Biblioteca:Economía Política de la Construcción del Socialismo: Fundamentos generales/Introducción
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Este libro no es un manual, constituye un conjunto de lecciones agrupadas orgánicamente a partir de la lógica interna del programa base vigente, sin ceñirse estrictamente a este. A la vez, cada uno de los capítulos contiene enfoques, puntos de vista sobre un problema dado, que no siempre pueden tomarse como verdades acabadas. De hacerlo así, el objetivo de este trabajo no se cumpliría plenamente.
Estas lecciones persiguen deliberadamente, estimular la reflexión, la valoración de diferentes criterios por contrapuestos que sean, y con ello contribuir al llamado permanente hecho por Fidel, de que cada cubano, y en especial los jóvenes, reflexionen, piensen por sí mismos y extraigan sus conclusiones imbuidos en la idea martiana de que «a propia historia, soluciones propias. A vida nuestra leyes nuestras».
La economía política, habiendo estado siempre urgida de cambios, vió precipitarse abruptamente la necesidad de transformaciones radicales, tanto en la ciencia misma como en su enseñanza. Esta es necesario mantenerla, desarrollarla y adelantarla a la ciencia, ya que esta última solo ha comenzado a dar sus primeros pasos en la búsqueda de nuevas perspectivas.
Este es el primer reto que afronta el colectivo de autores y que de antemano le confiere a estas lecciones un carácter transitorio e incompleto.
Es solo un paso en la búsqueda de la cientificidad en la teoría y en la enseñanza y constituye el intento de brindar una primera respuesta al justo y permanente reclamo de nuestros estudiantes y profesores, de abordar el estudio de esta ciencia en el plano docente, partiendo de las condiciones reales en que se ha dado la construcción del socialismo.
La presente coyuntura ha convertido este viejo anhelo, en un imperativo impostergable. De ahí que nos trazamos como objetivo central explicar los fenómenos socioeconómicos en su desarrollo real, lo cual implica necesariamente tomar en cuenta las contradicciones, las vías de su solución, las trabas objetivas y subjetivas y sobre todo, el carácter multiforme de las relaciones económicas en esta etapa de desarrollo.
Con ello se ha intentado eliminar algunos virus que infestaban la economía política del socialismo, como son el esquematismo, la apología, el dogmatismo, su carácter ahistórico desvinculado de la realidad, y por tanto, acientífico. Estos males contaminaron nuestra enseñanza y sobre todo, la forma de pensar.
En correspondencia con estas ideas, el colectivo de autores se apoyó en tres hipótesis clave:
- PRIMERA: No se puede considerar como un hecho incuestionable que el socialismo ya había sido construido en varios países. Al contrario, se parte del criterio -a demostrar en futuras investigaciones- que el socialismo no se había edificado en ningún país. De esta manera, el objetivo de la ciencia y el objeto de la enseñanza se concentran en la explicación y demostración de las características, contradicciones y tendencias de la construcción socialista y no propiamente del socialismo.
- SEGUNDA: La transición al socialismo no se ha producido, en general, en países desarrollados, sino en su polo opuesto, lo cual ha implicado cambios importantes en el contenido y tareas del período de transición.
- TERCERA: Derivado de lo anterior, el carácter heterogéneo de la economía determina que existan relaciones entre todos los tipos socioeconómicos, lo cual necesariamente se tiene que reflejar en la teoría. Con esta óptica no se habían explicado las leyes y categorías de la economía política del socialismo, por lo que constituye lo más significativo de estas lecciones y a la vez, como es lógico, su aspecto más vulnerable.
La inmensa mayoría de los países que construían o construyen el socialismo son subdesarrollados, atrasados o de nivel medio de desarrollo, en los cuales el capitalismo no había agotado sus potencialidades. De ahí que la economía política deba romper con la liturgia presente en los textos anteriores sobre las causas y factores reales que han provocado la sustitución revolucionaria del capitalismo por el socialismo y el desarrollo ulterior de las relaciones socialistas.
El Comandante Ernesto Che Guevara fue el precursor mayor de esta nueva visión. Su claridad sobre el carácter específico, no previsto, no puro de la transición al socialismo en los países atrasados, alumbró el camino de la ciencia y la práctica, alertando sobre la posibilidad real de torcer el rumbo y caer en el engañoso laberinto del capitalismo tomado ya -con evidente beneplácito- por algunos países del este europeo.
El enfoque eurocentrista que prevalecía consideraba el período de tránsito como una etapa corta en el tiempo, ya rebasada por estos países y con esa carga de historia pasada, se insertaba en la economía política del socialismo.
En un sentido amplio, el análisis de la transición forma parte orgánica de la economía política del socialismo. No puede ser de otra manera, en la medida en que el tránsito es la primera etapa en la cual se construye la estructura socialista. El propio Marx investigó y expuso el proceso de acumulación originaria capitalista, como parte consustancial de la economía política del capitalismo.
El tránsito, con su especificidades e impurezas, presenta una relativa autonomía con respecto a la fase socialista, por lo cual la economía política del socialismo también presentara una relativa independencia, bajo la forma de economía política de la transición o economía política de la construcción del socialismo. La necesidad de esta delimitación se refuerza por las propias características de la transición en los países subdesarrollados. Esta idea del Che se ve hoy cada vez mas corroborada.
No resulta extraño entonces, que a lo largo de estas lecciones se coloque en primer plano la experiencia de la construcción del socialismo en Cuba, teniendo en cuenta para ello, no solo el hecho de que se trata de un material docente para ser empleado en la educación superior en nuestro país, sino sobre todo, por el papel protagónico que le ha correspondido a Cuba en la lucha por salvaguardar la causa del socialismo en el sombrío contexto internacional de nuestros días.
Lo anterior no significa que se pretenda reelaborar la teoría general de la construcción del socialismo, tomando solo como base la experiencia cubana. Ello entrañaría reincidir en el esquematismo que se pretende extirpar en la ciencia económica o en su traducción al lenguaje docente y en definitiva en toda la práctica social.
En condiciones normales, escribir estas lecciones hubiera sido una tarea difícil. En las actuales, representa un serio esfuerzo en el propósito de imprimirle un vuelco a la enseñanza de esta asignatura en Cuba y a la par, contribuir a reencontrar el hilo conductor en el desarrollo de la economía política del socialismo.
La búsqueda de este camino está marcada, afortunadamente, por amplísimos debates, de los cuales el colectivo de autores no es ajeno. Dentro de este existen criterios diferentes y contrapuestos sobre algunos de los nudos teóricos analizados en la presente obra. Esto determinó la necesidad de respetar -hasta donde fue posible- el criterio de cada autor. Por supuesto, los debates realizados a lo largo de la elaboración de las lecciones, confirmaron que son más los elementos de congruencia que los divergentes.
Nos aglutina sobre todo, la idea de que el reconocimiento del carácter objetivo de las leyes económicas que actúan en la construcción del socialismo y por consiguiente, la necesidad de su utilización consciente, no puede contradecir el papel decisivo del hombre en este proceso. El socialismo solo podrá construirse por un hombre con una alta motivación ideológica que se sienta y sea dueño real de los medios de producción. En el reconocimiento de ambas verdades -leyes económicas objetivas y conciencia socialista- se asienta la perspectiva general de estas lecciones.
Ramón Sánchez Noda
Román García Báez