajadores, conseguido mediante la expropiación de la burguesía por una dictadura del proletariado. Las economías socialistas están basadas en la planificación económica central, ausencia del ánimo de lucro y la colectivización.
La definición científico-socialista del término, como lo usan los Marxista-Leninistas, se refiere a una etapa particular del desarrollo histórico -- Específicamente el estado transicional entre los modos de producción capitalista y comunista (por esta razón, también se la conoce como "la etapa baja del comunismo", aunque es generalmente considerada suficientemente distinta del comunismo como para constituir su propio modo de producción). Sin embargo, el término socialismo es a menudo mal utilizado en el discurso de la izquierda en general para denotar obras públicas, programas de bienestar social y/o formas de planificación económica a pequeña escala practicada por países capitalistas.
Entre los primeros experimentos exitosos en el desarrollo científico de economía socialista estuvo la Unión Soviética a finales de los 1920, cuando los medios de producción pasaron a ser de propiedad social, concretamente la tierra y la economía agrícola pasaron a ser propiedad del estado; expropiadas de los terratenientes privados llamados Kulaks.
El socialismo se puede resumir con el lema "De cada uno según su capacidad, a cada uno según su trabajo."