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Proletariado

De ProleWiki, la enciclopedia proletaria
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El proletariado es la clase social asalariada, compuesta de aquellos miembros de la sociedad cuya única posesión de valor económico significante es su fuerza de trabajo (es decir, de su capacidad para trabajar). Un integrante de dicha clase es un proletario.

El Marxismo considera que el proletariado como oprimido por el capitalismo, está forzado a aceptar sueldos miserables a cambio de operar los medios de producción, que pertenecen a la clase de los propietarios de empresa, la burguesía. Marx afirmó que esta opresión le daba al proletariado intereses políticos y económicos comunes que traspasaban las fronteras nacionales, impulsándoles a unirse y tomar el poder de la clase capitalista, y eventualmente crear una sociedad comunista libre de distinciones de clase.

En Principios del Comunismo, Friedrich Engels explica que el proletariado "es la clase social que consigue sus medios de subsistencia exclusivamente de la venta de su trabajo, y no del rédito de algún capital; es la clase, cuyas dicha y pena, vida y muerte y toda la existencia dependen de la demanda de trabajo",[1] y por tanto la burguesía los someten a competir entre sus compañeros trabajadores.

Los intereses del proletario están en conflicto con aquellos del burgués.

Aparición histórica[editar | editar código]

Durante la mayor parte de la historia de la humanidad, sólo una parte relativamente pequeña de ésta se vio en la necesidad de trabajar por un salario. Las relaciones de trabajo asalariados fueron marginales si no es que inexistentes en la mayoría de las sociedades, siendo los modos de producción dominantes hasta ya entrado el siglo XVIII el Comunismo primitivo, el Esclavismo y el Feudalismo.

Para que pudiera haber una clase de trabajadores asalariados y una clase explotadora que consuma la fuerza de trabajo de aquéllos, debieron cumplirse primero dos condiciones previas. La primera es la libertad de los trabajadores de poder disponer de su fuerza de trabajo como mercancía, es decir, de venderla libremente en el mercado. Esto fue posible gracias a las revoluciones burguesas que tuvieron lugar en Europa y América, por medio de las cuales fue abolida la propiedad feudal de la tierra, por la cual los nobles obligaban a los siervos a trabajar para ellos; algo semejante ocurrió con la abolición de los gremios, que impedían el libre ingreso de los artesanos a las distintas ramas de la producción. Estas conquistas de la burguesía se cristalizaron en nuevos dispositivos tales como la Constitución y el Código Civil.

La segunda precondición del trabajo asalariado es que los trabajadores no sean poseedores de ninguna otra mercancía útil que ofrecer excepto su fuerza de trabajo. Esto se debe a que, de otro modo, éstos podrían controlar directamente el proceso de producción.

Históricamente, una parte considerable de los trabajadores directos han sido propietarios de algún medio de producción, principalmente, la tierra. Tal era el caso de los campesinos, que si bien tenían que trabajar en las tierras del señor feudal, también poseían pequeñas parcelas de propiedad familiar o tierras comunales de uso compartido con otros campesinos.

Esto quiere decir que la aparición del proletariado no se explica como producto de un acto racional y voluntario de los campesinos, sino que debió producirse alguna forma de coacción económica, que Marx denominó acumulación originaria del capital.

Subsunción formal del trabajo al capital[editar | editar código]

En una etapa temprana del capitalismo, una parte de los obreros se encontraban dispersos por el campo, alejados de las grandes ciudades. Al mismo tiempo, predominaba todavía el capital comercial antes que el industrial, por lo cual el proceso de extracción de plusvalía funcionaba de una manera aún primitiva, basada principalmente en el trabajo a domicilio. Bajo esta modalidad, el trabajador recibía los insumos que para cierto plazo debía devolverle al capitalista transformados en bienes terminados a cambio de un pago.

De este modo, aunque debía cumplir plazos, el trabajador conservaba todavía cierta independencia, puesto que durante la jornada laboral no era observado ni se le daban órdenes y por lo tanto podía trabajar según sus propios tiempos.

Subsunción real del trabajo al capital[editar | editar código]

Posteriormente, con la Revolución Industrial, emerge la producción fabril. Esta sola innovación contribuyó a un gran aumento de la productividad, dado que los trabajadores, ahora reunidos en un espacio común, fueron sometidos a la observación directa de supervisores. Además, se produjo una creciente división del trabajo y estandarización de las tareas. De este modo, un obrero que antes producía la mayor parte de un bien en un espacio privado, pasó a desempeñar tareas muy simples y repetitivas bajo la supervisión de un tercero.

El proletariado como clase en sí[editar | editar código]

Para la economía, el proletariado es una clase que existe objetivamente, que se define como el conjunto de los productores que ofrecen su fuerza de trabajo en el mercado a la clase capitalista. Una vez que el proletario vende su capacidad de producir nuevos bienes, ésta ya no le pertenece y no tiene más control sobre ella mientras se extienda la jornada laboral.

El proletariado como clase para sí[editar | editar código]

El proletariado, como clase oprimida por el capital, tiene intereses contrarios a éste, que se manifiestan en la lucha de clases. Por un lado, el empresario busca maximizar sus ganancias, y para ello debe apropiarse de la mayor cantidad de trabajo ajeno posible, pero de esto implica bajar los salarios, reemplazar mano de obra por maquinaria y profundizar el autoritarismo vigente en el ámbito laboral, todo lo cual es contrario a los intereses del obrero.

Ahora bien, existen varias razones por las cuales el proletariado tiene la capacidad de desarrollar su consciencia de clase y consolidarse así como una fuerza revolucionaria. Estas razones son las siguientes:

  • Están concentrados en las grandes urbes y típicamente trabajan unos con otros, por lo cual pueden organizar acciones colectivas fácilmente, a diferencia de lo que ocurría con los campesinos, que tenían pocas oportunidades para encontrarse unos con otros debido a su dispersión geográfica.
  • No son propietarios de medios de producción, por lo que no está entre sus intereses el de proteger la propiedad privada.
  • Las crisis económicas inherentes al sistema capitalista implican un fuerte deterioro en la calidad de vida de los trabajadores. Además, la quiebra de burgueses y de pequeños propietarios produce su proletarización.

Ahora bien, la maduración de la consciencia de clase es un proceso que comprende varias etapas, que no es lineal y que puede avanzar o retroceder según el caso.

Referencias[editar | editar código]

  1. Friedrich Engels (1847). "Principios del Comunismo" Marxist Internet Archive