Diferencia entre revisiones de «Tales de Mileto»

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=== Participación en la política jónica ===
=== Participación en la política jónica ===
[[Heródoto]] en sus ''[[Historias (Heródoto)|Historias]]'' cuenta que Tales intentó unir a las [[ciudades-estados]] [[Jonia|jónicas]] en una [[federación]] con centro común de gobierno en [[Teos]] para la mejor defensa de estas:<blockquote>Antes de que Jonia fuera destruida surgió del milesio Tales, de ascendencia fenicia, esta propuesta eficaz: exhortó a los jonios a establecer una sede única para el Consejo de Teos (pues Teos se encuentra en medio de Jonia), y que los otros Estados sin disminuir su población, fueran considerados como distritos.<ref name=":3">Heródoto, ''Historias'', I 170.</ref></blockquote>A esta exhortación a la unidad ''defensiva'' entre las ciudades-estados jónicas, hay que añadirle el rechazo a la alianza ''ofensiva'' entre los milesios y los [[Lidia|lidios]] (liderados por su rey [[Creso]]) con el fin de realizar una (a la postre fracasada) invasión al [[Imperio Persa]] por entonces gobernado por [[Ciro II|Ciro II el Grande]]. Según cuenta [[Diógenes Laercio]]:<blockquote>Parece que también en los asuntos políticos ha aconsejado lo mejor, pues cuando Creso lo envió a los milesios para forjar una alianza, lo impidió, y esto salvó al Estado cuando Ciro ejerció su dominio.<ref>Diógenes Laercio, ''Vida de los filósofos ilustres'', I 25.</ref> </blockquote>
[[Heródoto]] en sus ''[[Historias (Heródoto)|Historias]]'' cuenta que Tales intentó unir las [[ciudades-estados]] [[Jonia|jónicas]] en una [[federación]] con centro común de gobierno en [[Teos]] para la mejor defensa de estas:<blockquote>Antes de que Jonia fuera destruida surgió del milesio Tales, de ascendencia fenicia, esta propuesta eficaz: exhortó a los jonios a establecer una sede única para el Consejo de Teos (pues Teos se encuentra en medio de Jonia), y que los otros Estados sin disminuir su población, fueran considerados como distritos.<ref name=":3">Heródoto, ''Historias'', I 170.</ref></blockquote>A esta exhortación a la unidad ''defensiva'' entre las ciudades-estados jónicas, hay que añadirle el rechazo a la alianza ''ofensiva'' entre los milesios y los [[Lidia|lidios]] (liderados por su rey [[Creso]]) con el fin de realizar una (a la postre fracasada) invasión al [[Imperio Persa]] por entonces gobernado por [[Ciro II|Ciro II el Grande]]. Según cuenta [[Diógenes Laercio]]:<blockquote>Parece que también en los asuntos políticos ha aconsejado lo mejor, pues cuando Creso lo envió a los milesios para forjar una alianza, lo impidió, y esto salvó al Estado cuando Ciro ejerció su dominio.<ref>Diógenes Laercio, ''Vida de los filósofos ilustres'', I 25.</ref> </blockquote>
=== Estudio de la naturaleza ===
=== Estudio de la naturaleza ===
A pesar de los méritos que Tales pudiese haber tenido como político, no sería recordado durante milenios debido a ellos sino por su posterior dedicación al estudio de la naturaleza y sus ideas filosóficas respecto a esta. Según [[Diógenes Laercio]], "después de los asuntos políticos [Tales] se dedicó a la ciencia natural".<ref>Diógenes Laercio, ''Vida de los filósofos ilustres'', I 23</ref> y según el [[Apologética|apologeta]] [[Cristianismo|cristiano]] [[Hipólito]] (s. III n.e.), "Se dice que el milesio Tales, uno de los siete sabios, fue el primero que se abocó a la filosofía natural"<ref>Hipólito, I 1, 1.</ref>
A pesar de los méritos que Tales pudiese haber tenido como político, no sería recordado durante milenios debido a ellos sino por su posterior dedicación al estudio de la naturaleza y sus ideas filosóficas respecto a esta. Según [[Diógenes Laercio]], "después de los asuntos políticos [Tales] se dedicó a la ciencia natural".<ref>Diógenes Laercio, ''Vida de los filósofos ilustres'', I 23</ref> y según el [[Apologética|apologeta]] [[Cristianismo|cristiano]] [[Hipólito]] (s. III n.e.), "Se dice que el milesio Tales, uno de los siete sabios, fue el primero que se abocó a la filosofía natural"<ref>Hipólito, I 1, 1.</ref>
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==== Medición de la altura de las pirámides ====
==== Medición de la altura de las pirámides ====


Por ocurrir en Egipto, donde al parecer tuvo lugar la formación de Tales, la anécdota acerca de cómo éste midió la altura de las pirámides probablemente sea la primera de sus hazañas. Contamos en esencia con dos versiones (repetidas por distintos autores) de cómo Tales se las ingenió para hacer lo anterior: una basada en la semejanza de triángulos rectángulos isósceles y otra en la semejanza de triángulos rectángulos escalenos. Como ejemplo de la primera versión presentamos el relato de Plinio y como ejemplo de la segunda a Plutarco:<blockquote>El milesio Tales descubrió la forma de conocer cuál era la medida de la altura de las pirámides, midiendo la sombra (de estas) a la hora en que la suya solía ser igual a su cuerpo.<ref>Plinio, ''Hist. Nat.'' XXXVI 82.</ref>
Por ocurrir en Egipto, donde al parecer tuvo lugar la formación de Tales, la anécdota acerca de cómo éste midió la altura de las pirámides probablemente sea la primera de sus hazañas. Contamos en esencia con dos versiones de cómo Tales se las ingenió para hacer lo anterior: una basada en la semejanza de triángulos rectángulos isósceles y otra en la semejanza de triángulos rectángulos escalenos. Como ejemplo de la primera versión presentamos el relato de Plinio y como ejemplo de la segunda a Plutarco:<blockquote>El milesio Tales descubrió la forma de conocer cuál era la medida de la altura de las pirámides, midiendo la sombra (de estas) a la hora en que la suya solía ser igual a su cuerpo.<ref>Plinio, ''Hist. Nat.'' XXXVI 82.</ref><br>Tras colocar un bastón en el límite de la sombra que proyecta la pirámide y formados dos triángulos por acción de los rayos del sol, [Tales] mostró que la relación que guarda esta sombra con respecto a la otra es la que existe entre el bastón y la pirámide.<ref>Plut. ''Septem. sap. conviv.'' 147a.</ref></blockquote>
==== Supuesta predicción de un eclipse ====
Abundan referencias a cómo Tales empleó sus conocimientos astronómicos para predecir un eclipse solar que ocurrió durante una batalla entre lidios y medos. Según [[Heródoto]]: "La guerra entre ellos [esto es, Aliates y Ciaxares] se desarrollaba sin ventajas para uno ni para otro cuando, en el sexto año, mientras estaban combatiendo, súbitamente el día se convirtió en noche. Que ese cambio del día se iba a producir lo predijo a los jonios el milesio Tales, quien anticipó como término el año en que ocurrió".<ref>Heródoto, I 74.</ref> Y según [[Plinio]]: "El primero entre los griegos que investigó la causa de un eclipse fue el milesio Tales, quien predijo el eclipse de sol que se produjo durante el reinado de Aliates, en el cuarto año de la 48ª Olimpíada (585 a.n.e.), año 170 desde la fundación de Roma".<ref>Plinio, ''Hist.Nat.'' II 53..</ref>  


Tras colocar un bastón en el límite de la sombra que proyecta la pirámide y formados dos triángulos por acción de los rayos del sol, [Tales] mostró que la relación que guarda esta sombra con respecto a la otra es la que existe entre el bastón y la pirámide.<ref>Plut. ''Septem. sap. conviv.'' 147a.</ref></blockquote>
==== Supuesta predicción de un eclipse ====
Abundan referencias a cómo Tales empleó sus conocimientos astronómicos para predecir un eclipse solar que ocurrió durante una batalla entre lidios y medos: <blockquote>La guerra entre ellos [esto es, Aliates y Ciaxares] se desarrollaba sin ventajas para uno ni para otro cuando, en el sexto año, mientras estaban combatiendo, súbitamente el día se convirtió en noche. Que ese cambio del día se iba a producir lo predijo a los jonios el milesio Tales, quien anticipó como término el año en que ocurrió.<ref>Heródoto, I 74.</ref>


El primero entre los griegos que investigó la causa de un eclipse fue el milesio Tales, quien predijo el eclipse de sol que se produjo durante el reinado de Aliates, en el cuarto año de la 48ª Olimpíada (585 a.n.e.), año 170 desde la fundación de Roma.<ref>Plinio, ''Hist.Nat.'' II 53..</ref> </blockquote>
Sin embargo, es poco probable que Tales (o cualquier contemporáneo suyo) haya predicho eclipse alguno:<blockquote>Si bien L. Blanche, «L'éclipse de Thalès et ses problèmes», ''Revue Philosophique de la France et de l'Étranger'' 2 (1969), 154-199, aduce frente a quienes alegan que Tales no podía disponer de elementos para pronosticar eclipse alguno, la filiación babilónica del hecho, en la más reciente y monumental obra sobre la astronomía antigua [''A History of Ancient Mathematical Astronomy'', I-III, Berlín-Heidelberg-Nueva York, 1975], Neugebauer realiza un detallado estudio de la astronomía babilónica anterior al período seléucida y luego pasa a ocuparse de lo hecho en la Grecia clásica, donde dedica unos pocos párrafos al «eclipse pronosticado por Tales», con escepticismo, empero, a que sean tenidos en cuenta: nadie dudaría que en el siglo VI a.n.e. un filósofo griego dispusiera del instrumental adecuado para predecir un eclipse solar, pero «podría invocar la astronomía de los 'caldeos', de quienes Tales podría haber recibido cualquier información que requiriera. Esta vaga pero conveniente teoría ha sufrido un colapso en vista del presente conocimiento sobre la cronología de la astronomía babilónica en general y de la teoría lunar en particular. Ahora es evidente que, incluso tres siglos después de Tales, no podría haber sido predico ningún eclipse solar que fuera visible en Asia Menor, ni siquiera en Babilonia. Allí sigue en pie otra vaga hipótesis: la predicción por medio de ciclos -nuevamente, de ser necesario, estaba a disposición la consulta a Babilonia-. Desdichadamente, empero, no existe allí ningún ciclo -históricamente manejable- de eclipses solares visibles en una localidad dada, y cualquier intento de establecer un ciclo requeriría la posesión de registros locales de muchos siglos» (t. II, pág. 604).<ref name=":5">Nota a pie de página en Eggers Lan, Conrado & Juliá, Victoria E: [http://www.libgen.is/book/index.php?md5=A2159759C3C26AB609D338D7EF8F52E0 ''Los filósofos presocráticos''. Tomo I], Editorial Gredos, Madrid, 1981. pp. 79-81.</ref></blockquote>Lo anterior, sin embargo, no quiere decir que el relato de Heródoto no tenga elementos verídicos:<blockquote>(...) la anécdota, narrada por Heródoto, de que durante un combate en el 585/4 entre lidios (rey: Aliates) y medos (Ciaxares) se produjo un eclipse total del sol es históricamente posible. Algo así debe haber producido pánico o al menos una profunda impresión entre los combatientes, aunque Heródoto no dice que Tales ni ningún jonio fuera siquiera testigo del suceso. (...)
Sin embargo, es poco probable que Tales (o cualquier contemporáneo suyo) haya predicho eclipse alguno:<blockquote>Si bien L. Blanche, «L'éclipse de Thalès et ses problèmes», ''Revue Philosophique de la France et de l'Étranger'' 2 (1969), 154-199, aduce frente a quienes alegan que Tales no podía disponer de elementos para pronosticar eclipse alguno, la filiación babilónica del hecho, en la más reciente y monumental obra sobre la astronomía antigua [''A History of Ancient Mathematical Astronomy'', I-III, Berlín-Heidelberg-Nueva York, 1975], Neugebauer realiza un detallado estudio de la astronomía babilónica anterior al período seléucida y luego pasa a ocuparse de lo hecho en la Grecia clásica, donde dedica unos pocos párrafos al «eclipse pronosticado por Tales», con escepticismo, empero, a que sean tenidos en cuenta: nadie dudaría que en el siglo VI a.n.e. un filósofo griego dispusiera del instrumental adecuado para predecir un eclipse solar, pero «podría invocar la astronomía de los 'caldeos', de quienes Tales podría haber recibido cualquier información que requiriera. Esta vaga pero conveniente teoría ha sufrido un colapso en vista del presente conocimiento sobre la cronología de la astronomía babilónica en general y de la teoría lunar en particular. Ahora es evidente que, incluso tres siglos después de Tales, no podría haber sido predico ningún eclipse solar que fuera visible en Asia Menor, ni siquiera en Babilonia. Allí sigue en pie otra vaga hipótesis: la predicción por medio de ciclos -nuevamente, de ser necesario, estaba a disposición la consulta a Babilonia-. Desdichadamente, empero, no existe allí ningún ciclo -históricamente manejable- de eclipses solares visibles en una localidad dada, y cualquier intento de establecer un ciclo requeriría la posesión de registros locales de muchos siglos» (t. II, pág. 604).<ref name=":5">Nota a pie de página en Eggers Lan, Conrado & Juliá, Victoria E: [http://www.libgen.is/book/index.php?md5=A2159759C3C26AB609D338D7EF8F52E0 ''Los filósofos presocráticos''. Tomo I], Editorial Gredos, Madrid, 1981. pp. 79-81.</ref></blockquote>Lo anterior, sin embargo, no quiere decir que el relato de Heródoto no tenga elementos verídicos:<blockquote>(...) la anécdota, narrada por Heródoto, de que durante un combate en el 585/4 entre lidios (rey: Aliates) y medos (Ciaxares) se produjo un eclipse total del sol es históricamente posible. Algo así debe haber producido pánico o al menos una profunda impresión entre los combatientes, aunque Heródoto no dice que Tales ni ningún jonio fuera siquiera testigo del suceso. (...)


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=== Principios cósmicos ===
=== Principios cósmicos ===


==== Monismo ====
==== Monismo materialista concreto ====


Una primera característica del pensamiento de Tales es su monismo materialista, rasgo compartido con los demás filósofos de la [[Escuela de Mileto]] fundada por él. Haciendo un recuento de las filosofías anteriores a la suya, [[Aristóteles]] comenta en su ''[[Metafísica (Aristóteles)|Metafísica]]'' que el elemento material escogido por Tales como substancia de todo lo existente es el agua:<blockquote>La mayoría de los que filosofaron por primera vez consideraron que los únicos principios de todas las cosas son de especie material. Aquello a partir de lo cual existen todas las cosas, lo primero a partir de lo cual se generan y el término en que se corrompen, permaneciendo la sustancia mientras cambian los accidentes, dicen que es el elemento y principio de las cosas que existen; por esto consideran que nada se genera ni se corrompe, pues tal naturaleza se conserva siempre... Debe de haber, pues, alguna naturaleza única o múltiple a partir de la cual se generan las demás cosas, conservándose en ella. No todos dicen lo mismo sobre el número y la especie de tal principio, sino que Tales, quien inició semejante filosofía, sostiene que es el agua (y por ello también manifestó que la tierra está sobre agua).<ref name=":0">Aristóteles, ''Metafísica'', I 3, 983b.</ref></blockquote>
Una primera característica del pensamiento de Tales es su monismo materialista, rasgo compartido con los demás filósofos de la [[Escuela de Mileto|"escuela" de Mileto]]. Haciendo un recuento de las filosofías anteriores a la suya, [[Aristóteles]] comenta en su ''[[Metafísica (Aristóteles)|Metafísica]]'' que el elemento material escogido por Tales como substancia de todo lo existente es el agua:<blockquote>La mayoría de los que filosofaron por primera vez consideraron que los únicos principios de todas las cosas son de especie material. Aquello a partir de lo cual existen todas las cosas, lo primero a partir de lo cual se generan y el término en que se corrompen, permaneciendo la sustancia mientras cambian los accidentes, dicen que es el elemento y principio de las cosas que existen; por esto consideran que nada se genera ni se corrompe, pues tal naturaleza se conserva siempre... Debe de haber, pues, alguna naturaleza única o múltiple a partir de la cual se generan las demás cosas, conservándose en ella. No todos dicen lo mismo sobre el número y la especie de tal principio, sino que Tales, quien inició semejante filosofía, sostiene que es el agua (y por ello también manifestó que la tierra está sobre agua).<ref name=":0">Aristóteles, ''Metafísica'', I 3, 983b.</ref></blockquote>


==== Hilozoísmo ====
==== Hilozoísmo ====
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=== Hipótesis racionales tras los principios cósmicos de Tales ===
=== Hipótesis racionales tras los principios cósmicos de Tales ===
"La primera razón, que probablemente se le ocurre a una mente mo­derna, es que el agua es la única sustancia que realmente uno puede observar que se transforma, según su temperatura, en algo sólido, líquido o gaseoso sin hacerse ningún tipo de experimento, que no pudo estar al alcance de Tales. Ésta es, por consiguiente, la razón que dan algunos estu­diosos modernos, como sucede con Burnet, para explicar la elección de Tales."
"La primera razón, que probablemente se le ocurre a una mente mo­derna, es que el agua es la única sustancia que realmente uno puede observar que se transforma, según su temperatura, en algo sólido, líquido o gaseoso sin hacerse ningún tipo de experimento, que no pudo estar al alcance de Tales. Ésta es, por consiguiente, la razón que dan algunos estu­diosos modernos, como sucede con Burnet, para explicar la elección de Tales."
Las causas que llevaron a la elección de Tales del agua como substancia de todo lo existente parecen ser tan oscuras para nosotros como en tiempos de [[Aristóteles]] quien aventura algunas hipótesis :<blockquote>Tal vez llegó a esta concepción tras observar que todas las cosas tienen un alimento húmedo y que el calor se produce y se mantiene en la humedad (ya que aquello a partir de lo cual se generan las cosas es el principio de todas ellas). Por eso llegó a esta concepción y también porque todas las simientes son de naturaleza húmeda y el agua es el principio natural de las cosas húmedas.<ref name=":0" /></blockquote>Como se ve, "[para Aristóteles] el pensamiento que con mayor probabilidad había estado presente en la mente de Tales fue el de relacionar el agua con la idea de vida, y ello, debido a la observación de que el alimento y el semen siempre contienen humedad y que el verdadero calor de vida es un calor húmedo. La conexión entre calor y vida animal, obvia para la experiencia, era considerada como más esencial y causativa por el mundo antiguo de lo que lo es hoy. El mismo Aristóteles nos habla en otro sitio de «calor vital»33 y es evidente que se trata del calor húmedo suministrado por la sangre. Al morir suceden inmediatamente dos cosas. El cuerpo se enfría y se seca."
Las causas que llevaron a la elección de Tales del agua como substancia de todo lo existente parecen ser tan oscuras para nosotros como en tiempos de [[Aristóteles]] quien aventura algunas hipótesis :<blockquote>Tal vez llegó a esta concepción tras observar que todas las cosas tienen un alimento húmedo y que el calor se produce y se mantiene en la humedad (ya que aquello a partir de lo cual se generan las cosas es el principio de todas ellas). Por eso llegó a esta concepción y también porque todas las simientes son de naturaleza húmeda y el agua es el principio natural de las cosas húmedas.<ref name=":0" /></blockquote>Como se ve, "[para Aristóteles] el pensamiento que con mayor probabilidad había estado presente en la mente de Tales fue el de relacionar el agua con la idea de vida, y ello, debido a la observación de que el alimento y el semen siempre contienen humedad y que el verdadero calor de vida es un calor húmedo. La conexión entre calor y vida animal, obvia para la experiencia, era considerada como más esencial y causativa por el mundo antiguo de lo que lo es hoy. El mismo Aristóteles nos habla en otro sitio de «calor vital»33 y es evidente que se trata del calor húmedo suministrado por la sangre. Al morir suceden inmediatamente dos cosas. El cuerpo se enfría y se seca."


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A la hora de explicar los principios cosmológicos adoptados por Tales, además de las hipótesis anteriores, son igualmente dignas de consideración aquellas que apuntan a que su filosofía es producto de una "des-mitologización" (i.e.: des-personificación) de las [[Teogonía|teogonías]] a la sazón populares en su época. Llama poderosamente la atención que muchas de estas partían de dioses primordiales que fungían como personificaciones del agua y que, mediante una fertilidad prodigiosa, engendraban a las futuras generaciones de dioses, creando efectivamente así el universo que el ser humano habita. Luego, el monismo acuoso hilozoísta de Tales sería el resultado de privar a las teogonías de su tiempo de su elemento ''específicamente'' antropomórfico (la personalidad y voluntad de los dioses) mas no de la centralidad del agua (de ahí lo acuoso de su monismo) ni de la capacidad creadora/reproductora (es decir, de la vida) del agua (de ahí el hilozoísmo que arrastra Tales).
A la hora de explicar los principios cosmológicos adoptados por Tales, además de las hipótesis anteriores, son igualmente dignas de consideración aquellas que apuntan a que su filosofía es producto de una "des-mitologización" (i.e.: des-personificación) de las [[Teogonía|teogonías]] a la sazón populares en su época. Llama poderosamente la atención que muchas de estas partían de dioses primordiales que fungían como personificaciones del agua y que, mediante una fertilidad prodigiosa, engendraban a las futuras generaciones de dioses, creando efectivamente así el universo que el ser humano habita. Luego, el monismo acuoso hilozoísta de Tales sería el resultado de privar a las teogonías de su tiempo de su elemento ''específicamente'' antropomórfico (la personalidad y voluntad de los dioses) mas no de la centralidad del agua (de ahí lo acuoso de su monismo) ni de la capacidad creadora/reproductora (es decir, de la vida) del agua (de ahí el hilozoísmo que arrastra Tales).


Las teogonías candidatas como fuente de inspiración de la cosmología de Tales son básicamente tres: la provenientes de las [[Mitología griega|mitologías griega]], [[Mitología egipcia|egipcia]] y [[Mitología mesopotámica|mesopotámicas]]. La determinación de cuál de ellas jugó un rol mayor en la filosofía de Tales se complejiza no solo por el hecho de que Tales haya sido influído por todas ellas, sino porque además, dichas mitologías ya venían influenciándose mutuamente entre sí.
Las teogonías candidatas como fuente de inspiración de la cosmología de Tales son básicamente tres: la provenientes de las mitologías [[Mitología griega|griega]], [[Mitología egipcia|egipcia]] y [[Mitología mesopotámica|mesopotámicas]]. La determinación de cuál de ellas jugó un rol mayor en la filosofía de Tales se complejiza no solo por el hecho de que Tales haya sido influído por todas ellas, sino porque además, dichas mitologías ya venían influenciándose mutuamente entre sí.
[[Archivo:Océano y Tetis.png|miniaturadeimagen|Mosaico de Océano y Tetis (c. ss. I-II n.e.). Museo de Mosaicos de Zeugma, Gaziantep, Turquía.]]
[[Archivo:Océano y Tetis.png|miniaturadeimagen|Mosaico de Océano y Tetis (c. ss. I-II n.e.). Museo de Mosaicos de Zeugma, Gaziantep, Turquía.]]


==== Mitología griega en Tales ====
==== Mitología griega en Tales ====
[[Aristóteles]] mismo (junto con [[Platón]]) nos informa de la posibilidad de que la cosmología de Tales esté influída por la teogonía griega:<blockquote>Pero hay quienes consideran que los más antiguos, muy anteriores a la generación actual y primeros en reflexionar sobre los dioses, pensaron así sobre la naturaleza e hicieron a Océano y Tetis padres de la generación.<ref name=":0" /></blockquote>"[En la cita anterior] Las palabras «quienes consideran» aluden sin duda a Platón, y «los más antiguos» a Homero. En ''Ilíada'' XIV 201 se narra que Hera va a visitar, en los confines de la tierra, a «Océano, génesis de los dioses, y a la madre Tetis»; en XIV 246 menciona sólo a «Océano, quien, génesis para todas las cosas, las ha procreado». Platón cita el verso XIV 201 en el ''Teeteto'' 152e, y algo menos literalmente en ''Crátilo'' 402b (...) puesto que en el último pasaje menciona a Océano y a Tetis referidos a todas las cosas, parece probable que Aristóteles piense en Platón."<ref>Nota a pie de página en Eggers Lan, Conrado & Juliá, Victoria E: [http://www.libgen.is/book/index.php?md5=A2159759C3C26AB609D338D7EF8F52E0 ''Los filósofos presocráticos''. Tomo I], Editorial Gredos, Madrid, 1981. p. 69.</ref>
[[Aristóteles]] mismo (junto con [[Platón]]) nos informa de la posibilidad de que la cosmología de Tales esté influída por la teogonía griega:<blockquote>Pero hay quienes consideran que los más antiguos, muy anteriores a la generación actual y primeros en reflexionar sobre los dioses, pensaron así sobre la naturaleza e hicieron a Océano y Tetis padres de la generación.<ref name=":0" /></blockquote><blockquote>[En la cita anterior] Las palabras «quienes consideran» aluden sin duda a Platón, y «los más antiguos» a Homero. En ''Ilíada'' XIV 201 se narra que Hera va a visitar, en los confines de la tierra, a «Océano, génesis de los dioses, y a la madre Tetis»; en XIV 246 menciona sólo a «Océano, quien, génesis para todas las cosas, las ha procreado». Platón cita el verso XIV 201 en el ''Teeteto'' 152e, y algo menos literalmente en ''Crátilo'' 402b (...) puesto que en el último pasaje menciona a Océano y a Tetis referidos a todas las cosas, parece probable que Aristóteles piense en Platón.<ref>Nota a pie de página en Eggers Lan, Conrado & Juliá, Victoria E: [http://www.libgen.is/book/index.php?md5=A2159759C3C26AB609D338D7EF8F52E0 ''Los filósofos presocráticos''. Tomo I], Editorial Gredos, Madrid, 1981. p. 69.</ref></blockquote>
 
==== Mitología egipcia en Tales ====
==== Mitología egipcia en Tales ====
Sin embargo, el asunto no es tan sencillo, puesto que no es exclusivo de la mitología griega el valerse de dioses primordiales acuosos como padres de la creación. En estas consideraciones, Egipto y Mesopotamia no pueden ser dejadas de lado ya que "En ambas civilizaciones el agua desempeñaba un papel preponderante, que se reflejó en su mitología. Ambas fueron culturas de río, una basada en los dos ríos de Mesopotamia y la otra dependiente por entero para su vida de la inundación anual del Nilo."
Sin embargo, el asunto no es tan sencillo, puesto que no es exclusivo de la mitología griega el valerse de dioses primordiales acuosos como padres de la creación. En estas consideraciones, Egipto y Mesopotamia no pueden ser dejadas de lado ya que "En ambas civilizaciones el agua desempeñaba un papel preponderante, que se reflejó en su mitología. Ambas fueron culturas de río, una basada en los dos ríos de Mesopotamia y la otra dependiente por entero para su vida de la inundación anual del Nilo."
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El modelo del universo de Tales se completa con la adición del Sol y las estrellas, los cuales, para Tales, no difieren mucho en su naturaleza de la tierra según Aecio: "Tales dice que el sol es similar a la tierra en su naturaleza"<ref>Aecio, II 20, 9.</ref> y "Tales dice que los astros son similares a la tierra, pero inflamados"<ref>Aecio, II 13, 1.</ref>.
El modelo del universo de Tales se completa con la adición del Sol y las estrellas, los cuales, para Tales, no difieren mucho en su naturaleza de la tierra según Aecio: "Tales dice que el sol es similar a la tierra en su naturaleza"<ref>Aecio, II 20, 9.</ref> y "Tales dice que los astros son similares a la tierra, pero inflamados"<ref>Aecio, II 13, 1.</ref>.


Un escolio a Platón nos dice que "fue el primero entre los griegos que conoció los solsticios y lo relativo al tamaño y a la naturaleza del sol"<ref name=":4" />
Respecto al entendimiento que Tales tenía de los fenómenos astronómicos, un escolio a Platón nos dice que "fue el primero entre los griegos que conoció los solsticios y lo relativo al tamaño y a la naturaleza del sol"<ref name=":4" />; y Aecio nos informa que "fue el primero que dijo que el sol se eclipsa cuando la luna, que es de naturaleza semejante de la tierra, se sitúa perpendicularmente bajo él"<ref>Aecio, II 24, 1.</ref>.
 
Según Aecio, "fue el primero que dijo que el sol se eclipsa cuando la luna, que es de naturaleza semejante de la tierra, se sitúa perpendicularmente bajo él"<ref>Aecio, II 24, 1.</ref>.


=== Teoremas geométricos ===
=== Teoremas geométricos ===

Revisión actual - 11:35 22 jun 2024

Tales de Mileto

Θαλῆς ὁ Μιλήσιος
Retrato de Tales de Mileto por Wilhelm Meyer, basado en un busto del siglo IV
Nacióc. 624 a.n.e.
Mileto, Jonia
Murióc. 546 a.n.e.
Campo de estudioFilosofía presocrática


Tales de Mileto (Mileto, c. 624 a.n.e. - ibid., c. 546 a.n.e.)​ fue un filósofo, geómetra, astrónomo y político griego jónico natural de Mileto. Vivió durante la época de Aliates y Creso (reyes de Lidia), Ciaxares y Astiages (reyes de Media) y Ciro II el Grande (fundador del Imperio Persa Aqueménida).

Figura en todas las listas que nos llegan de los "siete sabios de Grecia", de los cuales parece haber sido considerado como el más sabio.[1] Siguiendo a Aristóteles, es habitualmente considerado el inaugurador de la filosofía griega (y por ende "occidental"). Pertenece al período de la filosofía griega conocido como presocrático y dentro de este a la llamada "escuela" de Mileto, de la cual es considerado su "fundador".

La información que nos llega de su vida y pensamiento es poca, fragmentaria y de segunda mano. Un obstáculo significativo para la reconstrucción fidedigna de su filosofía radica en que el autor que más detalles nos aporta acerca de la misma (Aristóteles en sus Metafísica, Física, y Del Alma) parece intentar convertirlo en uno más de sus precursores. Así, la filosofía de Tales nos llega en cierto modo desvirtuada, presentada como una pieza incompleta de lo que sería el posterior sistema aristotélico.

Usando terminología moderna podemos decir, con cierta cautela, que su filosofía parece corresponderse con un monismo materialista espontáneo que resalta por su concretitud (su monismo materialista no se basa en la materia en general sino a un material concreto: el agua); y por su hilozoísmo (a la materia elegida, Tales le atribuye vida en todas sus instancias, i.e.: "alma", capacidad de automovimiento similar a la de los seres vivos).

Biografía[editar | editar código]

Nacimiento y ascendencia[editar | editar código]

Según Diógenes Laercio (ss. II-III n.e.), "[Tales] había nacido en el primer año de la 35ª Olimpíada (640 a.n.e.)"[2]. La Suda[3] (s. X n.e.), por su parte afirma que nació antes de Creso, durante la 34ª Olimpíada (640 - 637 a.n.e.); y que es hijo de Examio y Cleobulina.[4]

Heródoto (s. V a.n.e.) le atribuye origen fenicio[5]. Este supuesto origen semita del considerado como fundador de la filosofía griega (y "occidental") ha sido cuestionado desde la antigüedad. Así, Diógenes, al citar el dato de Heródoto, añade que la mayoría de los escritores lo presentan como un genuino milesio de familia distinguida. Además, los nombres de sus progenitores no apuntan claramente a un origen fenicio: Examio, es de origen cario -ascendencia no improbable para un ciudadano de Mileto- y Cleobulina es nombre griego.[1]

Diógenes explica el componente fenicio mediante la frase «descendientes de Cadmo y Agenor» (en la mitología griega, Cadmo era hijo de Agenor, rey de Tiro, desde donde había ido a Beocia a fundar la ciudad griega de Tebas).[1] Según Zeller[6], la confusión surgió a causa de que los antepasados de Tales eran cadmeos de Beocia, los cuales, como Heródoto dice en otro lugar, llegaron en compañía de los colonizadores jonios.[1]

Educación[editar | editar código]

Según un escolio a La República de Platón, fue educado en Egipto por sacerdotes.[7] El historiador judeo-romano Flavio Josefo (s. I n.e.) coincide con esto en su Contra Apión donde hace hincapié en la influencia "oriental" (Egipcio-Mesopotámico) sobre los primeros filósofos griegos:

Todos coinciden en que los primeros que entre los griegos filosofaron sobre las cosas celestes y divinas, como Ferécides de Sirio [ver nota][8], Pitágoras y Tales, fueron discípulos de los egipcios y caldeos.[9]

El neopitagórico Jámblico (ss. III - IV n.e.) en De vita pythagorica nos ofrece más detalles sobre esta conexión entre las primeras filosofías griegas y Egipto. Según este autor, un anciano Tales le recomienda al joven Pitágoras nutrirse (al igual que él ya había hecho antes) de la sabiduría egipcia:

Después de excusarse por su vejez, [Tales] le exhortó [a Pitágoras] a navegar hacia Egipto y a frecuentar lo más posible, en Memfis y en Dióspolis, a los sacerdotes de esos lugares. En efecto, al lado de ellos él mismo había sido provisto de aquellas cosas gracias a las cuales era tenido por sabio por muchos.[10]

El neoplatónico Proclo (s. V n.e.), comentando los Elementos de Euclides asevera que la geometría fue descubierta en Egipto a partir de problemas prácticos de agrimensura e introducida luego en Grecia por Tales quien la aprendió de estos:

Diremos, junto a la mayoría de los historiadores, que la geometría fue descubierta por primera vez en Egipto y que se originó en la medición de áreas de tierras. Esto fue necesario para ellos porque el Nilo se desbordaba y borraba los límites que correspondían a cada uno... Tales, tras viajar a Egipto, fue el primero en introducir esta ciencia en Grecia; él mismo descubrió muchas cosas e indicó los principios de muchas otras para sus sucesores, en algunos casos enfocándolos de una manera general, en otros de un modo más empírico.[11]

Participación en la política jónica[editar | editar código]

Heródoto en sus Historias cuenta que Tales intentó unir las ciudades-estados jónicas en una federación con centro común de gobierno en Teos para la mejor defensa de estas:

Antes de que Jonia fuera destruida surgió del milesio Tales, de ascendencia fenicia, esta propuesta eficaz: exhortó a los jonios a establecer una sede única para el Consejo de Teos (pues Teos se encuentra en medio de Jonia), y que los otros Estados sin disminuir su población, fueran considerados como distritos.[5]

A esta exhortación a la unidad defensiva entre las ciudades-estados jónicas, hay que añadirle el rechazo a la alianza ofensiva entre los milesios y los lidios (liderados por su rey Creso) con el fin de realizar una (a la postre fracasada) invasión al Imperio Persa por entonces gobernado por Ciro II el Grande. Según cuenta Diógenes Laercio:

Parece que también en los asuntos políticos ha aconsejado lo mejor, pues cuando Creso lo envió a los milesios para forjar una alianza, lo impidió, y esto salvó al Estado cuando Ciro ejerció su dominio.[12]

Estudio de la naturaleza[editar | editar código]

A pesar de los méritos que Tales pudiese haber tenido como político, no sería recordado durante milenios debido a ellos sino por su posterior dedicación al estudio de la naturaleza y sus ideas filosóficas respecto a esta. Según Diógenes Laercio, "después de los asuntos políticos [Tales] se dedicó a la ciencia natural".[13] y según el apologeta cristiano Hipólito (s. III n.e.), "Se dice que el milesio Tales, uno de los siete sabios, fue el primero que se abocó a la filosofía natural"[14]

De las citas anteriores parece desprenderse que el estudio teórico de la naturaleza no era común entre los considerados «sabios» en la época de Tales. En efecto, "El empleo más antiguo de la palabra «sabio» en griego se refiere a la destreza o habilidad en el ejercido de alguna práctica artesanal; y después, a la destreza propia del estadista, como era el caso de los «siete sabios» (...) [con Tales] vemos ampliarse el sentido de la palabra «sabio»: la ciencia natural o filosofía natural también son «sabiduría»".[15]

Anécdotas[editar | editar código]

Sobre la vida de Tales nos llegan varias anécdotas que presentamos a continuación en lo que a nuestro juicio parece ser su orden cronológico más probable.

Medición de la altura de las pirámides[editar | editar código]

Por ocurrir en Egipto, donde al parecer tuvo lugar la formación de Tales, la anécdota acerca de cómo éste midió la altura de las pirámides probablemente sea la primera de sus hazañas. Contamos en esencia con dos versiones de cómo Tales se las ingenió para hacer lo anterior: una basada en la semejanza de triángulos rectángulos isósceles y otra en la semejanza de triángulos rectángulos escalenos. Como ejemplo de la primera versión presentamos el relato de Plinio y como ejemplo de la segunda a Plutarco:

El milesio Tales descubrió la forma de conocer cuál era la medida de la altura de las pirámides, midiendo la sombra (de estas) a la hora en que la suya solía ser igual a su cuerpo.[16]
Tras colocar un bastón en el límite de la sombra que proyecta la pirámide y formados dos triángulos por acción de los rayos del sol, [Tales] mostró que la relación que guarda esta sombra con respecto a la otra es la que existe entre el bastón y la pirámide.[17]

Supuesta predicción de un eclipse[editar | editar código]

Abundan referencias a cómo Tales empleó sus conocimientos astronómicos para predecir un eclipse solar que ocurrió durante una batalla entre lidios y medos. Según Heródoto: "La guerra entre ellos [esto es, Aliates y Ciaxares] se desarrollaba sin ventajas para uno ni para otro cuando, en el sexto año, mientras estaban combatiendo, súbitamente el día se convirtió en noche. Que ese cambio del día se iba a producir lo predijo a los jonios el milesio Tales, quien anticipó como término el año en que ocurrió".[18] Y según Plinio: "El primero entre los griegos que investigó la causa de un eclipse fue el milesio Tales, quien predijo el eclipse de sol que se produjo durante el reinado de Aliates, en el cuarto año de la 48ª Olimpíada (585 a.n.e.), año 170 desde la fundación de Roma".[19]


Sin embargo, es poco probable que Tales (o cualquier contemporáneo suyo) haya predicho eclipse alguno:

Si bien L. Blanche, «L'éclipse de Thalès et ses problèmes», Revue Philosophique de la France et de l'Étranger 2 (1969), 154-199, aduce frente a quienes alegan que Tales no podía disponer de elementos para pronosticar eclipse alguno, la filiación babilónica del hecho, en la más reciente y monumental obra sobre la astronomía antigua [A History of Ancient Mathematical Astronomy, I-III, Berlín-Heidelberg-Nueva York, 1975], Neugebauer realiza un detallado estudio de la astronomía babilónica anterior al período seléucida y luego pasa a ocuparse de lo hecho en la Grecia clásica, donde dedica unos pocos párrafos al «eclipse pronosticado por Tales», con escepticismo, empero, a que sean tenidos en cuenta: nadie dudaría que en el siglo VI a.n.e. un filósofo griego dispusiera del instrumental adecuado para predecir un eclipse solar, pero «podría invocar la astronomía de los 'caldeos', de quienes Tales podría haber recibido cualquier información que requiriera. Esta vaga pero conveniente teoría ha sufrido un colapso en vista del presente conocimiento sobre la cronología de la astronomía babilónica en general y de la teoría lunar en particular. Ahora es evidente que, incluso tres siglos después de Tales, no podría haber sido predico ningún eclipse solar que fuera visible en Asia Menor, ni siquiera en Babilonia. Allí sigue en pie otra vaga hipótesis: la predicción por medio de ciclos -nuevamente, de ser necesario, estaba a disposición la consulta a Babilonia-. Desdichadamente, empero, no existe allí ningún ciclo -históricamente manejable- de eclipses solares visibles en una localidad dada, y cualquier intento de establecer un ciclo requeriría la posesión de registros locales de muchos siglos» (t. II, pág. 604).[20]

Lo anterior, sin embargo, no quiere decir que el relato de Heródoto no tenga elementos verídicos:

(...) la anécdota, narrada por Heródoto, de que durante un combate en el 585/4 entre lidios (rey: Aliates) y medos (Ciaxares) se produjo un eclipse total del sol es históricamente posible. Algo así debe haber producido pánico o al menos una profunda impresión entre los combatientes, aunque Heródoto no dice que Tales ni ningún jonio fuera siquiera testigo del suceso. (...) Nosotros estamos acostumbrados a que se diga que tal o cual futurólogo pronosticó un hecho importante, pero como nos informa de tal predicción luego del acontecido hecho, no sabemos si fue realmente así; también suele pronosticarse, año tras año, un terremoto en el océano Pacífico, la muerte de un importante hombre público o una catástrofe aérea, y sólo se destaca el pronóstico cuando acierta (con frecuencia, lamentablemente). Pero nuestra hipótesis recoge estos dos últimos datos sólo para enriquecerla. Ella consiste básicamente en hacer notar que el mismo Heródoto menciona el pronóstico de Tales luego de narrar el eclipse; Tales, famoso por sus «conocimientos astronómicos», si presenció un eclipse en Egipto, lo ha narrado. Al ocurrir un eclipse en pleno combate entre pueblos vecinos, los jonios dicen que Tales lo pronosticó. Más que eso, es difícil, a nuestro juicio, proponer.[20]

Desvío del curso del río Halis[editar | editar código]

A pesar de no involucrar a los milesios en la invasión lidia a Persia, Tales parece haber participado en la expedición. De Heródoto nos llega la siguiente anécdota (que no debe ser creída)[21] sobre el cruce del río Halis por el ejército de Creso donde Tales muestra sus habilidades como ingeniero:

Cuando Creso llegó al río Halis, hizo cruzar al ejército -según lo que sostengo- por los puentes que había allí; pero de acuerdo con un relato muy difundido entre los griegos, fue el milesio Tales quien lo hizo cruzar. En efecto, como Creso se encontraba en dificultades para que el ejército atravesara el río... se dice que Tales, que estaba presente en el campamento, consiguió que el río, que corría por la izquierda, lo hiciera también por la derecha. Dicen que lo hizo de la manera siguiente: empezó a cavar una fosa profunda desde la parte alta del campamento, en forma de medialuna, de modo que pasara por detrás desviando mediante este canal el antiguo curso y volcando nuevamente el río en él después de pasar a lo largo del campamento. De modo que, rápidamente, dividido el río, se pudo atravesarlo por ambas partes.[22]

Caída en un pozo[editar | editar código]

Del período en que Tales se abocó al estudio de la naturaleza nos llega la famosa historia de El astrólogo que cayó dentro de un pozo que Platón cuenta en el Teeteto:

se dice que Tales, mientras estudiaba los astros... y miraba hacia arriba, cayó en un pozo, y que una bonita y graciosa criada tracia se burló de que quisiera conocer las cosas del cielo y no advirtiera las que tenía junto a sus pies.[23]

Habilidad en los negocios[editar | editar código]

Aristóteles cuenta en su Política otra historia que tiene como protagonista a un Tales. Aquí se lo presenta como alguien que si bien no está muy interesado en los asuntos mundanos, está tan o mejor informado sobre estos que la mayoría de las personas:

Pues todas estas cosas son útiles para los que aprecian el arte de las ganancia, como por ejemplo la maniobra financiera de Tales de Mileto, que atribuyeron a su sabiduría, pero que tiene carácter universal. En efecto, como lo injuriaban por su pobreza y por la inutilidad de la filosofía, se dice que, gracias a sus conocimientos astronómicos, pudo saber cómo sería la cosecha de aceitunas. Así, cuando era aún invierno y tenía un poco de dinero, tomó mediante fianza todas las presas de aceite de Mileto y de Quíos, arrendándolas por muy poco, pues no había competencia. Cuando llegó la oportunidad y todos a la vez buscaban presas, las alquiló como quería, juntando mucho dinero, para demostrar qué fácil resulta a los filósofos enriquecerse cuando quieren hacerlo.[24]

Plutarco (ss. I - II n.e.) sigue a Aristóteles en afirmar la incursión de Tales en asuntos económico-comerciales: "se dice que Tales e Hipócrates, el matemático, se dedicaron al comercio".[25]

Muerte[editar | editar código]

Según Diógenes Laercio, Tales murió en durante la 58ª Olimpíada (548 - 545 a.n.e.)[2]. La Suda ofrece más detalles: "murió viejo, mientras presenciaba un certamen gimnástico, aplastado por la multitud y agobiado por el calor".[4]

Pensamiento[editar | editar código]

(Im)probable obra escrita y transmisión oral de su pensamiento[editar | editar código]

Es muy probable que Tales de Mileto no haya dejado obra escrita. Simplicio de Cilicia (s. VI n.e.), neoplatónico comentarista de Aristóteles, nos advierte:

se dice que [Tales] no dejó nada por escrito, excepto la llamada Astronomía Náutica.[26]

Diógenes Laercio, por su parte, cuestiona la autoría de Tales de Astronomía Náutica y añade a la lista de probables obras de este filósofo dos títulos más:

Y según algunos no dejó ningún escrito, y se dice que la Astronomía Náutica que se le atribuye es de Foco de Samos... pero según otros, escribió solamente dos obras: Sobre el solsticio y Sobre el equinoccio.[27]

La autoría de Tales de Sobre el solsticio y Sobre el equinoccio es problemática por cuanto el retórico Temistio de Paflagonia (s. IV n.e.) asevera que fue el discípulo de Tales, Anaximandro, quien primero escribió sobre estos temas:

[Anaximandro] fue el primero de los griegos que conocemos que se atrevió a publicar un discurso escrito sobre la naturaleza.[28]

Aún en caso de que Tales hubiese escrito algo, es casi seguro que dichos escritos ya no existieran en tiempos de Aristóteles. Lo anterior se infiere del modo en que el estagirita lo cita en sus textos, basándose en lo que parece ser tradición oral.

Principios cósmicos[editar | editar código]

Monismo materialista concreto[editar | editar código]

Una primera característica del pensamiento de Tales es su monismo materialista, rasgo compartido con los demás filósofos de la "escuela" de Mileto. Haciendo un recuento de las filosofías anteriores a la suya, Aristóteles comenta en su Metafísica que el elemento material escogido por Tales como substancia de todo lo existente es el agua:

La mayoría de los que filosofaron por primera vez consideraron que los únicos principios de todas las cosas son de especie material. Aquello a partir de lo cual existen todas las cosas, lo primero a partir de lo cual se generan y el término en que se corrompen, permaneciendo la sustancia mientras cambian los accidentes, dicen que es el elemento y principio de las cosas que existen; por esto consideran que nada se genera ni se corrompe, pues tal naturaleza se conserva siempre... Debe de haber, pues, alguna naturaleza única o múltiple a partir de la cual se generan las demás cosas, conservándose en ella. No todos dicen lo mismo sobre el número y la especie de tal principio, sino que Tales, quien inició semejante filosofía, sostiene que es el agua (y por ello también manifestó que la tierra está sobre agua).[29]

Hilozoísmo[editar | editar código]

Para Tales, al parecer, la materia no está privada de alma, de ahí que su materialismo sea hilozóico. En su tratado Del Alma, nuevamente pasando revista sobre opiniones precedentes, Aristóteles comenta sobre Tales:

Y algunos dicen que el alma está mezclada en el todo, de ahí también quizá que Tales haya pensado que todo está lleno de dioses.[30]

Hipótesis racionales tras los principios cósmicos de Tales[editar | editar código]

"La primera razón, que probablemente se le ocurre a una mente mo­derna, es que el agua es la única sustancia que realmente uno puede observar que se transforma, según su temperatura, en algo sólido, líquido o gaseoso sin hacerse ningún tipo de experimento, que no pudo estar al alcance de Tales. Ésta es, por consiguiente, la razón que dan algunos estu­diosos modernos, como sucede con Burnet, para explicar la elección de Tales."

Las causas que llevaron a la elección de Tales del agua como substancia de todo lo existente parecen ser tan oscuras para nosotros como en tiempos de Aristóteles quien aventura algunas hipótesis :

Tal vez llegó a esta concepción tras observar que todas las cosas tienen un alimento húmedo y que el calor se produce y se mantiene en la humedad (ya que aquello a partir de lo cual se generan las cosas es el principio de todas ellas). Por eso llegó a esta concepción y también porque todas las simientes son de naturaleza húmeda y el agua es el principio natural de las cosas húmedas.[29]

Como se ve, "[para Aristóteles] el pensamiento que con mayor probabilidad había estado presente en la mente de Tales fue el de relacionar el agua con la idea de vida, y ello, debido a la observación de que el alimento y el semen siempre contienen humedad y que el verdadero calor de vida es un calor húmedo. La conexión entre calor y vida animal, obvia para la experiencia, era considerada como más esencial y causativa por el mundo antiguo de lo que lo es hoy. El mismo Aristóteles nos habla en otro sitio de «calor vital»33 y es evidente que se trata del calor húmedo suministrado por la sangre. Al morir suceden inmediatamente dos cosas. El cuerpo se enfría y se seca." También sobre las causas del hilozoísmo de Tales, nos provee Aristóteles de hipótesis:

Parece que Tales, según comentan, concibió al alma como algo que mueve, si realmente dijo que el imán tiene alma porque mueve el hierro.[31]

Platón comparte esta visión de (...)

También dice que en, en cierto modo, las cosas inanimadas tienen alma, a partir de la observación del imán y el ámbar... y que el cosmos está animado y lleno de divinidades.[32]

(...) Aecio:

Tales fue el primero en manifestar que el alma es una naturaleza siempre en movimiento o que se mueve a sí misma.[33]

""

Hipótesis (des)mitológicas tras los principios cósmicos de Tales[editar | editar código]

A la hora de explicar los principios cosmológicos adoptados por Tales, además de las hipótesis anteriores, son igualmente dignas de consideración aquellas que apuntan a que su filosofía es producto de una "des-mitologización" (i.e.: des-personificación) de las teogonías a la sazón populares en su época. Llama poderosamente la atención que muchas de estas partían de dioses primordiales que fungían como personificaciones del agua y que, mediante una fertilidad prodigiosa, engendraban a las futuras generaciones de dioses, creando efectivamente así el universo que el ser humano habita. Luego, el monismo acuoso hilozoísta de Tales sería el resultado de privar a las teogonías de su tiempo de su elemento específicamente antropomórfico (la personalidad y voluntad de los dioses) mas no de la centralidad del agua (de ahí lo acuoso de su monismo) ni de la capacidad creadora/reproductora (es decir, de la vida) del agua (de ahí el hilozoísmo que arrastra Tales).

Las teogonías candidatas como fuente de inspiración de la cosmología de Tales son básicamente tres: la provenientes de las mitologías griega, egipcia y mesopotámicas. La determinación de cuál de ellas jugó un rol mayor en la filosofía de Tales se complejiza no solo por el hecho de que Tales haya sido influído por todas ellas, sino porque además, dichas mitologías ya venían influenciándose mutuamente entre sí.

Mosaico de Océano y Tetis (c. ss. I-II n.e.). Museo de Mosaicos de Zeugma, Gaziantep, Turquía.

Mitología griega en Tales[editar | editar código]

Aristóteles mismo (junto con Platón) nos informa de la posibilidad de que la cosmología de Tales esté influída por la teogonía griega:

Pero hay quienes consideran que los más antiguos, muy anteriores a la generación actual y primeros en reflexionar sobre los dioses, pensaron así sobre la naturaleza e hicieron a Océano y Tetis padres de la generación.[29]

[En la cita anterior] Las palabras «quienes consideran» aluden sin duda a Platón, y «los más antiguos» a Homero. En Ilíada XIV 201 se narra que Hera va a visitar, en los confines de la tierra, a «Océano, génesis de los dioses, y a la madre Tetis»; en XIV 246 menciona sólo a «Océano, quien, génesis para todas las cosas, las ha procreado». Platón cita el verso XIV 201 en el Teeteto 152e, y algo menos literalmente en Crátilo 402b (...) puesto que en el último pasaje menciona a Océano y a Tetis referidos a todas las cosas, parece probable que Aristóteles piense en Platón.[34]

Mitología egipcia en Tales[editar | editar código]

Sin embargo, el asunto no es tan sencillo, puesto que no es exclusivo de la mitología griega el valerse de dioses primordiales acuosos como padres de la creación. En estas consideraciones, Egipto y Mesopotamia no pueden ser dejadas de lado ya que "En ambas civilizaciones el agua desempeñaba un papel preponderante, que se reflejó en su mitología. Ambas fueron culturas de río, una basada en los dos ríos de Mesopotamia y la otra dependiente por entero para su vida de la inundación anual del Nilo."

Plutarco nos cuenta que, según los sacerdotes egipcios, no solo Tales, sino el mismísimo Homero, habrían aprendido de Egipto a tomar al agua como principio de todas las cosas:

Dicen [los sacerdotes egipcios] que Helio y Selene no usan, como vehículos de transporte en su vuelta al mundo, carros, sino navíos[35], queriendo así dar a entender que su crianza y nacimiento se produce a partir de la humedad. Y piensan también que Homero, como Tales, por haberlo aprendido de los egipcios, consideraba el agua principio y origen de todo; pues el Océano es Osiris y Tetis es Isis, como la que nutre y alimenta todo. Pues también los griegos llaman a la emisión del esperma apousía y al coito synousía, y al hijo hyós) a partir de hýdōr («agua») y de hŷsai («llover»), y a Dioniso Hŷes porque es señor de la naturaleza húmeda y no otro que Osiris.[36]

Nun, dios egipcio de las aguas primordiales, representado en el Papiro de Ani. (c.1250 a.n.e.)

La anterior información que nos provee Plutarco debe ser corregida con la aclaración de que "el verdadero paralelo a Océano es Noun, el dios del agua primordial, de la que en los sistemas cosmogónicos de Heliópolis y Hermópolis, el sol había nacido; la identificación de Tetis (Tēthýs), la esposa de Océano, con Isis sólo aparece en este pasaje de Plutarco, y quizá surja de su mención al lado de aquél en los dos versos homéricos." Las razones de la centralidad de Noun (también Nün o Nun) en la cosmogonía egipcia y del rol del agua en el origen de la vida no son difíciles de adivinar:

Cada año el Nilo anegaba la estrecha franja cultivable más allá de sus riberas y se retiraba dejándola cubierta con Iodo de una fertilidad increíble, en el cual el crecimiento de nueva vida era extraordinariamente rápido. Para aquellos que se aglomeraban a lo largo de esta ribera, a fin de procurarse su sustento, era muy fácil creer que toda vida surgía, ante todo, del agua. La tierra misma había surgido de Nün, las aguas primordiales, que continúan estando bajo ella en cualquier parte —como decía Tales— y que, como el Océano homérico, también la circundan. En un principio, las aguas lo cubrían todo, pero fueron sumergiéndose gradual­ mente hasta que surgió un montículo, que se convirtió en asiento de la vida primitiva. Sobre este montículo el dios-creador hizo su primera apa­rición. Entre los campesinos egipcios persiste aún la creencia de que el limo fértil, dejado tras de sí por el Nilo en su inundación anual, tiene el poder de originar realmente vida, y esta creencia en el origen espontá­neo de la vida, a partir del lodo o limo, la hallaremos en seguida en Anaxi­mandro.

Vemos así que no solo tenemos razones para creer en la influencia de la cosmogonía egipcia en Tales sino también en su sucesor, Anaximandro.

Mitología mesopotámica en Tales[editar | editar código]

Por último, no debemos obviar que Tales también haya podido estar influenciado por la mitología mesopotámica. Es la misma, "la fase más primitiva del universo [se presenta] como un caos de elementos acuosos. El caos estaba compuesto de tres elementos entremezclados: Apsu, que representa las aguas dulces; Ti'amat, que repre­senta el mar, y Mummu, que no puede ser identificado con seguridad, pero puede representar bancos de nubes y niebla. Estos tres tipos de agua estaban mezclados en una masa muy indefinida. No había surgido aún la idea de un cielo encima o tierra firme debajo; todo era agua, ni siquiera se había formado una ciénaga pantanosa, menos aún una isla, y todavía no existían dioses". En efecto, así comienza el Enuma Elish:

Cuando en lo alto el cielo aún no había sido nombrado, / y, abajo, la tierra firme no había sido mencionada con un nombre, / solos Apsu, su progenitor, / y la madre Tiamat, la generatriz de todos, / mezclaban juntos sus aguas: / aún no se habían aglomerado los juncares, ni las cañas habían sido vistas. / Cuando los dioses aún no habían aparecido, / ni habían sido llamados con un nombre, ni fijado ningún destino, / los dioses fueron procreados dentro de ellos.[37]

Astronomía[editar | editar código]

Aristóteles en Del Cielo, simultáneamente recoge y critica el modelo que del universo tenía Tales:

Otros sostienen que [la tierra] descansa sobre agua. En efecto, conocemos este antiquísimo argumento que dicen que sostuvo el milesio Tales: por ser flotante, [la tierra] permanece como un leño o algo similar (pues ninguna de estas cosas puede mantenerse naturalmente sobre el aire, sino sobre el agua), como si no pudiera argumentarse acerca del agua que sostiene a la tierra lo mismo que se dice de ésta. Pues tampoco el agua puede permanecer naturalmente suspendida, si no está sobre algo.[38]

La metáfora de la tierra que "surge" del agua, emergiendo como un leño, parece reconocer tras ella la idea oriental de un mar originario según Uvo Hölscher.[39]

El modelo del universo de Tales se completa con la adición del Sol y las estrellas, los cuales, para Tales, no difieren mucho en su naturaleza de la tierra según Aecio: "Tales dice que el sol es similar a la tierra en su naturaleza"[40] y "Tales dice que los astros son similares a la tierra, pero inflamados"[41].

Respecto al entendimiento que Tales tenía de los fenómenos astronómicos, un escolio a Platón nos dice que "fue el primero entre los griegos que conoció los solsticios y lo relativo al tamaño y a la naturaleza del sol"[7]; y Aecio nos informa que "fue el primero que dijo que el sol se eclipsa cuando la luna, que es de naturaleza semejante de la tierra, se sitúa perpendicularmente bajo él"[42].

Teoremas geométricos[editar | editar código]

Se le atribuyen a Tales los siguientes teoremas:

  • T1: Un círculo es dividido en dos partes iguales por su diámetro.
  • T2: Los ángulos la base de un triángulo isósceles son iguales entre sí.
  • T3: Los ángulos opuestos por el vértice son iguales entre sí.
  • T4: Triángulos con un lado igual y con ángulos iguales adyacentes a dicho lado, son iguales entre sí.
  • T5: El ángulo inscrito en un semicírculo es recto.

En los Elementos de Euclides figuran explícitamente los teoremas T2, T3, T4 y T5:

  • T2, en el Libro I, Proposición 5: "En los triángulos isósceles los ángulos de la base son iguales entre sí (...)".[43]
  • T3, en el Libro I, Proposición 15: "Si dos rectas se cortan, hacen los ángulos del vértice [i.e. los opuestos por el vértice] iguales entre sí" .[44]
  • T4, en el Libro I, Proposición 26: "Si dos triángulos tienen dos ángulos del uno iguales respectivamente a dos ángulos del otro y un lado del uno igual a un lado del otro: ya sea el correspondiente a los ángulos iguales o el que subtiende uno de los ángulos iguales, tendrá también los lados restantes iguales a los lados restantes y el ángulo restante (igual) al ángulo restante".[45]
  • T5, en el Libro III, Proposición 31: "En un círculo el ángulo en el semicírculo es recto (...)".[46]

El teorema T1 no figura explícitamente en los Elementos pero se infiere de las siguientes definiciones y proposiciones:[47]

  • Libro I, Definición 18: "Un semicírculo es la figura comprendida entre el diámetro y a circunferencia por él cortada. Y el centro del semicírculo es el mismo que el del círculo"[48]
  • Libro III, Proposición 31: (ya citada)[46]
  • Libro III, Definición 11: "Son segmentos de círculo semejantes los que admiten ángulos iguales, aquellos en que los ángulos son iguales entre sí".[49]
  • Libro III, Proposición 24: "Los segmentos circulares semejantes que están sobre rectas iguales son iguales entre sí".[50]

Efectivamente:

  • En la definición de semicírculo (I.Def.18) no está implícito que un semicírculo es la mitad de un círculo. Esto es algo que debe ser probado.
  • A parir de III.Prop.31 y III.Def.11 tenemos que los dos semicírculos de una círculo son segmentos semejantes.
  • Finalmente III.Prop.24 garantiza la igualdad de dichos semicírculos.

Pasemos ahora a los orígenes de las atribuciones de estos teoremas a Tales. Es Proclo quien sus Comentarios a Euclides, atribuye a Tales los teoremas T1, T2, T3 y T4 basándose en Eudemo:

  • Atribución de T1 a Tales: "En cuanto a que el círculo es dividido por el diámetro en dos partes iguales, dicen que Tales fue el primero en demostrarlo."[51]
  • Atribución de T2 a Tales: "Hay que agradecer al viejo Tales por el descubrimiento de muchas otras cosas y por este teorema, pues se dice que fue el primero en enseñar y sostener que en todo triángulo isósceles los ángulos de la base son iguales; aunque, en un <lenguaje> más arcaico, llamó «similares» a los ángulos iguales."[52]
  • Atribución de T3 a Tales: "Este teorema muestra ciertamente que, de dos líneas que se cortan entre sí, los ángulos opuestos por el vértice son iguales. Según dice Eudemo, fue descubierto primero por Tales."[53]
  • Atribución de T4 a Tales: "Eudemo, en la Historia de la geometría, atribuye a Tales este teorema, pues dice que es necesario hacer uso de él por el modo que dicen que calculó la distancia de las naves en el mar."[54]

La atribución del teorema T5 a Tales proviene de Diógenes Laercio que usa como fuente a Pánfila (compiladora del s. I n.e.):

Él [Tales] fue el primero en inscribir un triángulo de ángulos rectos en un círculo.[55]

Ahora bien, la autoría de Tales de estos teoremas, en especial de sus demostraciones, es altamente dudosa. Empecemos por el más "simple" de todos (T1):

Si Tales ha comprobado que el diámetro divide al círculo en dos partes iguales, sólo puede haber sido por un procedimiento empírico, pre-científico. (...) Heath, I, pág. 131 hace notar que ni siguiera Euclides llega a tal demostración, limitándose a definir en el primer libro de sus Elementos al «diámetro» como «una recta que atraviesa el círculo pasando por su centro y terminando, en ambas direcciones, en la periferia, dividiendo así al círculo en dos partes iguales». Heath se acoge a la sugerencia de Cantor de que simplemente Tales habría observado este hecho en cualquiera de los círculos que se hallan en monumentos egipcios y que aparecen divididos por 2, 4 o 6 diámetros con un resultado de 4, 8 o 12 secciones iguales. De cualquier modo, no basta la mera observación para afirmar que las secciones son iguales. La «demostración matemática» que propone Proclo consiste en una invitación a imaginarse una de las dos partes del círculo -separadas por el diámetro- sobre la otra, y si coincide (epharmózei), implica que es igual. Esta propuesta de Proclo (p. 157, 17-158, 1) no está referida a Tales, ni menciona fuentes, aunque sin duda de basa en el axioma 7 de Euclides, que afirma que las cosas «coincidentes» (epharmózonta), es decir que, al aplicarse «una sobre otra», coinciden, «son iguales entre sí». Este procedimiento de «superposición» o «congruencia» se convierte, de hecho, en un recurso empírico que aplica Euclides en los teoremas 1 y 4 del libro I, aunque, claro está, no de forma imaginativa, sino con regla y compás (y otros recursos de índole deductiva)[56]

Acerca de T2, parece ser que como en el caso anterior, Tales haya empleado una metodología de «congruencia», no deductiva. Un punto de contención radica en la similitud en lugar de la igualdad de los ángulos mencionados:

La equivalencia entre «similar» e «igual» puede haber resultado «arcaica» en tiempos de Proclo y Simplicio, pero vale por lo menos desde Homero hasta Aristóteles, o hasta Euclides. Como hace notar K. v. Fritz («Gleichheit, etc.», pág. 47), ya en Homero se halla una equivalencia entre hómoion e íson, «similar» e «igual», respectivamente, y cita Ilíada V 440-441, donde Apolo insta a Diomedes a no tratar de ser «igual» a los «dioses», pues jamás serán de una raza «similar» a la de él. Pero más importante para nosotros es una frase del tratado aristotélico Del Cielo (II 14, 296b) donde se dice que los cuerpos celestes se mueven hacia la tierra pero no en forma paralela, sino «en ángulos iguales» (traducción Heath, en Aristarchus, 237; en griego es pròs homoías gōnías). Esta frase molestó a Simplicio, quien aclara «llama 'similares' a los ángulos 'iguales'» (Del Cielo 538, 22). Es decir, del mismo modo que un siglo antes alude Proclo a Tales, calificando dicho lenguaje de «arcaico» (podía resultar arcaico en el s. V o VI n.e.). Pero eso no significa que Proclo o su fuente hayan tenido un libro de Tales al lado, como afirman rotundamente Burkert, Gladigow y Werden, entre otros. Ha bastado para ello el pensar, como en el caso del teorema anterior [T1], que Tales ha usado un procedimiento de «congruencia» y no una metodología deductiva que partiera del abstracto concepto de «igualdad».[57]

Acerca de los teoremas T3 y T4:

Como tanto el teorema I.15 (T3) y I.26 (T4) en la forma que figuran en Euclides suponen numerosos teoremas y problemas anteriores, así como diversos axiomas, postulados y definiciones del libro I, además de estar estructurados deductivamente (lo cual sólo es posible a partir de Parménides), es impensable que hayan sido formulados por Tales, aunque de éste puede provenir algún enunciado más simple y más precario.[58]

Acerca de la utilización de T4 para medir la distancia a que se encuentran los barcos:

Si un observador se sitúa en lo alto de una torre frente al mar, cerca de la cual se ve un barco, con una suerte de compás fija -como eje capaz de rotar- en el suelo una de las piernas del mismo, mientras con la otra apunta al barco, hasta lograr formar (entre ambas piernas del compás) el ángulo preciso. Acto seguido, manteniendo el ángulo, hace rotar la pierna-eje hasta que la otra apunte a un objeto sito en tierra firme. Después es cuestión de medir la distancia que hay desde ese objeto hasta la torre, y esa medida es precisamente la que hay desde el barco hasta la torre. La idea es simple e inteligente; solo que -contra lo que afirma Heath- no necesita el conocimiento previo de un teorema según el cuál si dos triángulos tienen dos ángulos, de uno, respectivamente iguales a dos ángulos de otro y un lado de uno igual a un lado del otro, los otros dos lados y el restante ángulo, de uno, serán iguales a los respectivos lados y el restante ángulo del otro. El mismo Heath, al preferir este procedimiento a otros más complejos, hace notar que se asemeja más al caso de la medición de la altura de las pirámides. Es decir, añadimos nosotros, es un sentido fuertemente intuitivo de la comparación entre las distancias, aunque quizá requiera haber practicado con un compás distintas operaciones prácticas. De ellas puede haberse derivado un enunciado de un teorema (pues «teorema» debería llamarse sólo cuando queda demostrado; si no, no habría diferencia con una hipótesis, un postulado o un axioma), y no a la inversa. De cualquier modo, revela un intenso interés por medir y calcular.[59]

Finalmente, T5, además de destacar por su complejidad (compárese su posición, en el Libro III de los Elementos, con el lugar ubicado por los teoremas T2, T3 y T4 ) que de por sí hace poco probable la demostración por parte de Tales del mismo.

La tentación de atribuir descubrimientos extraordinarios a individuos con una reputación general de sabiduría estaba muy arraigada en la antigüedad. La historia contenía que, cuando acertó a formular el teorema [T5], sacrificó un buey, igual que se dice que hizo Pitágoras, al demostrar el teorema que comúnmente lleva su nombre.

Valoración desde el marxismo[editar | editar código]

(...)

Tenemos ya aquí, pues, todo el originario y tosco materialismo, emanando de la naturaleza misma y que, del modo más natural del mundo, considera en sus comienzos la unidad dentro de la infinita variedad de los fenómenos de la naturaleza como algo evidente por sí mismo, buscándola en algo corpóreo y concreto, en algo específico, como Tales en el agua.[60]

(...)

la sensación está ligada tan sólo a las formas superiores de la materia (materia orgánica), y "en los cimientos del edificio mismo de la materia" sólo puede suponerse la existencia de una facultad análoga a la sensación.[61]

Véase también[editar | editar código]

Artículos y portales de ProleWiki[editar | editar código]

Escuela de Mileto, Monismo, Materialismo, Hilozoísmo, Filosofía presocrática, Portal: Filósofos presocráticos

Obras de la biblioteca de ProleWiki[editar | editar código]

Fuentes externas[editar | editar código]

Referencias[editar | editar código]

  1. 1,0 1,1 1,2 1,3 Guthrie, W. K. C. ([1962] 1984). Historia de la filosofía griega I. Los primeros presocráticos y los pitagóricos, Editorial Gredos, Madrid, p. 59.
  2. 2,0 2,1 Diógenes Laercio, Vida de los filósofos ilustres, I 37.
  3. Léxico griego anónimo del s. X n.e. Probablemente escrito en Bizancio.
  4. 4,0 4,1 Suda.
  5. 5,0 5,1 Heródoto, Historias, I 170.
  6. Zeller-Nestle: E. Zeller, Die Philosophie der Griechen, I. Teil, 1 Hälfte (7ª ed., 1923) y 2 Hälfte (6ª ed., 1920), editado por W. Nestle (Leipzig).
  7. 7,0 7,1 Escolio a Platón, República. 600a.
  8. Aunque Ferécides de Sirio ha escrito una teogonía empleando un lenguaje mítico que ha engañado ya en el siglo IV a.n.e. sobre su antigüedad, hoy sabemos que es posterior a Tales y a Anaximandro, y debe situarse en la segunda mitad del s. VI a.n.e. (Cf. Jaeger, Teología, cap. IV, págs. 71-76; cf. texto núm. 139.)
  9. Josefo, Flavio. Contra Apión, I 2.
  10. Jámblico, De vita pythagorica, II 12.
  11. Proclo, Comentario al libro I de los "Elementos" de Euclides. 64, 17-65, 11.
  12. Diógenes Laercio, Vida de los filósofos ilustres, I 25.
  13. Diógenes Laercio, Vida de los filósofos ilustres, I 23
  14. Hipólito, I 1, 1.
  15. Notas a pie de página en Eggers Lan, Conrado & Juliá, Victoria E: Los filósofos presocráticos. Tomo I, Editorial Gredos, Madrid, 1981. p. 65.
  16. Plinio, Hist. Nat. XXXVI 82.
  17. Plut. Septem. sap. conviv. 147a.
  18. Heródoto, I 74.
  19. Plinio, Hist.Nat. II 53..
  20. 20,0 20,1 Nota a pie de página en Eggers Lan, Conrado & Juliá, Victoria E: Los filósofos presocráticos. Tomo I, Editorial Gredos, Madrid, 1981. pp. 79-81.
  21. Guthrie, W. K. C. ([1962] 1984). Historia de la filosofía griega I. Los primeros presocráticos y los pitagóricos, Editorial Gredos, Madrid, p. 60.
  22. Heródoto, Historias, I 75.
  23. Platón, Teeteto, 174a.
  24. Aristóteles, Política, I 11, 1259a.
  25. Plutarco, Solón 2.
  26. Simplicio de Cilicia, In Aristotelis Physica comm. 23, 32-33.
  27. Diógenes Laercio, Vida de los filósofos ilustres, I 23.
  28. Temistio de Paflagonia, Discursos 36 p. 317.
  29. 29,0 29,1 29,2 Aristóteles, Metafísica, I 3, 983b.
  30. Aristóteles, Del Alma, I 5, 411a.
  31. Aristóteles, Del Alma, I 2, 405a.
  32. Escolio a Platón, República, 600a.
  33. Aecio, IV 2, 1.
  34. Nota a pie de página en Eggers Lan, Conrado & Juliá, Victoria E: Los filósofos presocráticos. Tomo I, Editorial Gredos, Madrid, 1981. p. 69.
  35. Hay testimonios en la literatura griega tardía y en el arte egipcio que apoyan la noticia aquí transmitida por Plutarco. Posiblemente se proyectaba a la vida celeste la costumbre de que en Egipto el viaje y el transporte tenía lugar principalmente por el Nilo. Los griegos, en cambio, imaginaban al sol y a la luna conduciendo sus carros (excepcionalmente montando un caballo o, en el caso de la luna, otros animales): el palacio del sol estaba en el este; por la noche se zambullía en el oeste en el océano y regresaba al este flotando en una gran copa. Son muchas las fuentes literarias y representaciones del arte que lo atestiguan: vid. H. J. Rose, A Handbook of Greek Mythology, 6ª ed., Londres, 1958, págs. 32-34 y n. 84. Especialmente hermosa es la representación de Estesícoro: Page, Poet. Mel. Gr., fr. 185.
  36. Plutarco, Isis y Osiris, 34. Traducción de...
  37. https://www.worldhistory.org/trans/es/2-225/enuma-elish---la-epopeya-babilonica-de-la-creacion/
  38. Aristóteles, Del Cielo II 13, 294a.
  39. Nota a pie de página en Eggers Lan, Conrado & Juliá, Victoria E: Los filósofos presocráticos. Tomo I, Editorial Gredos, Madrid, 1981. p. 82.
  40. Aecio, II 20, 9.
  41. Aecio, II 13, 1.
  42. Aecio, II 24, 1.
  43. Euclides, Elementos, Tomo I. Libros I-IV, Editorial Gredos, Madrid, 1991, p. 208.
  44. Euclides, Elementos, Tomo I. Libros I-IV, Editorial Gredos, Madrid, 1991, p. 219.
  45. Euclides, Elementos, Tomo I. Libros I-IV, Editorial Gredos, Madrid, 1991, pp. 232-233.
  46. 46,0 46,1 Euclides, Elementos, Tomo I. Libros I-IV, Editorial Gredos, Madrid, 1991, p. 328.
  47. https://math.stackexchange.com/questions/2090437/what-is-a-proof-that-a-diameter-bisects-a-circle
  48. Euclides, Elementos, Tomo I. Libros I-IV, Editorial Gredos, Madrid, 1991, p. 194.
  49. Euclides, Elementos, Tomo I. Libros I-IV, Editorial Gredos, Madrid, 1991, p. 293.
  50. Euclides, Elementos, Tomo I. Libros I-IV, Editorial Gredos, Madrid, 1991, p. 320.
  51. Proclo, Comentario al libro I de los "Elementos" de Euclides. 157, 10-13.
  52. Proclo, Comentario al libro I de los "Elementos" de Euclides. 250, 20-251, 2.
  53. Proclo, Comentario al libro I de los "Elementos" de Euclides. 299, 1-4.
  54. Proclo, Comentario al libro I de los "Elementos" de Euclides. 352, 14-18.
  55. Diógenes, I, 24.
  56. Nota a pie de página en Eggers Lan, Conrado & Juliá, Victoria E: Los filósofos presocráticos. Tomo I, Editorial Gredos, Madrid, 1981. pp. 74-75.
  57. Nota a pie de página en Eggers Lan, Conrado & Juliá, Victoria E: Los filósofos presocráticos. Tomo I, Editorial Gredos, Madrid, 1981. p. 76.
  58. Nota a pie de página en Eggers Lan, Conrado & Juliá, Victoria E: Los filósofos presocráticos. Tomo I, Editorial Gredos, Madrid, 1981. pp. 77.
  59. Nota a pie de página en Eggers Lan, Conrado & Juliá, Victoria E: Los filósofos presocráticos. Tomo I, Editorial Gredos, Madrid, 1981. pp. 77-78.
  60. Federico Engels ([1883] 1961). '[Notas y fragmentos]: La concepción de la naturaleza, entre los antiguos' en Dialéctica de la naturaleza (p. 157). México, D. F.: Editorial Grijalbo.
  61. Vladimir Lenin (1948). Materialismo y empiriocriticismo (p. 39). Montevideo: Ediciones Pueblos Unidos.